La artemisa , cuyo nombre científico es Artemisa annua, es una planta anual que crece de manera espontánea en China. Es una planta muy apropiada para tener en macetas grandes y/o jardines, ya que es muy ornamental y muy fácil de cuidar y de reproducir. Tiene un crecimiento muy rápido, por lo tanto en muy poco tiempo podrás empezar a utilizarla para hacer infusiones pues tiene numerosas propiedades medicinales .
Te contamos todo sobre la artemisa a continuación.
Puede crecer hasta una altura aproximada de dos metros, con tallo único. Sus hojas son de color verde, y sus florecillas las cuales puedes ver en la foto superior son amarillas. Como decíamos, tiene un crecimiento rápido, es por ello que se recomienda plantarla en una maceta grande -de unos 40-45cm de diámetro- aunque creamos que es demasiado pequeña para tener en ese tiesto.
Se puede abonar, y de hecho se recomienda hacerlo, utilizando productos naturales, como por ejemplo: humus de lombriz, estiércol de caballo,… Al ser una planta para consumo humano, se descartan los abonos químicos pues podrían sernos perjudiciales.
El cultivo de la artemisa es muy sencillo . Procederemos a la siembra en primavera, preferentemente poniendo una o dos semillas en cada maceta o alveolo a fin de poder cambiarlas a maceta posteriormente garantizando la supervivencia del plantín. Dicho trasplante se realizará enseguida que veamos que las raíces se sobresalen por los agujeros de drenaje. Será entonces cuando podemos mezclar el sustrato con un poco de abono orgánico. Colocaremos las plantas a pleno sol, y mantendremos siempre un cierto grado de humedad para que pueda crecer y desarrollarse adecuadamente.
Entre sus numerosas propiedades medicinales se encuentran las siguientes: es anticancerígena, antimicrobiana, antiparasitaria, refuerza el sistema inmunológico, puede aliviar y curar los síntomas de los problemas gastrointestinales como la diarrea ,… en fin, es una planta que sin duda es muy interesante, ¿no crees?