La rosa rugosa, también conocida como rosa japonesa o ramana del Japón
, por su procedencia del este asiático, China, Japón y Corea, es un arbusto que pertenece a las
rosas silvestres
.
Estamos hablando de un
arbusto muy resistente, capaz de soportar ubicaciones extremas
, como son las arenas cerca de la costa, donde es posible encontrarlas en su estadio natural.
Características de la rosa rugosa
- Cualquier amante de la jardinería que no haya visto nunca una rosa rugosa, sabrá que esta ante una por el aspecto de sus hojas, muy rugosas, de ahí su nombre
- Sus hojas son redondeadas, algo rústicas y gruesas, mucho más que las de los rosales modernos
- Es un arbusto de hoja caduca, al llegar el invierno pierde todas sus hojas
- Sus tallos están completamente cubiertos de espinas cortas y duras , incluso las hojas pueden tener espinas. Mucho cuidado al manipularlo, hay que utilizar guantes de cuero que sean duros
- Las flores de la rosa rugosa crecen en solitario, con un diámetro de unos nueve centímetros, suelen ser perfumadas y van desde el blanco a rosa oscuro
- Después de la floración, nos quedan los escaramujos , que podremos ver como en otoño adquieren un tono rojizo peculiar. Son redondeados y mucha gente piensa que son como tomates pequeños
- No es un arbusto excesivamente alto, suele medirr entre un metro y metro cincuenta de altura
Cuidados de la rosa rugosa
Quizás por lo rustico de este arbusto y la resistencia de sus hojas,
no es frecuente que sea atacado por las
enfermedades típicas de los rosales
, aunque bajo determinadas circunstancias, puede sufrir de mancha negra.
Debido a que
tienen unas espinas muy peligrosas,
debemos sembrarlo en lugares que no sean muy de paso y bien separados de otras plantas, que no sean los propios rosales.
Los podemos utilizar para crear macizos
, como crecen muy tupidos, son ideales para crear barreras contra animalillos o curiosos.
Su ubicación debe ser a pleno sol, donde estarán perfectos.
No requieren de suelos especialmente ricos
, aunque si necesitan que tengan un buen drenaje, no soportan los estancamientos.
Aunque no necesiten suelos ricos, si los aportamos una buena cantidad de materia orgánica, es evidente que van a crecer más y florecer más. Si los abonamos,
siempre con
abonos orgánicos
, una sola vez al finalizar el invierno.
Son muy resistentes a la sequía.
Debemos regar dos o tres veces a la semana de forma abundante, pero si nos saltamos algún riego… no pasa nada.
Además de ser resistentes a las sequías, también
toleran perfectamente las bajas temperaturas
, lo que les hace ser unos
arbustos paisajísticos ideales.
Son los arbustos indicados para jardines de bajo mantenimiento.
En cuanto a podas, sólo las justas para mantener los arbustos dentro de un orden
, no soportan las podas drásticas…no es un rosal moderno, es un rosal silvestre que no está acostumbrado a ser podado.