¿Buscando una planta trepadora que tenga buen aroma para cubrir esa verja que tan poco te gusta? ¿Qué te parece la idea de plantar un jazmín? Sus florecillas blancas son, además de preciosas, muy olorosas. Un aroma que no podrás dejar de sentir cada vez que pases cerca de la trepadora.
Pero para tenerla en buenas condiciones, hay que saber cómo cuidar una planta de jazmín . Vamos a ello.
El jazmín es una planta trepadora muy agradecida, que como vas a ver, no requiere de mucho mantenimiento ni conocimientos previos en el cuidado de plantas. De hecho, lo único que hay que tener muy en cuenta es que debes de protegerlo de las heladas , ya que no resiste mucho el frío. Puedes aprovechar para vestir tu salón con esta preciosa planta 😉 .
Si vives en un clima suave, podrás tenerla sin problemas en el exterior durante todo el año , creciendo sobre árboles que por un motivo u otro estén secos, o también por aquellos vivos… siempre y cuando sean completamente adultos. Si son jóvenes, y te hablo desde la experiencia de tener un jazmín creciendo sobre un almendro, no es aconsejable. El jazmín, aunque no es una planta invasora, sí que crece rápido, y sus tallos se sujetan con fuerza -sin llegar a estrangular la rama del árbol-. Por lo que es preferible tenerlo en árboles de cierta edad, cuyas ramas sean gruesas y puedan soportar sin dificultad la fuerza del jazmín. Aún así, debes saber que se puede podar siempre que lo consideres necesario .
Nuestro protagonista no es exigente en cuanto a tipos de suelo , pudiendo vivir en aquellos que son arcillosos. Si se va a tener en maceta, en cambio, se debe de optar por utilizar un sustrato poroso, para que las raíces no queden encharcadas tras cada riego, el cual deberá de ser frecuente en verano -entre 2 y 3 veces por semana-, y ocasional el resto del año -entre 1 y 2 veces por semana-. Aunque lo ideal es que reciba la luz directamente del sol , podemos tenerla en sitios con semisombra.
Fertiliza tu jazmín durante toda la temporada de crecimiento con un abono específico para plantas verdes, o con abonos naturales como guano o humus de lombriz, y obtendrás una trepadora resistente a plagas y, lo más importante: perfectamente cuidada .
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