De aspecto algo exótico, la Kalanchoe daigremontiana es una de esas plantas que llaman la atención. Puedes tenerla sobre una mesa para que entonces se destaque del resto o bien en un rincón privilegiado del jardín pues se trata de una suculenta muy particular.
¿Quieres conocer sus características? Os invito a dar vuelta la página y comenzar a ahondar en las bondades de esta planta.
Una planta rara
La Kalanchoe daigremontiana pertenece a la familia Crassulaceae y es originaria de Madagascar. Si bien basta con verla para descubrir que se trata de una suculenta muy especial , al observar sus hojas descubriremos el porque de su rareza: esta planta produce brotes nuevos en el margen de sus hojas.
Estas hojas se desprenden y así las raíces se afincan al suelo y dan lugar al nacimiento de un nuevo ejemplar. Al observar las hojas, es posible advertir unos pequeños espolones que son los que luego se transformarán en nuevos brotes. Realmente sorprendente, ¡dan ganas de salir corriendo a comprar una!
En lo que hace al aspecto de la planta, la Kalanchoe daigremontiana presenta un tallo erecto que puede tener una altura de 1 metro, la s hojas son carnosas y de un tamaño generoso que varía entre los 15-20 cm de largo y los 4 a 5 cm de ancho. Otra razón que la hace única a la planta es que las hojas presentan un color base verde pero pequeñas manchas púrpuras distribuidas en el envés.
A tener en cuenta
Más allá de su gran atractivo físico y de sus particularidades, hay que tener en cuenta dos cuestiones básicas. La Kalanchoe daigremontiana es una planta tóxica así es que hay que mantenerla alejada de los niños y de las mascotas.
La segunda recomendación: ten en cuenta que las hojas de esta planta crecen en la parte alta y es por eso que el tallo se doble hacia abajo. No hay que alarmarse pero si conocer este dato. Esto es algo natural en la planta pues una vez doblado el tallo la planta continuará desarrollándose hasta que, eventualmente, se desarrollarán nuevos tallos que darán lugar a nuevas plantas.