La poda de un rosal es una de las tareas que tenemos que realizar cada año. Es muy importante, pues gracias a ella obtendremos una planta llena de bellas flores , con un estado de salud excelente.
Es mucho más fácil de lo que parece, pero si no sabes cómo podar un rosal , en esta ocasión vamos a aprender todo lo necesario sobre el tema.
Época de poda
Los rosales son arbustos que se pueden podar a lo largo de todo el año. Si bien es cierto que nos darán ‘más trabajo’ mientras estén floreciendo, es decir, desde primavera hasta otoño, es conveniente ir podándolos también en invierno a menos que vivamos en una zona muy fría donde haya heladas. Ahora bien, si se quieren hacer esquejes la época ideal es en febrero/marzo en el Hemisferio Norte y en octubre/noviembre en el Hemisferio Sur.
¿Qué se necesita para podar?
Antes de proceder a podar nuestras plantas es muy recomendable preparar todo aquello que vamos a necesitar. En este caso, será:
- Guantes : para proteger nuestras manos de las espinas.
- Tijeras podadoras: imprescindibles para trabajar.
- (OPCIONAL) Pasta cicatrizante: aunque no es imprescindible, si se quiere se puede aplicar pasta cicatrizante en cada corte.
Paso a paso: Podar un rosal
Ahora que ya lo tenemos todo, vamos a proceder a podar. Para ello, hay que seguir este paso a paso:
- Quitaremos los chupones, las ramas débiles y aquellas que no hayan florecido.
- A medida que las flores se vayan marchitando, es imprescindible podarlas para favorecer la brotación de nuevas rosas.
- Las ramas vigorosas, es decir, aquellas que se llenen de flores, se podarán por encima de la quinta yema; en cambio a las más jóvenes se les dejarán dos yemas.
- Por último, es muy recomendable quitar las ramas que se entrecrucen para que toda la planta pueda tener toda la luz solar que necesita.
Así lograremos tener unos rosales perfectos 🙂 .