Las plantas pueden verse afectadas por una gran variedad de plagas y de microorganismos que causan enfermedades, pero cuando los enemigos potenciales afectan a especies que son aptas para consumo humano interesa encontrar (o crear) insecticidas realmente eficaces contra ellos, como el clorpirifos .
Pero aunque cueste creerlo, a veces con él lo que se hace es solucionar un problema para crear otro que, a medio o a largo plazo, es peor. Así que antes de empezar a usarlo, ten en cuenta los consejos que te vamos a ir dando a continuación.
¿Qué es el clorpirifos?
Se trata de un insecticida organosfosforado cristalino que lo que hace es envenenar al insecto colapsando su sistema nervioso . Debido a su gran eficacia, se emplea mucho en agricultura y jardinería doméstica para controlar las plagas, como las moscas blancas , trips , cochinillas , gorgojos u orugas; aunque en el pasado también se empleaba en animales.
No se disuelve fácilmente en agua (su solubilidad es de 2mg por litro/agua a unos 25ºC), por ello se suele mezclar con líquidos aceitosos antes de su aplicación. Esto es interesante, sobretodo cuando tenemos que combatir insectos grandes o potencialmente mortales para las plantas, como es el caso del picudo rojo de las palmeras o la Paysandisia archon . Las larvas de unos y otros quedan ahogadas en la mezcla, y mueren casi al instante.
Está considerado como una sustancia moderadamente tóxica , tanto es así que si nos exponemos de forma continuada, o los usamos mal repetidas veces, podríamos acabar teniendo problemas a nivel neurológico, del sistema inmunológico o incluso trastornos del desarrollo.
¿Dónde y cuándo se empezó a fabricar?
Se trata de un insecticida que se fabricó hacia el 1965, en los Estados Unidos , y se comenzó a comercializar por Dow Chemical Company bajo el nombre comercial Dursban y Lorsban. Pero debido a sus efectos adversos , la EPA lo reguló y Dow reaccionó retirando el registro de su producto para su uso en hogares y otras zonas donde los niños pudieran estar expuestos. Sin embargo, a día de hoy su uso en animales y personas sigue permitido en los países en vías de desarrollo.
Clorpirifos no está muy bien visto en los EE.UU . Debido a la publicidad engañosa de Dow, diciendo que es totalmente seguro cuando no es así, por una coalición de trabajadores agrícolas y grupos de defensa del medio ambiente, alegando que poseía un riesgo innecesario tanto para los agricultores como para sus familias.
Al mes siguiente, por un supuesto soborno a funcionarios para que el producto se pudiera vender en el país.
¿Cómo actúa?
El que se usa en agricultura es un insecticida no sistémico, que actúa en cuanto entra en contacto con el insecto . Una vez que este lo ingiere, muere envenenado.
Por lo general, el producto permanece en la planta unos 30 días (en el envase vendrá especificado el plazo de seguridad). Tenemos que respetar este tiempo especialmente si lo aplicamos a plantas hortícolas, pues de lo contrario correríamos un riesgo muy alto de tener problemas de salud.
¿Cuáles son sus efectos adversos?
En humanos y el resto de animales
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A dosis bajas:
- Secreción nasal y ocular
- Náuseas
- Mareos
- Diarreas
- Sudor
- Cambios en el ritmo cardíaco
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A dosis altas y/o continuadas:
- Cambios de conducta
- Cambios en los hábitos de sueño
- Cambios de humor
- Debilidad muscular
- Convulsiones
- Parálisis
- Desmayos
- Muerte
Clorpirifos y las abejas
Las abejas son unos de los insectos polinizadores más importantes con los que cuentan las plantas -y por consiguiente también la humanidad- para poder producir frutos y semillas. Pero si no cambiamos los insecticidas químicos por los ecológicos podríamos acabar sin ellas . Y entonces, estaríamos completamente perdidos.
El clorpirifos es una sustancia muy tóxica para las abejas, así como también para la vida marina.
En el medioambiente
El uso intensivo de este producto, o de cualquier insecticida químico, provoca que la fauna que vive en la tierra poco a poco se vaya muriendo . Solemos pensar que no pasa nada, que cuantos menos insectos y demás haya debajo de la superficie mejor crecerán las plantas, pero eso es un grave (gravísimo, en realidad) error.
Pongamos de ejemplo a las lombrices. Ellas se encargan de mantener aireada la tierra, lo cual es muy bueno para las raíces ya que así pueden tener un mejor desarrollo. Y eso por no hablar de que son muchas las plantas que crean relaciones simbióticas de las que tanto ellas como los insectos obtienen beneficios, como las hormigas y las plantas que producen flores vistosas.
Además, al momento de hacer sus necesidades o de morir, fertilizan el suelo. Sin esta materia orgánica en descomposición, ningún ser vegetal podría existir (no como los conocemos hoy día al menos).
Medidas de seguridad para seguir antes, durante y tras su aplicación
Al estar hablando de un insecticida tan peligroso para los animales, y para nosotros, es sumamente importante seguir unas medidas de seguridad básicas:
- Ponerse guantes de goma nuevos o con poco uso, sin agujeros. El uso de gafas protectoras y mascarilla tampoco está demás.
- Aplicarlo solo si la planta se encuentra en semisombra o sombra, o en su defecto al atardecer.
- Seguir al pie de la letra las indicaciones especificadas en el envase.
- Lavarse las manos con agua y jabón si el producto ha entrado en contacto con la piel, lo antes posible. Lavárselas también después de cada uso.
- No fumar, y no aplicarlo en los días de mucho viento.
Espero que hayas aprendido mucho sobre el clorpirifos 🙂 .