Las macetas son ese consuelo generoso para todos aquéllos que vivimos en apartamentos y lugares sin espacio aéreo, una pequeña vasija en donde la naturaleza respira y se desarrolla, regalando todo su esplendor. Pero el arte de cultivar en macetas tiene sus bemoles así como sus secretos.
¿Te ha ocurrido eso de regar en exceso y cortar el chorro cuando ya es demasiado tarde?
Es un mal muy frecuente en el caso de las macetas pero no hay nada que no tenga solución así es que si en el caso de un riego excesivo de tus plantas en macetas puedes poner en práctica un sencillo pero efectivo truco casero.
¿Cómo quitar el exceso de agua de una maceta?
Para quitar el exceso de agua , lo primero es dejar unos días sin regar para que el agua drene pero si el agua es excesiva será difícil que se seque la tierra así es que para cuidar la planta lo mejor es quitarla de la maceta.
Quita el cepellón con mucho cuidado para que la planta no se desmorone y luego envuélvela con varias capas de papel de diario o papel absorbente durante 24 horas para que absorba toda la humedad. Si notas que el papel se moja demasiado, cámbialo hasta que adviertas que permanece seco.
Por otra parte, limpia la maceta y rellénala con tierra nueva. Luego ubica nuevamente la planta en su receptáculo. Evita el riego durante algunos días y hasta que la tierra esté seca.
A tener en cuenta
Recuerda que las macetas son espacios reducidos con escasa tierra así es que el riego debe ser mucho más moderado que si la planta estuviera en el suelo. Además, hay que tener en cuenta el material de fabricación pues por ejemplo en las macetas de terracota el agua evapora mucho más que en las de plástico.
¿Cuáles son los síntomas de exceso de riego en plantas?
Para saber si una planta está sufriendo exceso de riego, tenemos que fijarnos en lo siguiente :
- La planta adquiere un aspecto ‘triste’, con las hojas y tallos sin fuerza
- Las hojas inferiores se suelen volver amarillentas y las jóvenes marrones
- Las raíces se pudren
- El crecimiento se detiene
- El suelo se puede volver verdoso debido a la presencia de algas
¿Por qué se mueren si reciben más agua de la debida?
Se suele pensar que cuanta más agua tengan, más ‘vivas’ estarán, pero lo cierto es que no. Nosotros, los humanos, también necesitamos agua, pero todos sabemos lo mal que se pasa si bebemos más de la cuenta en un corto periodo de tiempo. El dolor de estómago puede llegar a ser muy fuerte 😉 . Y eso por no hablar de lo difícil que seguro que es respirar estando en un río que lleva una fuerte corriente.
Las plantas quieren agua, sí, pero si se riegan en exceso se quedan, literalmente, sin oxígeno, además de sin nutrientes . Es por eso por lo que es importante saber cuándo y cómo regarlas.
¿Cómo evitar el exceso de riego?
El riego es, sin duda alguna, la tarea más complicada que todo aquel que tenga plantas debe de aprender a dominar. Y es que, el agua es esencial para la vida, pero… tanto si escasea como si hay demasiada, las raíces lo pasarán mal . La cosa se complica cuando nos dicen, o aprendemos a base de ensayo y error, que cada planta tiene sus propias necesidades hídricas, las cuales variarán dependiendo de las condiciones climáticas, de la altitud, del viento, de la humedad ambiental, de si está en el exterior o en interior,… y de su propio tamaño.
Así, no necesitará el mismo riego un rosal en pleno verano mediterráneo, que otro que esté en Galicia. ¿Por qué? Porque el primero estará en una región donde el verano coincide con el periodo de sequía, el cual se puede alargar varios meses (para que te hagas una idea, en el sur de Mallorca podemos estar más de seis meses sin recibir una sola gota de lluvia), y el segundo estará en una zona donde suele llover de tanto en cuando.
Por lo tanto, para evitar el exceso de riego es importante conocer las características principales del clima de la zona (temperaturas, frecuencia de lluvias, humedad ambiental, viento), así como, por supuesto, las necesidades que tiene la planta que vamos a cultivar . Como norma general, hay que saber que durante el verano se regará más seguido que el resto del año, y que las plantas en interior siempre habrá que regarlas menos que las que están en el exterior.
En caso de duda, no hay nada como comprobar la humedad del sustrato. Hay varias formas de hacerlo:
- Introduciendo un palo delgado de madera : es el método clásico. Se introduce hasta el fondo, cerca del borde de la maceta para no dañar las raíces, y si al sacarlo vemos que está prácticamente limpio, entonces procederemos a regar.
- Pesando la maceta una vez regada y de nuevo al cabo de unos días : la tierra húmeda pesa más que la seca, por lo que si al cabo de unos días notamos que la maceta casi no pesa, o que pesa bastante menos, procederemos a regar.
- Utilizando un medidor digital de humedad : no es al 100% fiable, pero puede servirnos como guía. Al introducirlo nos dirá qué tan húmeda o seca está la porción de tierra que ha entrado en contacto con él.
Otro punto importante es el sustrato. Si el sustrato no tiene buen drenaje; es decir, si no es capaz de absorber y filtrar el agua sobrante con rapidez, la planta se volverá más vulnerable al exceso de riego. Tienes más información aquí:
¿Cómo regar una planta?
Bien, sabemos que la tierra necesita agua, pero ¿cómo regar? Esta parece una pregunta con una respuesta sencilla, pero… ¿regamos o echamos agua? A menudo, para evitar que las raíces se pudran, echamos solo medio vaso o puede que menos si es realmente pequeña. Si esto lo vamos haciendo por costumbre, al final lo que puede pasar es que nos quedemos sin planta, ya que podría secarse.
El agua debe de llegar bien a las raíces, y eso implica humedecer bien toda la tierra. No hay que encharcarla, pero sí regarla bien hasta que el agua salga por los agujeros de drenaje . Asimismo, hay que procurar que dicha tierra sea capaz de absorber el preciado líquido, es por eso por lo que si vemos que el agua se va hacia los lados deberemos de coger la maceta y meterla en un barreño durante unos minutos, hasta que la tierra quede bien húmeda.
¿Se le puede poner un plato debajo?
No lo aconsejo . A la mayoría de plantas no les gusta tener contacto con un agua estancada; de hecho, ese es uno de los motivos por los cuales las raíces se pudren. Es por eso por lo que es mucho más recomendable el uso de macetas con agujeros de drenaje, y sin plato.
Pero hay excepciones :
- Plantas acuáticas: estas incluso se pueden tener en macetas sin agujeros.
- Plantas semiacuáticas o de ribera: como la caña de Indias o las calas .
- Plantas que estén en el exterior, en zonas donde los veranos son muy cálidos (de 30ºC o más) y secos que quieran mucha agua, como por ejemplo las palmeras Archontophoenix , o las flores como los rosales o los geranios .
Espero que te haya sido de utilidad.