Planta de la Araujia

Las trepadoras son una maravilla: nos permiten ocultar muros y paredes que no queremos que se vean, y además producen flores que devuelven la alegría al lugar donde se encuentran. Pero a veces, se adaptan tan bien en algunas zonas que crecen y crecen… volviéndose nocivas para el medio natural. Este es el caso de la Araujia sericifera , más conocida como jazmín de Tucumán o miraguano.

En muchos países, entre los que se incluye España, está considerada como especie invasora y ha sido incluida en el Catálogo Español de Especies exóticas invasoras. Por este motivo, te vamos a hablar de ella para que, de esta manera, puedas identificarla y evitarte problemas.

¿Cuál es su origen y sus características?

Araujia sericifera

Nuestra protagonista es una trepadora nativa de América del Sur. Como comentábamos, su nombre científico es Araujia sericifera , y se la conoce como miraguano, jazmín de Tucumán y planta cruel. Desarrolla tallos que crecen en espiral y que pueden alcanzar una longitud de hasta 7 metros . Las hojas son perennes, de color verde pálido, ovado-oblongas y vellosas por el envés.

Las flores son tienen forma tubular , y están compuestas por 5 lóbulos muy atractivos para las mariposas y las abejas. Son fragantes, y aparecen desde verano hasta el otoño. El fruto recuerda mucho al aspecto que tiene la pera, y en su interior encontramos muchas semillas negras que están cubiertas de largos pelos sedosos.

¿Dónde está considerada invasora?

Fruto de la Araujia

La Araujia sericifera es una planta realmente preciosa, que podría tenerse en un jardín mientras que no hubiera heladas, pero al tener un crecimiento tan rápido puede llegar a debilitar otras plantas que haya a su alrededor. Por este motivo, en lugares fuera de su distribución natural no se ve con buenos ojos .

Y es que, si su innegable valor ornamental la ha llevado al sur de Europa, Sudáfrica, América del Norte, Australia y Nueva Zelanda , ahora es precisamente en esos lugares donde está causando estragos al medio natural. Por este motivo, está prohibido su posesión, transporte, tráfico y comercio.

Una verdadera pena, la verdad. Pero hay que proteger la fauna y flora autóctona antes que nada, ya que son las que hacen que cada ecosistema sea único y especial.


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