La malanga es una planta herbácea que tanto se puede tener como en interior como en un jardín. Aunque es verdad que alcanza una altura superior a la de cualquier ser humano, su ritmo de crecimiento es más bien lento; además, pese a su tamaño no necesita mucho espacio para poder estar bien, de ahí que se pueda cultivar en maceta.
Con unos mínimos cuidados la vas a tener preciosa todo el año 😉 , así que anímate a descubrirla .
Origen y características
La malanga es una planta herbácea perennifolia y tuberculosa originaria del sudeste de Asia . Sus hojas son grandes, de 32-36cm de largo por 22-70cm de ancho, y surgen de un tallo de hasta 40cm de largo. Las flores surgen de unas inflorescencias axilares y fragantes que tienen un pedúculo de 9-80cm de largo. Estas están compuestas por una espata de hasta 43cm de largo y son fragantes.
El fruto es una baya subglobosa a oblonga, de 3,5-5mm de largo y 2,5-3,9mm de diámetro, y en su interior encontraremos semillas elipsoides de color café claro. El tubérculo es subgloboso, estolonífero, se desarrolla bajo tierra y alcanza los 6cm de diámetro .
Casi toda la planta es comestible:
- Hojas: son ricas en vitaminas, minerales y fibra. Pero no se puede consumir cruda pues contiene oxalato de calcio y rafidios, que son muy tóxicos.
- Tubérculo: se consume cocido, como hortaliza.
¿Cuáles son sus cuidados?
Si quieres tener un ejemplar de malanga, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
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Ubicación
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- Interior: ha de estar en una habitación luminosa, sin corrientes de aire.
- Exterior: en semisombra.
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Tierra
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- Maceta: sustrato de cultivo universal mezclado con un 30% de perlita.
- Jardín: crece en suelos fértiles, con buen drenaje .
- Riego : se ha de regar 3 o 4 veces por semana en verano, y cada 4 o 5 días el resto del año.
- Abonado : en primavera y verano, con abonos ecológicos una vez al mes.
- Multiplicación : por semillas o tubérculos en primavera.
- Rusticidad : no soporta el frío ni las heladas.
¿Qué te ha parecido la malanga?