¿Qué son los fitosanitarios ecológicos?
La tendencia creciente a practicar una jardinería y una horticultura más respetuosas con el medio ambiente ha llevado a los principales fabricantes de fertilizantes, insecticidas y fungicidas a lanzar productos que se definen como naturales, biológicos, ecológicos. ¿Pero en qué se basa esta nueva generación de fitosanitarios?
El sello Utilizable en agricultura ecológica garantiza que los fitosanitarios cumplen la normativa europea al respecto. Abajo, la imagen de un ave marina identifica la presencia de guano en la composición.Bio: esa es la palabra clave en la nueva generación de fitosanitarios para uso doméstico que la industria ha lanzado en respuesta a la sensibilización cada vez mayor de la sociedad sobre el cuidado de la Naturaleza, con la que jardines y huertos forman un todo. Natural, biológico, orgánico, ecológico son las palabras que distinguen a estos abonos y fertilizantes, insecticidas y fungicidas. Son, en principio, respetuosos con el medio ambiente y no contaminantes si se cumple la dosificación indicada (ver abajo). Algunos exhiben el sello Apto para —o utilizable en— la agricultura ecológica, lo que garantiza que se ajustan a las reglamentaciones técnicas de la normativa comunitaria y cuentan con los correspondientes permisos legales.
Sean químico-sínteticos, o biológicos, los fitosanitarios deben aplicarse respetando las recomendaciones del fabricante tanto en dosificación como en manipulación. Abonos de origen natural
Sean químico-sínteticos, o biológicos, los fitosanitarios deben aplicarse respetando las recomendaciones del fabricante tanto en dosificación como en manipulación.
Tradicionalmente, la agricultura se ha valido de abonos de origen natural, los llamados orgánicos —mantillo, estiércol bien fermentado de vaca o caballo, principalmente—, productos de liberación lenta y acción progresiva y sostenida, que no solo aportan nutrientes sino que, además, mejoran la estructura del suelo aumentando su esponjosidad y capacidad de retención de agua e incentivando la actividad microbiana del sustrato (ver Abonos orgánicos, el reciclaje de la vida). Con ellos no existe riesgo de que las raíces se quemen por dosificaciones excesivas.
Los principales fabricantes de fitosanitarios apuestan hoy fuertemente por estos productos: Asocoa con el Estiércol de Caballo Puro, que se granula para que conserve vivas sus bacterias; Compo, con Compo Natural Mantillo 100%; Massó Garden y Asocoa (Vermicompost) con el humus puro de lombriz. Flower, por su parte, ofrece compostadoras para fabricar compost en casa con los desechos vegetales del jardín, y un acelerador natural para que el proceso sea más rápido.
Opciones ‘bio’ entre los abonos granulados
También entre los abonos granulados, que se esparcen sobre la tierra y liberan los nutrientes a lo largo de varios meses, existen hoy numerosas opciones bio. Se basan en el guano (ver recuadro), las algas marinas y distintos ingredientes de origen vegetal o animal. Por ejemplo, el Abono Universal de Compo Natural, compuesto de harina de hueso, sulfato de potasio, vegetales de la industria alimenticia, kieserita, guano de aves marinas y melazas. El Abono para Tomates, Berenjenas y Pimientos de Massó Garden, a base de pulpa de aceitunas, además del Abono Eco Huerta-Frutales. Todos son aptos para la agricultura ecológica.
La variedad de abonos granulados ecológicos de Asocoa es extensa: Fertilizante Compuesto Trivalent Bio, elaborado con materias orgánicas de origen animal y algas, sin materia inerte en su composición, ni desechos patógenos ni antibióticos; el Abono Palmeras y Kentias, orgánico, de origen animal y vegetal y liberación lenta; el Abono Algas Bio, fertilizante bioestimulante y reforzante compuesto por harina de algas marinas, para todo tipo de plantas; el Abono Pescado Bio, muy rico en fósforo y nitrógeno, para asegurar el enraizamiento y el cultivo; el Abono Asta y Pezuña, orgánico natural al 100%, indicado como abonado de fondo ya que cuenta con un alto contenido en nitrógeno de liberación lenta que el terreno asimila suave y progresivamente, dando alimento constante a las plantas durante más de un año; el Abono Hemoglosan, de ciclo corto y rápida liberación, obtenido por hidrólisis enzimática de hemoglobina pura de cerdo, que acelera la floración y la fructificación, da más sabor a las hortalizas y resulta muy eficaz para el abono de los magnolios, por ejemplo, haciendo que sus hojas brillen más.
fertilizantes líquidos,
Los por su parte, de efecto más rápido que los abonos orgánicos y granulados, se suministran con el agua de riego o se pulverizan directamente sobre las hojas. Muchos de ellos están compuestos de guano, pero también de otras sustancias de origen vegetal o animal. Los hay universales y específicos. El Fertilizante Universal Natural de Compo proviene de vinazas de remolacha y de fosforita. El de Massó Garden, con oligoelementos, es especial para cítricos. Asocoa ofrece un Abono Amino Express, obtenido por hidrólisis controlada de proteínas naturales; Humus líquido, basado en residuos vegetales; Abono Crecimiento, a base de algas, y Abono orquídeas. Flower, a su vez, presenta un Humus líquido; Abono Crecimiento y Abono Flor, con aminoácidos naturales y extracto natural de algas. Y Fertiberia Jardín, Bio Crecimiento y Bio Floración para plantas de terraza e interior, enriquecido con aminoácidos naturales y extracto de algas.
INSECTICIDAS BIOLÓGICOS
Los insecticidas biológicos persiguen actuar sobre las plagas dañinas para las plantas sin afectar a los insectos beneficiosos. Para ello se valen de diferentes ingredientes de origen natural, entre ellos:
• Esporas y toxinas de Bacillus thuringiensis ‘Kurstaki’.
Para controlar las orugas de todo tipo de lepidópteros —polillas, procesionarias, mariposas blancas— e incluso el escarabajo de la patata, en hortalizas, frutales caducifolios, coníferas, cítricos, olivos, se utilizan estas esporas y toxinas que actúan por ingestión provocando en las voraces orugas una pérdida del apetito, con lo cual el daño cesa. Para que sea eficaz se debe utilizar en los primeros estadios larvarios. Se presenta en polvo (en sobres), con el que se prepara un caldo que debe aplicarse con pulverizador fino una vez a la semana, y el doble en verano. Tienen insecticidas biológicos de este tipo Batlle, Compo, Massó Garden, Asocoa, Flower, Fertiberia Jardín y Zapi (Ibysan).
• Extracto de neem.
El aceite que se obtiene de las hojas, cortezas y raíces del árbol de neem (Azadirachta indica) actúa por contacto o ingestión rompiendo el ciclo vital de la mosca blanca, trips, orugas, cochinilla, escarabajo de la patata, en todo tipo de plantas. Febrero y marzo son los meses ideales para aplicarlo con éxito. Flower comercializa Extracto e Insecticida Natural de Neem.
• Piretrinas.
Obtenidas del pelitre, extracto de flores disecadas de Chrysantemum cinerariaefolium, las piretrinas son un potente insecticida natural que Massó Garden combina con butóxido de piperonilo como sinergizador. Está indicado para combatir pulgones, hormigas y otros insectos en plantas ornamentales.
CONTRA LAS ENFERMEDADES FÚNGICAS
Los tratamientos fungicidas solo son preventivos. Los ecológicos suelen basarse en:
• Sales y óxido de cobre.
La mayoría de los fungicidas biológicos se basan en el oxicloruro de cobre o el óxido cuproso, de acción preventiva contra gran número de hongos, especialmente el míldiu, la roya, el moteado y las podredumbres que atacan las plantas ornamentales y frutales de pepita y hueso, cítricos y olivos. Se disuelven en agua y el efecto es rápido, eficaz y persistente por su adherencia. El oxicloruro de cobre está presente en los fungicidas biológicos de Batlle, Compo y la Sal de Cobre de Flower; y el óxido cuproso en los de Massó y Fertiberia.
• Equisetonina.
El Preventivo Hongos Ecofung, de Asocoa, permite controlar la roya, el oídio, el míldiu y otros gracias a una saponina repelente de los hongos que se obtiene del equiseto o cola de caballo. Es inocua y biodegradable, e ideal como complemento del abonado tradicional.
• Tricodermas.
Con las esporas de diferentes cepas de Trichoderma harzianum, un hongo antagonista de patógenos vegetales, Flower elabora un fungicida natural que se presenta en forma de polvo. Se aplica en el suelo para proteger las raíces de los efectos dañinos del Pythium, Rhizoctonia, Fusarium, Sclerotinium, hongos que actúan sobre ellas y el cuello de las plantas.
• Permanganato de potasio.
Este potente oxidante antioídio sirve además para controlar la negrilla, musgos y líquenes que se desarrollan sobre las plantas ornamentales, coníferas, cítricos y olivos. El Bioper, de Flower, presenta este ingrediente.
LA DOSIS CORRECTA
Sean químico-sínteticos, o biológicos, los fitosanitarios deben aplicarse respetando las recomendaciones del fabricante tanto en dosificación como en manipulación. El que sean naturales no implica que el exceso no pueda resultar perjudicial o contaminante. Las dosis que pauta el etiquetado de los envases deben considerarse generales; hay que tener en cuenta que muchas especies escapan a ellas y exigen dosis menores. La aportación debe responder a las necesidades de la planta, que así será capaz de asimilarla correctamente para su desarrollo y no habrá riesgo de pérdidas en el medio ambiente. Asimismo, las aplicaciones deben practicarse con máscara y guantes cuando esté indicado, para proteger piel, boca, ojos y nariz, especialmente cuando se trate de pulverizaciones.