Adenium obesum

Adenium obesum

¿Quién no se ha enamorado alguna vez de la Rosa del desierto ? Esta extroardinaria planta con porte arbustivo tiene unas flores de colores muy vistosos, y su mantenimiento no es tan complicado como pueda parecer, como verás a continuación.

Anímate a ampliar tu colección de cactus y suculentas añadiendo un ejemplar. Verás como no te arrepientes.

Adenium boehmianum

Adenium boehmianum

La Rosa del desierto pertenece al género Adenium y, aunque la especie más conocida -y más fácil de encontrar- es la A. obesum, hay algunas más que son igual de interesantes; como por ejemplo el A. boehmianum o el A. multiflorum. Son originarios de Sudáfrica, en donde disponen de un clima subtropical seco (con temperaturas mínimas que pueden llegar a los 0 grados Celsius, pero sin heladas) y, al igual que todas las plantas caudiciformes, tienen un crecimiento lento, pudiendo estar en una misma maceta durante años.

Pero… no se puede plantar en cualquier sustrato, pues es muy sensible a la podredumbre por exceso de humedad. Para conseguir un sustrato que drene bien y rápido el agua, se puede hacer la siguiente mezcla: 30% perlita + 30% turba negra + 20% fibra de coco + 20% vermiculita. En el interior del tiesto se recomienda poner una capa de greda volcánica o de bolas de arcilla; así nos aseguramos de que las raíces no estarán en contacto permanente con el agua. Agradecerá un riego semanal durante toda la temporada de crecimiento , esto es, desde primavera hasta finales de verano.

Adenium multiflorum

Adenium multiflorum

Si vives en una zona donde los inviernos son fríos, con temperaturas cercanas a los 2 grados bajo cero, protege tu planta con plástico transparente y suspende los riegos a partir de septiembre-octubre hasta que el mercurio del termómetro se mantenga por encima de los 10ºC. Si en tu zona el invierno es aún más frío resguarda tu Rosa del desierto en el interior del hogar , en una habitación donde reciba mucha luz.

El abonado, como hemos visto esta semana, se puede hacer aprovechando las cáscaras de huevo , los posos de té o de café (fríos), compost … Por supuesto, también puedes usar un fertilizante químico específico para cactus siguiendo las recomendaciones del fabricante.

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