Kokedama . Koke: musgo, Dama: bola.
O bien esas plantas decorativas que crecen en pequeñas esferas de musgo y están muy de moda por estos días. Es un musgo vivo, de ahí su nombre, aunque también una técnica de origen japonés que vaya a saber uno el por qué, un buen día cruzó las fronteras y se volvió moda en muchos países del mundo entero.
De alguna forma, podríamos pensarlas como una alternativa al bonsái pues aquí también se conserva un arbusto de tamaño pequeño, perfecto para usar como decoración. Aunque la ventaja es que es mucho más fácil de cultivar y de cuidar.
Las hay de diferentes tamaños y permiten añadir algo de verde a cualquier ambiente, aún si no hay espacio para grandes macetas. Son bonitas y tienen ese aire típico de los jardines japoneses tan únicos y distintivos. Quizá por eso han sido adoptadas con agrado.
Hay muchas razones para saber más sobre las kokedamas y es por eso que hoy nos dedicamos de lleno a ellas, para saber sus secretos y necesidades.
Cuidados del kokedama
La técnica del kokedama no es difícil y puedes hacerlo tú mismo con algo de habilidad. El proceso es fácil aunque hay que tener algunos cuidados para que la planta pueda sobrevivir sin inconvenientes.
Recuerda no exponer la kokedama al sol directo ni apretarla para escurrir el agua . Si el ambiente es seco, recuerda rociar las hojas con agua y si notas que la bola de musgo está demasiado seca, incluso puedes sumergirla en agua durante un momento.
Las kokedamas no son plantas ideales para un hogar con animales o niños pequeños pues son tentadoras y es probable que les atraiga su forma. Si deshacen la bola de musgo, reina el caos pues de alguna forma es el cerebro de la kokedama así es que procura alejarla de miradas inquietas.
Al igual que sucede con muchas plantas, las kokedamas se ven atraídas por la luz solar así es que lo mejor será que la rotes sobre su eje para que no crezca hacia un lado. Otro aspecto importante es el riego pues si bien las plantas se desarrollan con cierta humedad un exceso puede ser fatal pues da lugar a la proliferación de hongos y otros enemigos. Aquí la regla se repite como sucede con cualquier otra planta que crece en maceta: siempre es mejor la falta de agua que el exceso .
En cualquier caso, revisa tu kokedama con regularidad para así advertir cualquier problema y combatir la aparición de plagas y enfermedades. Puedes agregar fertilizantes y abonos orgánicos aunque siempre mezclados con el agua del riego para así fortalecer a la plantas. También se recomienda realizar una pequeña poda periódica para así quitar las hojas secas y si quieres limpiar las hojas puedes hacerlo con un algodón humedecido en agua. Por último, si notas que los hilos de tu kokedama se desajustan puedes coserlos con una aguja. Y las abuelas dicen que hay que hablarles a las plantas para que crezcan en armonía así es que no olvides este sabio consejo que siempre da grandes resultados.
Con estos cuidados, es probable que ayudes a tu kokedama a crecer en armonía.
Las kokedamas se visten de fiesta
Si hasta aquí creías que las kokedamas sólo admiten una única fisionomía (bola de musgo en receptáculo transparente) estabas equivocado. El diseño se ha puesto al servicio de esta técnica y hoy hay mil formas de añadir glamour a tu kokedama.
Tal y como sucede con las macetas tradicionales que varían en tamaño, materiales y colores, el mercado ofrece diferentes opciones de bases para kokedamas. Las hay de terracota, de vidrio y hasta algunos diseños 100% originales, como una base realizada con botones en desuso. Investiga y encontrarás una opción que se ajuste a tu gusto.
También hay bases de corcho y de cerámica, que vienen en varios colores y permiten combinar tu kokedama con los colores de la casa.