
Los agaves son plantas que normalmente son consideradas ”del montón”, muy comunes. Pueden crecer cerca de las costas a pocos metros del mar, y cuando lo hacen en los jardines lo hacen rápidamente. Además, muchas especies tienes espinas, las cuales pueden hacer bastante daño. Pero hay algunas que son tan bonitas que apetece tenerlas en las colecciones: como el Agave lophantha o Agave lechuguilla .
Esta planta es muy decorativa, tanto cuando es joven como cuando ya ha terminado de desarrollarse. La forma y, sobretodo, el color de sus hojas es el ideal para conseguir tener rincones especialmente llamativos en los jardines o en las terrazas. Pero, ¿cómo se cuida?
Características del Agave lophantha
El Agave lophantha es una planta originaria de los desiertos de Chihuahua y Sonora. Forma una roseta de hojas o pencas coriáceas de hasta 45cm de altura y 60cm de ancho, con los bordes dentados . Las flores aparecen agrupadas en inflorescencias amarillo-rojizas de hasta 4m de altura. Tras florecer, la planta se muere dejando los hijuelos y un montón de semillas.
Se trata de una especie de fácil cultivo y mantenimiento, pues resiste la sequía, las altas temperaturas y no se le conocen enemigos que puedan acabar con ella.
¿Cómo se cuida?

Si quieres tener uno o varios ejemplares, toma nota de nuestros consejos:
- Ubicación : exterior, a pleno sol.
- Suelo o sustrato : no es exigente, pero crece mejor en los que tienen buen drenaje .
- Riego : hay que dejar secar la tierra entre riegos. Por lo general, se regará cada 3 días en verano, y cada 7-10 días el resto del año.
- Abonado : muy recomendable abonar con abonos minerales como el Nitrofoska, echando una cucharada pequeña cada 15 días, excepto en invierno que será una vez al mes.
- Época de plantación / Trasplante : en primavera, cuando el riesgo de heladas haya pasado.
- Mutiplicación : por semillas o separación de hijuelos en primavera-verano.
- Rusticidad : soporta heladas suaves de hasta los -2ºC.
Que disfrutes de tu planta 🙂 .