Si bien las suculentas suelen ser plantas que requieren suficiente luz solar para un sano crecimiento, el exceso de luz podría causar insolación o quemaduras en tus suculentas.  Esto también dependerá de las especies, por ejemplo los cactus son más tolerantes a la luz solar puesto que son plantas originarias del desierto, pero no todas las suculentas tienen el mismo origen, incluso los cactus pueden sufrir quemaduras dependiendo de las condiciones de su crecimiento.

Los síntomas de quemaduras o insolación en suculentas y cactus suelen aparecer cuando cambian sus condiciones y ambiente de crecimiento de forma brusca. Las suculentas y cactus jóvenes son más sensibles a la exposición del sol directa. Cuando movemos una suculenta de un lugar con semi sombra para cambiarla a un espacio con más exposición de luz debemos hacerlo de forma gradual para que la planta se vaya aclimatando. De igual forma,  la exposición al sol a través de los cristales de una ventana podrían producir quemaduras a las plantas.

Cómo reconocer si mi suculenta tiene quemaduras

Cuando las suculentas no tienen suficiente luz les suele ocurrir un fenómeno que se llama etiolación, en el cual las plantas suculentas comienzan a estirarse . Por otra parte, cuando las suculentas sufren un exceso de exposición a la luz, pueden presentar algunos síntomas.

Las quemaduras de la suculentas se reconocen como manchas marrones o cicatrices callosas en sus hojas y/o tallos. Generalmente podrás distinguir el cambio de color en sus hojas, las cuales además, tendrán una textura más rugosa. En el caso de los cactus, sobre todo aquellos que no tienen muchas espinas o pelos que lo recubran para su protección, suele reconocerse porque la epidermis, entre sus costillas, se tornan de color amarillento.

Cómo salvar una suculenta con quemaduras

La prevención es el mejor tratamiento para evitar las quemaduras y la insolación en suculentas y cactus. Una vez que las hojas están quemadas no hay manera de repararlas o revertir el daño. La única acción que podemos realizar es ajustar el entorno de iluminación o moverlas para que la planta reciba una más luz adecuada. Podríamos podar las hojas dañadas o dejarlas y esperar a que mueran.

Debemos estar atentos y proteger las plantas suculentas de condiciones de luz o temperatura  extrema que podrían estresarla. También es recomendable, si están cerca de la ventana, mantenerlas abiertas para que circule el aire.

Cuando observamos síntomas de insolación en plantas suculentas sembradas en jardines y patios, o en cactus que por su tamaño no se pueden mover debemos pensar en alternativas para evitar que el sol les caiga directamente como cobertores especiales que minimicen el impacto de los rayos del sol.

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Imagen portada pr en Flickr

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