Muchas veces nos encontramos con plantas suculentas que tienen formas fantásticas y extrañas. Existen tres típicas variaciones del crecimiento y de la forma natural de la planta suculenta: las formas crestadas, los crecimientos monstruosos y la variegación , derivadas a menudo de anomalías morfoanatómicas o del desarrollo vegetal.

Las formas crestadas de las plantas suculentas

Las crestaciones, también conocida como fasciación, son una alteración de crecimiento del vástago, en el que el meristemo apical se expande anormalmente y el desarrollo nuevo de los tallos comienza a ensancharse y aplanarse,  dando como resultado un crecimiento perpendicular de la planta en forma de abanico o con cresta.

No existe acuerdo en las razones por las que ocurre esta deformación del crecimiento que encanta a los horticultores. Es muy raro conseguir estas variaciones de forma espontánea en la naturaleza. Habitualmente las formas crestadas se pueden reproducir vegetativamente sin dificultades. En una forma crestada, el punto de crecimiento comienza en un solo ápice lateral, en una larga línea consistente en muchos puntos de crecimiento dispuestos de forma simétrica, formando patrones.

La cristación es un fenómeno bastante frecuente en Cactaceae  y también en otras familias suculentas como en Euphorbiaceae, Crassulaceae, Asclepiadaceae, entre otras. Las plantas que presentan la variación crestada incluyen el término “forma cristata” o “f. Cristata” después  del nombre de la especie.

Los cactus monstruosos

La monstruosidad puede ser descrita como la aparición inusual de brotes disminuidos con ramificación caótica. Los cactus monstruosos crecen a partir de puntos aleatorios, como si fuera el punto dominante, lo que resulta en  crecimiento de plantas asimétricas y cubiertas de protuberancias y verticilos. Las formas monstruosas no son comunes entre las suculentas foliares, es un fenómeno más común en los cactus y las Euphorbias.

Las plantas que presentan la variación monstruosa incluyen el término “forma monstrosa” o “f. monstrosa” después  del nombre de la especie.

Las suculentas crestadas y los cactus monstruosos se cultivan igual que las plantas normales de la misma especie, excepto que tienden a ser más sensibles. Muchas plantas crestadas y monstruosas a menudo se injertan para acelerar el crecimiento y hacerlas más resistentes. La poda de los brotes normales ayuda a que la forma de la cresta crezca mejor y se forme más, pero a veces estos brotes pueden volver a crecer de forma normal. Hay formas monstruosas que pueden llegar a confundirse con crestadas y solo especialistas pueden distinguir la diferencia.

Imagen portada por Alan Vernon (Flickr: Fasciated (or Crested) Saguaro Cactus.) CC BY 2.0 , via Wikimedia Commons

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