Una de las plantas más populares del mercado es la violeta africana pues es una especie que se adapta con rapidez a los ambientes interiores y por eso es que es una gran alternativa para quienes viven en pisos sin balcones o terrazas.
Por otra parte, las flores de la violeta africana vienen en varias tonalidades por lo cual la planta es vistosa y se presenta como una planta ornamental muy atractiva y bonita.
Cuidados importantes
La violeta africana es una planta originaria de África Tropical aunque hoy se las puede encontrar en casi todas partes del mundo. Cultivarlas es algo sencillo aunque también tienen sus secretos y por eso es que vale la pena conocer sus especificidades para lograr el mejor cuidado.
Para tener violetas africanas sanas y bonitas es preciso evitar que la planta esté expuesta en forma directa a los rayos solares pues entonces sus hojas se queman y marchitan con rapidez. Por esto es importante pensar muy bien el lugar en el que la planta reposará para evitar este problema. Luego de comprar la planta, revísala semanalmente para descubrir si las hojas comienzan a verse afectadas. Si detectas signos de marchitamiento, cámbiala de lugar con rapidez optando por un lugar menos iluminado. En el caso de que la planta permanezca en el interior, ubícala junto a una ventana para que reciba la luz natural.
Esto no es lo único a tener en cuenta pues el riego también es clave. El riego de la violeta africana debe ser regular pero sin excesos pues la planta no tolera los encharcamientos y es fácil que se pudra. Revisa el sustrato antes de regar para verificar si está realmente seco, mejor aún si hundes un par de dedos en la tierra para que no te engañe la capa superficial y evita mojar las hojas y flores al momento de regar.
Aspectos que ayudan
Hay algunos hábitos saludables para tener una violeta africana bonita , como eliminar el polvo de las hojas para que la planta pueda respirar mejor. También se recomienda un control regular de las plagas y enfermedades pues es una planta muy permeable que se contagia con facilidad.
Lo mejor es retirar las hojas y flores marchitas en forma inmediata para evitar la propagación de hongos y apelar al uso de fungicidas ni bien se detectan.
Durante las estaciones más frías, protege a la planta ubicándola en el interior pues la temperatura óptima de la violeta africana es entre los 18⁰C y los 20⁰C.
La planta además necesita ser trasplantada a medida que crece en tamaño, algo que tiene que ocurrir cuando el follaje se ve muy espeso. Caso contrario, las raíces estarán demasiado oprimidas y por esto mismo podría verse dificultada la floración.