El jacarandá es un árbol de floración espectacular muy utilizado en jardines y para decorar las calles de las ciudades y pueblos. Creciendo hasta una altura máxima de 20 metros, es ideal para protegerse del sol durante el verano.
Además, es muy agradecido, pudiendo vivir en climas tanto tropicales como en los templados. ¿Te gustaría saber cuáles son los cuidados del árbol de jacarandá?
Origen y características del jacarandá
Antes de entrar en materia, es interesante primero saber un poco cuál es su origen y sus características principales, ya que nos puede ayudar a cuidarlo mejor. Pues bien, nuestro protagonista es un árbol caducifolio o semicaducifolio originario de Sudamérica que alcanza una altura de 12 a 15 metros , aunque puede llegar a los 20 metros.
Su tronco adquiere forma algo torcida, mide de 6 a 9 metros de alto, y tiene un grosor de unos 40 a 70 centímetros. La copa puede ser tipo sombrilla, otras piramidal, pero nunca densa. Las hojas son bipinnadas, con una longitud de 30 a 50 centímetros, de color verde. Las flores aparecen en primavera, agrupadas en panículas terminales de 20 a 30 centímetros, y de color azul violeta . Los frutos son cápsulas leñosas de unos 6 centímetros que contienen semillas aladas.
¿Cuáles son los cuidados que necesita el árbol de jacarandá?
Si quieres saber cómo cuidarlo, sigue nuestros consejos:
Ubicación
Para que tu jacarandá pueda crecer sano y fuerte, es necesario ubicarlo en una zona donde pueda desarrollarse sin problemas. En este sentido, es importante saber que sus raíces podrían llegar a levantar pavimentos , por lo que se deben de plantar, como mínimo, a 10m de cualquier tipo de construcción y sistema de riego.
Asimismo, hay que tener en cuenta que solo podrá tener un excelente desarrollo si le da el sol directamente, a ser posible, durante todo el día . Y, si en tu zona suele soplar mucho el viento, no está de más atarlo a un tutor para evitar que las corrientes de aire fuertes puedan hacerle daño, especialmente si es un árbol joven.
Riego
El árbol de jacarandá necesita riegos frecuentes, sobretodo durante el verano y/o si el clima es muy seco ya de por sí. Así pues, se regará cada 3-4 días en verano, y cada 5-6 el resto del año . Para ello, se puede usar cualquier tipo de agua, pero se recomienda intentar regar siempre con agua de lluvia o, si no se puede conseguir, llenado un cubo y dejándola reposar una noche para que los metales pesados se queden abajo.
Abonado
Si hablamos del abonado, desde primavera hasta verano (u otoño si el clima es suave, sin heladas), se puede abonar con abonos minerales u orgánicos líquidos , como por ejemplo el guano, extracto de algas, etc., siguiendo las recomendaciones descritas en el envase del producto que hayamos adquirido.
Multiplicación
El jacarandá se multiplica por semillas en primavera (también se puede en otoño si el clima es suave), siguiendo este paso a paso:
- Primero, rellena una bandeja de semillero o macetas de unos 10,5cm de diámetro con sustrato universal mezclado con un 30% de perlita o similares.
- Luego, riega a consciencia humedeciendo bien todo el sustrato.
- Después, coloca sobre la superficie del sustrato un par de semillas, procurando que queden separadas entre sí. No se deben de poner más ya que de lo contrario se podría correr el riesgo de que algunas murieran.
- A continuación, espolvorea un poco por encima de las semillas cobre o azufre en polvo para que los hongos no las dañen y cúbrelas con una fina capa de sustrato.
- Por último, coloca el semillero en el exterior, a pleno sol.
Manteniendo el sustrato húmedo pero no encharcado, germinarán en unos 15-20 días.
Plagas
Es bastante resistente en general, pero las flores y los brotes nuevos son vulnerables a los pulgones . Estos son insectos diminutos, de unos 0,5cm, de color verde, amarillo, marrón o negro, que se alimentan de la savia de las plantas.
Se ven mucho sobretodo en primaveras y veranos cálidos y secos, de manera que será en esas estaciones cuando se deba de vigilar un poco al jacarandá. En el caso de que haya algunos, los trataremos con tierra de diatomeas , o si se prefiere con una trampa adhesiva de color amarillo (en venta aquí ).
Enfermedades
Sensible a los hongos si se riega en exceso. Hay que evitar el exceso de riego , y los encharcamientos.
Poda
No es necesaria. El árbol a medida que va creciendo va adquiriendo su típica forma globosa lo suficientemente ancha para dar una muy buena sombra.
Rusticidad
El Jacaranda mimosifolia resiste heladas de hasta los -7ºC . Dependiendo de lo frío que sea el invierno y de lo expuesto que esté al viento, puede perder todas las hojas o solo algunas.
Por ejemplo, en zonas donde la temperatura mínima anual es de 2 grados, lo más probable es que solo pierda algunas hojas.
¿Qué te ha parecido el jacarandá? ¿Sabías que era un árbol tan bonito? Si te animas a tener uno, solo decirte que esperamos que disfrutes de tu planta 😉 .