Santa Rita

La Santa Rita es una de las plantas más hermosas que puedes encontrar, una especie que presenta hermosas flores de colores vibrantes que van del fucsia al naranja. Tener una Santa Risa en casa puede ser algo muy interesante pues se trata de una planta de fácil cuidado que no presentará mayores inconvenientes si está en el lugar indicado y recibe todo lo necesario para subsistir .

Esta especie es una de las plantas más populares y famosas de todos los tiempos , quizá porque crece y se desarrolla formando coloridas matas que dan vida a cualquier jardín.

Generalidades de la planta

Santa Rita planta
La Santa Rita pertenece a la familia de las Rubiáceas y presenta unas 500 variedades. También conocida como Cruz de Malta, Isoca o Palo de hierro, está presente en los cinco continentes y presenta diferentes formas en colores aunque lo más común es que se desarrolle en forma de arbusto, alcanzando cerca de un metro de altura.

Las hojas de la Santa Rita con de color verde oscuro y forma ovalada aunque lo más llamativo son sus flores tubulares, generosas en cantidad y que pueden ser de color naranja, rojo, blanco o salmón.

La floración de la planta sucede entre la primavera y el verano pero las flores pueden permanecer hasta bien entrado el otoño.

Principales cuidados de la Santa Rita

Flores Santa Rita

Hace unos días he comprado dos plantas, una de hojas color rosa intenso, la otra naranja, y están muy bonitas aún, perfectas con sus coloridas flores. Las he colocado en dos grandes macetas para que las raíces tengan espacio pero además he descubierto que se necesario que debo situarlas en un lugar soleado aunque con algo de sombra durante el invierno para luego reubicarlas en un lugar de mayor luminosidad en verano evitando la exposición directa al sol.

Si bien los vientos no le afectan lo mejor es situarla lejos de las corrientes de aire pues entonces las flores podrían caerse. En cuanto a la temperatura, lo ideal es un clima de entre 16 y 30 grados centígrados. Riega la planta cuando notas que la tierra está seca: en el verano será un riego diario y en el invierno bastará con unas dos veces a la semana.

Al momento de plantarla elige un suelo conformado por un 50 por ciento de mantillo de hojas y evita los suelos calcáreos. Lo ideal es abonar la tierra una vez al mes durante la primavera y el verano. Evita hacer trasplantes salvo que la planta realmente lo necesite por un cuestión de espacio pues no soporta muy bien los cambios y realiza una poda al comienzo de la primavera para retirar las ramas dañadas, viejas o que no luzcan bien.


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