Las zonas difíciles del jardín: ¿qué hacer en ellas?

En todo jardín existen esas áreas, grandes o pequeñas, en las que ninguna planta parece funcionar, donde el césped se llena de musgo, el agua de la lluvia se embalsa, o simplemente a las que no se les sabe dar un uso bien definido o quedan como rincones sin sentido. He aquí algunas ideas y soluciones para hacer de la necesidad virtud y darle una oportunidad a la creatividad.

Algunos tipos de bambúes y la hiedra funcionan muy bien en las zonas de sombra del jardín. Abajo, rododendros al pie de un árbol, y presencia de musgo en el césped.

Problema: Zonas en pendiente

Ideas:

Un terreno en desnivel puede suponer un problema a la hora de plantear un jardín, sin embargo sus posibilidades estéticas son grandes. Las zonas en pendiente se suelen solucionar aterrazando y creando bancales de plantación más o menos llanos a diferentes alturas, o bien formando taludes en los que se combinan piedras y plantación. Si la pendiente es exagerada se puede suavizar mediante muretes de contención. En cualquier caso, un jardín en pendiente debe ser planificado con mucho más cuidado que uno llano, ya que la improvisación puede acarrear problemas de muy difícil solución. En nº 51, páginas 48-49, te contamos cómo construir una rocalla.

Problema: Escasez de luz

La mayoría de los problemas que presenta un jardín tienen solución: asesórate en tu centro de jardinería sobre la mejor manera de resolverlos.

Ideas:

La presencia de altos muros, árboles o construcciones muy próximas impiden muchas veces que un jardín o algunos rincones reciban suficiente luz. La solución es elegir las plantas que se dan mejor en sombra o semisombra: entre las de flor, muchas bulbosas, prímulas, rododendros, arces, pieris, camelias; entre las de follajes variegados, grises o dorados, que iluminan los rincones oscuros durante todo el año, la vinca variegada, el Eleagnus pungens ‘Maculata’ y Eleagnus ebbingei ‘Limelight’, algunas hiedras y las numerosas variedades matizadas de color crema, dorado o plata del acebo (Ilex aquifolium); los helechos y muchas especies de bambú. Ver más.

El uso de áridos también juega un papel importante en estos jardines donde el césped no vive bien; si se cubre el suelo con una capa de grava blanca, por ejemplo, se ganará claridad; las tarimas de madera y el césped artificial son otra opción. El uso adecuado de la iluminación, la presencia del agua en forma de fuentes o cascadas, y la elección de un mobiliario claro contribuirán también a crear un espacio atractivo (más información en nº 54, páginas 20-24).

Problema: Suelo encharcado

Ideas:

Lo primero es tratar de hallar la causa del encharcamiento e intentar solucionarlo. Si no hay roturas o pérdidas en el sistema de riego, puede que el agua quede retenida por un mal drenaje del terreno. Si no se puede instalar un sistema que evacúe el agua sobrante, se puede realizar en ese punto una plantación capaz de absorber mucha agua: árboles grandes como el Cedrus atlantica, si hay mucho espacio; sauces (Salix babilonica y Salix alba) o chopos (Populus alba y Populus italica) si es lejos de viviendas, piscinas o pozos. Para espacios algo menores o próximos a construcciones, conviene un tulipero (Liriodendron tulipifera). Más opciones: el bambú (Phyllostachys aurea o Phyllostachys nigra) o los cornejos (Cornus alba, ver ficha ), helechos y aromáticas como la menta (Mentha piperita).

Problema: Zonas con fuertes corrientes de viento

Ideas:

Hay determinadas zonas en los jardines o en las terrazas donde se producen corrientes de aire o el viento sopla con más fuerza. En ellas se puede crear un seto cortavientos con alguna cupresácea tupida y de rápido crecimiento, como Cupressocyparis leylandii, ideal para jardines grandes, o la popular Cupressus arizonica, muy resistente a la sequía, los fríos y las heladas, y capaz de vivir en casi todo tipo de suelos, incluso los secos y calcáreos. Otra opción es crear una pantalla con alguna bambusácea, como el bambú macho o Dendrocalamus strictus, ideal para setos altos, aunque no resiste menos de -3 grados, o el Sasa latifolia, para setos de hasta dos metros, de hojas grandes (50 centímetros de largo y 10 de ancho) y follaje muy tupido, capaz de soportar -18 grados. Otra alternativa, esta vez muy florida y capaz de adaptarse todo tipo de clima, es la adelfa (Nerium oleander), a condición de que se pode convenientemente para mantener un seto compacto.

En las terrazas, las celosías pueden actuar eficazmente como cortavientos (encontrarás muchas alternativas en tu centro de jardinería); puedes enredar en ellas una trepadora, como la infalible Trachelospermum jasminoides o jazmín chino, que aparte de dar una fragante floración en primavera y verano, tiene un tupido follaje perenne de hojas coriáceas, no es exigente con el suelo ni con la luz, y aguanta el frío y las heladas.

Si la solución no es un seto, entonces habrá que elegir para esa zona ventosa especies que soporten las corrientes de aire, como las antes mencionadas, que pueden plantarse también de forma aislada, o el Phormium, de hojas variegadas largas como espadas ( ver artículo ), apto también para zonas costeras y salinas, como el tamarindo rosa (Tamarix ramosissima).

¿Problemas de drenaje en el jardín?,

Jardines de sombra,

• Construir una rocalla,


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