El Pelargonium grandiflorum es una planta perfecta para cultivar en balcones, patios, terrazas e incluso en los jardines. Produce flores grandes de colores muy llamativos, y su mantenimiento no es complicado. De hecho, es muy recomendable si no tienes mucha -o ninguna 😉 – experiencia cuidando de plantas.
¿Te gustaría saber cómo puedes tenerlo bien sano y precioso todo el año?
Origen y características
El Pelargonium grandiflorum, cuyo nombre científico es Pelargonium x domesticum, es una planta perenne originaria de Sudáfrica conocida como geranio de pensamiento, geranio real o malvón pensamiento. Alcanza una altura de entre los 0,50 y el 1,50 metros, y desarrolla tallos con hojas reniformes, de forma redondeada en el borde superior, y con un diámetro de 5 a 8 centímetros.
Las flores miden 4-6cm de diámetro, y los pétalos son de diversos colores, desde el blanco hasta casi el negro. Florece durante la primavera y el verano, las dos estaciones de la alegría y del color 🙂 .
¿Cuáles son sus cuidados?
Si quieres tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
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Ubicación
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- Exterior: a pleno sol o en semisombra.
- Interior: en una habitación en la que entre mucha luz natural.
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Tierra
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- Maceta: sustrato de cultivo universal mezclado con un 30% de perlita.
- Jardín: es indiferente siempre que tenga buen drenaje.
- Riego : 3-4 veces por semana en verano, algo menos el resto del año. No tolera el encharcamiento.
- Abonado : desde comienzos de primavera hasta finales del verano con abonos ecológicos , una vez al mes. Usa abonos líquidos si está en maceta.
- Multiplicación : por esquejes antes o después de la floración.
- Poda : en primavera se han de quitar los tallos enfermos, secos o débiles. Además, se tienen que recortar el resto para que la planta tenga una forma más compacta.
- Rusticidad : no soporta las heladas.
¿Qué te ha parecido el Pelargonium grandiflorum ? ¿Te animas a tener un ejemplar?