Trepadoras para cubrir muros y fachadas

Muchas veces se trata de crear una superficie vegetal sobre una fachada. Otras veces, de ocultar o dar interés a una pared anodina. Las trepadoras son capaces de hacerlo por mucho menos de lo que cuesta pintar o enfoscar. Se puede optar por cubrir el muro totalmente hasta formar una pared verde, o bien dar un toque localizado de color.

Las trepadoras permiten llenar los muros de vida y color. En la foto, el follaje rojo de una parra virgen (Parthenocissus tricuspidata) a comienzos del otoño. Abajo, el color borravino de una Parthenocissus quinquefolia.

Hay diversas trepadoras capaces de cubrir o poner una nota impactante en una fachada o una pared. Y además pueden hacerlo de forma permanente (perennifolias) o estacional (caducifolias).

Para escoger la trepadora adecuada hay que tener en cuenta, en primer lugar, las condiciones de temperatura y sobre todo de exposición con que contará. Pide asesoramiento en tu centro de jardinería.
La elección de la planta no depende solo de consideraciones estéticas. Se deben tener en cuenta, en primer lugar, las condiciones de temperatura y sobre todo de exposición con que contará para saber entre qué especies se puede escoger.

Además, según la trepadora elegida habrá que optar o no por un sistema de sujeción que permita el desarrollo que se espera de ella. Existen varios tipos de especies trepadoras en función de los diversos mecanismos que desarrollan de forma natural para trepar. Algunas son capaces de emitir raíces adventicias o ventosas, de modo que son capaces de adherirse a la pared sin ayuda (ver columna de la derecha).

En cambio, las especies trepadoras que tienen espinas, las que utilizan sus tallos o peciolos y las que se valen de sus sarmientos o zarcillos necesitan algún tipo de estructura donde sujetarse. Dicha estructura puede variar desde un simple alambre sujeto con clavos, hasta celosías o mallas firmemente ancladas a la pared. En los centros de jardinería hallarás infinidad de modelos de soportes, en distintos materiales y adaptables a todos los espacios. Para favorecer el buen desarrollo de la planta es aconsejable colocar las celosías separadas unos 10 centímetros de la pared; para facilitar la limpieza de este pequeño hueco es mejor que no llegue al suelo. Una opción bastante económica y de gran resultado estético son los mallazos de obra. Es importante vigilar que la trepadora no alcance el tejado, ya que cuando se introduce entre las tejas o en los canalones que recogen el agua de la lluvia, puede ocasionar problemas de humedades...

Las paredes adecuadas

Las trepadoras que desarrollan ventosas o raíces adventicias pueden adherirse a un muro sin necesidad de sujeción. En este caso es aconsejable que la pared sea de ladrillo, piedra o con recubrimiento monocapa, materiales que no requieran mantenimiento, ya que cuando se necesite pintar, enfoscar o encalar habrá que retirar todas las ramas de la pared. En el caso de estas trepadoras tampoco son adecuados los revestimientos metálicos: se calientan en verano y las plantas no pueden adherirse a un material a cierta temperatura. Las trepadoras que desarrollan raíces adventicias no son aconsejables sobre paredes impermeabilizadas: tarde o temprano las raicillas acaban rompiendo la capa impermeabilizante.

Las que no necesitan soporte

Entre las trepadoras que se sujetan por su propios medios, la más popular es la hiedra (Hedera helix). Resulta erfecta para cubrir muros orientados al norte, ya que el sol no le gusta. Se adhiere a la pared mediante raíces adventicias.

Existen muchos tipos de hiedras, todas ellas perennifolias y con una gran variedad de hojas: verdes o variegadas, grandes o mucho más pequeñas (las llamadas miniata). Empiezan a desarrollarse de forma notoria al segundo año tras su plantación. Las de hojas grandes son más vigorosas, cubren antes, pero con el tiempo se hacen difíciles de controlar; las de hoja pequeña tardan un poco más en tupir, se pegan mucho más a la pared, son más fáciles de podar y su aspecto general es mucho más ordenado.

En la columna de la derecha verás otras trepadoras que no necesitan sujeciones para trepar.

Las que necesitan soporte

No tienen la capacidad de cubrimiento de las hiedras y parras vírgenes, pero a cambio ofrecen floraciones muy bellas y variadas.

Madreselva

(Lonicera sp.): Estas caducifolias necesitan una exposición soleada. Se sujetan mediante zarcillos y son de vigoroso crecimiento. Existen numerosas especies y variedades de madreselvas.

• Rosal trepador

(Rosa sp.): Inigualables a la hora de adornar una fachada, prefieren orientación sur y exposición soleada. Precisan poca sujeción gracias a sus potentes espinas. Las variedades son prácticamente infinitas en formas, colores y épocas de floración. El rosal de Banks (Rosa banksiae) es uno de los más bellos: cuando florece se convierte en una masa de diminutas flores blanco mantequilla o amarillo.

• Buganvilla

(Bouganvillea spp.): Resultan impactantes por su color en muros soleados, pero son muy sensibles a las heladas. En climas suaves son trepadoras vigorosas, perennifolias, que se sujetan bien en celosías gracias a sus espinas.

• Jazmín chino

(Trachelospermun jasminoides): Es una perennifolia moderadamente vigorosa y fácil de controlar, de flores muy fragantes. Las mallas o rejas brindan la sujeción ideal para sus zarcillos. Deja de crecer cuando no tiene por dónde trepar.

• Glicinia

(Wisteria sinensis): Caducifolia, es una de las trepadoras de floración más espectacular. Exige una estructura muy sólida, ya que es extraordinariamente vigorosa.

• Bignonias

(varias especies de Campsis, Bignonia, Tecoma, Podranea): Estas vigorosas y espectaculares trepadoras pueden adherirse a una pared, pero también trepar a una pérgola, valla o gazebo, para ofrecer sus bellas flores en forma de trompeta. Ver.

Flores en vertical,


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