El pacay es un árbol de esos que te hacen sentirte pequeñito. Llega a alcanzar alturas tan impresionantes que, aparte de alzar la mirada, tienes que alejarte unos cuantos metros para poder contemplarlo en todo su esplendor. Pero además, hay que añadir que sus frutos contienen como si fuera un algodón embebido en néctar que te puede servir como tentempié.
Eso sí, por sus características, no es una planta que se pueda disfrutar en todos los jardines. Para ello, será muy necesario disponer de un terreno grande, donde las tuberías, paredes y otras construcciones estén lo más lejos posible de él . Así y todo, siempre es interesante conocer una especie que para ti es nueva, ¿no te parece? 😉
Origen y características
Nuestro protagonista es un árbol perennifolio originario de América Central y del Sur, cuyo nombre científico es Inga feuilleei. Popularmente se le conoce como pacay, pacae, guaba o guamo. Alcanza una altura de hasta 18 metros , con un grosor de tronco de hasta 1m. Las hojas están compuestas por 3-5 pares de folíolos oblongo-elípticos, y son de color verde.
Las flores se agrupan en inflorescencias en forma de espiga que miden 3cm de largo. Los frutos son vainas planas de 20cm de largo o más que contienen una pulpa blanca comestible.
Como curiosidad, decir que las raíces fijan el nitrógeno al suelo . Este es uno de los principales macronutrientes que necesitan las plantas, ya que es esencial para que puedan crecer y tener un buen desarrollo.
¿Cuáles son sus cuidados?
Si puedes y quieres tener un ejemplar (lamentablemente, no es una planta que se pueda cultivar en maceta, al menos no siempre), te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
- Ubicación : exterior, a pleno sol o, si hace mucha calor (de 30ºC o más), en semisombra.
- Tierra : ha de ser fértil, con buen drenaje .
- Riego : 3-4 veces por semana en verano y cada 5-6 días el resto del año.
- Abonado : una vez al mes se aconseja echarle algún abono orgánico, ya sea guano , estiércol de animales herbívoros , compost , ceniza de madera, verduras que ya no se pueden comer, etc .
- Multiplicación : por semillas en primavera. Se pueden sembrar directamente, o bien someterlas a un tratamiento pregerminativo conocido como choque térmico, el cual consiste en introducirlas 1 segundo en agua hirviendo -con un colador- e inmediatamente después dejarlas 24h en un vaso con agua a temperatura ambiente. Pasado ese tiempo, se siembran en macetas, en semisombra.
- Rusticidad : soporta desde los -2ºC de mínima hasta los 30ºC de máxima. Pero es preferible que no se produzcan heladas, ya que sufre daños aunque sean puntuales y de corta duración. Los ejemplares jóvenes son más sensibles.
¿Qué te ha parecido?