Si bien las suculentas y cactus son plantas poco propensas al ataque de plagas e insectos, como cualquier otra planta, pueden ser presas de las típicas plagas de invernaderos, como el cochinillo, la escala, los ácaros y la mosca blanca. Aún así, esto no debe ser motivo de preocupación: las plantas y las plagas siempre van ligadas. Nuevas plantas atraerán plagas nuevas a casa, es imposible librarse por completo de ellas. Lo que sí se debe hacer es tomar el control de la situación, antes de que tus plantas se vean perjudicadas.
Existen algunas maneras simples, relativamente libres de toxinas, para ayudar a la lidiar con las plagas e insectos indeseables de nuestras suculentas.
La cochinilla
Es probablemente la plaga más común en suculentas y cactus. Existen varios tipos, pero la de invernadero, la cítrica, y en ocasiones las versiones de cola larga son las que se encuentran con mayor frecuencia. Parecen pequeños bichos blancos, y tienen el hábito de encontrar los puntos más externos y visibles de tus plantas. Las masas blancas y algodonosas son signos de que se están reproduciendo: son estos sus nidos. Estos agresores socavan la fuerza de una planta infestada, y, con el tiempo, son capaces de causar un declive visible, aunque pocas veces fatal, en tus suculentas.
Afortunadamente, son de las plagas más fáciles de controlar. Lleve su planta al fregadero o manguera más cercana y báñela con alta presión. Las cochinillas pueden ser expulsadas con una fuerte corriente de agua. Otra manera de limpiarlas es con un hisopo bañado en alcohol isopropílico; limpie todo lo que vea infectado y enjuague con agua limpia antes de retornarla a su lugar. Un par de gotas de jabón lavaplatos en un litro de agua es también otra arma útil contra esta plaga. El jabón crea un ambiente húmedo, rompiendo el revestimiento exterior ceroso de muchos insectos de cuerpo blanco. Los controles biológicos como las mariquitas depredadoras también son eficaces, aunque toman un tiempo para conseguir resultados.
Si notas señales de declive en tus suculentas sin razón aparente, sáquelas de sus macetas y verifique las raíces. Hay un tipo de cochinilla que hace su hogar subterráneo y se alimenta de las raíces de las plantas. Suelen ser los peores, pues por lo general solo se notan cuando la planta ha sufrido.
Ácaros y arañas rojas
Estos, como la cochinilla mencionada en el párrafo anterior, no suelen notarse hasta haber causado estragos en la planta. Factores que los atraen son el calor y las condiciones secas: lo que hace de las suculentas sus nidos ideales. Además, son más difíciles de controlar que otras plagas; pero con todo, no son imposibles de tratar. Aunque los ácaros no son realmente insectos, son capaces de devastar una planta. Comúnmente se notará por que aparecerán manchas marrones en el caso de los cactus y suculentas.
Comience su control vigilando las plantas. Separe las infectadas de las sanas, a fin de evitar que la plaga se propague. Luego, atáquelos con insecticidas o acaricidas. Rocíe de vez en cuando.
Gorgojos y Cocoideos
La mejor forma de erradicar estas plagas es mediante el uso de insecticidas.
Los gorgojos, similares a los escarabajos, los notarás pues marchitarán las hojas y harán colapsar las plantas. Estos se alimentan de las hojas y el tejido; de no tratarse a tiempo, destruirán la planta. Mátalos de manera individual.
En cuanto a los cocoideos, su color varía del marrón claro al oscuro y están cubiertos de escamas. Se parecen a incrustaciones de hongos o bálanos a los lados de las plantas. Estos insectos absorben la savia y transmiten enfermedades. Erradícalos lo antes posible.
Mosca blanca
La mosca blanca, como su nombre lo indica, son pequeñas moscas de color blanco, que parecen tener afición por las Euphorbias, en particular las que tienen hojas blandas. Quizás la manera más agradable de controlar estas plagas sea mediante las avispas parásitas; en tan sólo una semana pueden acabar con una población numerosa de moscas blancas. Aerosoles de jabón insecticidas pueden ser eficaces también.