
Las bromelias son todas preciosas, pero la gran mayoría no resiste ni un poquito el frío, y tampoco se adaptan bien a las condiciones de interior. Y esto pasa con la Guzmania lingulata .
Se trata de una planta que podemos encontrar fácilmente a la venta en los viveros, normalmente con la etiqueta que nos indica que ”es” de interior. La llevamos a casa, y durante un tiempo está preciosa, pero tras florecer las cosas van de mal en peor. ¿Cómo hay que cuidarla?
Origen y características
Nuestra protagonista es una planta vivaz epífita cuyo nombre científico es Guzmania lingulata , llamada popularmente bromelia, caraguata, guzmania o estrella escarlata. Es originaria de América Central hasta Sudamérica. Sus hojas crecen formando rosetas de hasta 50cm de diámetro, y son acintadas, anchas, de color verde oscuro. Del centro de esta brota una inflorescencia compuestas por brácteas (hojas modificadas que protegen a las flores) de color rojo vivo.
Es hapaxántica , lo cual quiere decir que tras florecer se muere, no sin antes dejar semillas e hijuelos. Por lo que no nos ha de extrañar que cuando sus pétalos se marchitan la planta se echa a perder 🙂 .
¿Cuáles son sus cuidados?

Si quieres tener un ejemplar, te recomendamos cuidarla de la siguiente manera:
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Ubicación
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- Exterior: en semisombra.
- Interior: ha de estar en una habitación luminosa, sin corrientes de aire y con una alta humedad ambiental (puedes conseguir esto último poniéndole vasos con agua alrededor).
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Tierra
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- Jardín: fértil, con buen drenaje , y ácido (pH de 4 a 6).
- Maceta: sustrato para plantas ácidas.
- Riego : 3-4 veces por semana en verano, algo menos el resto del año. Usar agua de lluvia o sin cal. Hay que ir llenando el embudo cada vez que se vaya quedando sin.
- Abonado : no es necesario.
- Multiplicación : separando los hijuelos cuando tengan unos 10-15cm de altura.
- Rusticidad : no resiste las heladas.
Que tengas suerte con tu Guzmania lingulata 🙂 .