Planta en otoño las bulbosas de primavera

Si la próxima primavera quieres disfrutar de las flores de tulipanes, narcisos, jacintos, crocus, fritillarias y tantas otras bulbosas, debes plantar los bulbos preferentemente entre septiembre y noviembre. Aquí te contamos cómo se hace correctamente.

Tulipanes en flor en primavera. Si quieres disfrutarlos en tu jardín debes plantar los bulbos entre septiembre y noviembre. Foto: Rok1966

Entre septiembre y noviembre se plantan las bulbosas que florecen en primavera: tulipanes, jacintos, narcisos, crocus, fritillarias, Galanthus nivalis, muscaris, ranúnculos o francesillas, anémonas de Caén, escilas e ixias, entre tantas otras.

Es importante plantarlos antes de que se produzcan las primeras heladas y comience a apretar el frío.
Estas plantas se caracterizan por contar con un órgano de reserva subterráneo —un bulbo propiamente dicho, un cormo, un rizoma o una raíz tuberosa— capaz de generar una nueva planta. Se trata por lo tanto de darles el tiempo y el periodo de frío que necesitan para arraigar, desarrollar los tallos y hojas y emitir las flores. Es importante plantarlos antes de que se produzcan las primeras heladas y comience a apretar el frío.

Las bulbosas se pueden usar en parterres y todo tipo de contenedores —algunas incluso en tiestos colgantes—, a condición de que dispongan de unos 25-30 centímetros de profundidad y buen drenaje. Según la especie, pueden plantarse a pleno sol o bajo la copa de los árboles, como los crocus, Galanthus nivalis, jacintos y algunas variedades de narcisos.

Qué necesitan

• Ofréceles un sustrato rico y ligero.

Las bulbosas agradecen los suelos ricos en materia orgánica y humus, pero sueltos y bien drenados.

• Excava hoyos

de la profundidad y con la separación que indique el envase de los bulbos. Fíjate en todo caso en la información de la página derecha. Si el suelo es muy arcilloso, los hoyos deberán ser un poco menos profundos.

• Necesitan riego regular,

sobre todo si están en un tiesto. El sustrato no debe secarse, pero ten en cuenta también que son muy sensibles al exceso de agua, que puede provocarles pudrición. Deberás ajustar bien la dosis de agua y asegurarte de que el suelo drena bien.

• No precisan abono,

ya que el bulbo contiene todos los nutrientes que la planta precisa para desarrollarse correctamente. Para que acumulen reservas de un año a otro es importante dejarlos enterrados tras la floración hasta que las hojas se sequen, lo que marca el momento de extraerlos y guardarlos.

• Acolchar el suelo

con paja o corteza de pino preservará a los bulbos de las heladas y el frío.

La plantación, paso a paso

• Prepara la tierra.

Ya sea en el suelo del jardín o en una maceta, antes de hacer los hoyos debes limpiar la tierra de malas hierbas, mullirla y mezclarla con un poco de turba húmeda.

• Presenta los bulbos.

Antes de hacer los hoyos, distribuye los bulbos de manera uniforme teniendo en cuenta la distancia adecuada de plantación.

• Excava los hoyos.

Sobre el suelo recién regado haz los hoyos con un plantador de bulbos o una palita.

• Asegura el drenaje.

Si el sustrato no es suficientemente poroso será preciso añadir arena de río en el fondo del hoyo para favorecer el drenaje y el desarrollo de las raíces que emitirá el bulbo.

• Introduce el bulbo en posición vertical.

El bulbo debe situarse en el centro del hoyo con el punto de crecimiento hacia arriba.

Rellena con tierra rica.

• Riega abundantemente.


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