Las plantas trepadoras son siempre bonitas pero las más hermosas son aquéllas que además de sus hojas regalan sus flores de colores.
Una que cautiva la mirada es la
Thunbergia alata, una planta trepadora
que es más conocida como
Ojos de poeta
. Es ideal para tener en lugares que queremos resaltar pues además de aportar un manto verde regala color y armonía.
Características
Además de ser conocida como Ojos de poeta en algunos lugares el nombre vulgar con le que se la reconoce a la Thunbergia alata es Susana de ojos negros . En ambos casos, hablamos de una planta trepadora originaria del sur de África cuya floración ocurre desde mediados de la primavera hasta finales del otoño por lo que es posible disfrutar de sus flores anaranjadas durante varios meses.
La vida de esta planta supera los dos años y puede alcanzar una altura promedio de dos metros aunque los ejemplares más grandes llegan a los 3 metros de altura. La floración de esta trepadora es muy abundante y por eso se destaca en un paisaje verde. Lo más común es que las flores sean de color naranja aunque es posible encontrar variedades blancas, amarillos y azules. Las hojas son opuestas y presentan un borde apenas dentado mientras que los tallos forman espiras.
Una vez que finaliza el otoño, las flores caen pero aún es posible disfrutar de la planta pues conserva su follaje de un color verde suave.
La siembra de la planta se realiza a partir de semillas y la germinación se produce cerca de dos semanas más tarde. El trasplante debe realizarse durante la primavera.
Cuidados de la planta
Si quieres tener una Ojos de poeta en cas a, debes saber que esta planta necesita de la luz solar aunque también se adapta sin inconvenientes a lugares de semi sombra. Durante el verano, la planta no debe estar expuesta a los rayos solares por lo que puedes reubicarla en un lugar más protegido.
El suelo debe ser rico en materia orgánica, neutro y fresco sin olvidar que debe tener un buen drenaje. Así y todo, es bueno regar en forma moderada a lo largo del año pues es una planta que no necesita demasiada agua. Sin embargo, a medida que se acerca la etapa de floración es recomendable aumentar el riego cuidando siempre de no sobrepasarse.
Para que la planta se desarrolla en condiciones óptimas además puedes abonar cada 15 días utilizando un fertilizante mineral.