De las selvas de Brasil... ¡calateas!

La belleza de las calateas es la prueba más extraordinaria de lo que la Naturaleza tropical es capaz de pintar en las hojas de una planta: dibujos y manchas en patrones donde se combinan de las formas más diversas todos los tonos del verde, los marrones, púrpuras, grises y blancos…

Sobre la mesa, desde la izquierda, las calateas zebrina, ornata ‘Albolineata’, crocata (con flores) y lancifolia. A la izquierda, la espectacular ‘Medallion’. También se pueden usar como plantas colgantes. Foto: Flower Council of Holland

La gran mayoría de las calateas que se usan como plantas de interior son nativas de las selvas de Brasil. Su asombroso follaje, un juego de manchas, trazos, venaciones, márgenes remarcados y pinceladas de verdes, púrpuras y blancos sobre el haz de las hojas, es el fruto de las condiciones ambientales que procuran las junglas cálidas y húmedas bajo el dosel de los árboles.

Las bellas calateas pueden ser plantas pequeñas, que alcanzan apenas entre 10 y 30 centímetros de altura, o alzarse un metro de altura.

Las bellas calateas pueden ser plantas pequeñas, que alcanzan apenas entre 10 y 30 centímetros de altura, o alzarse un metro de altura.

Las bellas calateas pueden ser plantas pequeñas, que alcanzan apenas entre 10 y 30 centímetros de altura, o alzarse un metro de altura.

Las bellas calateas pueden ser plantas pequeñas, que alcanzan apenas entre 10 y 30 centímetros de altura, o alzarse un metro de altura.

En la semisombra y la sombra, estas plantas despliegan dibujos que recuerdan la cola de un pavo real (Goeppertia, antes Calathea, makoyana*), la piel de una cebra (Goeppertia zebrina*), una serpiente de cascabel (Goeppertia lancifolia o Goeppertia insignis), un medallón (Goeppertia veitchiana ‘Medallion’, originaria de Ecuador) y así muchas más. Este año son la Planta de interior protagonista de noviembre del Flower Council of Holland.

Las bellas calateas pueden ser plantas pequeñas, como la Goeppertia makoyana, que alcanza entre 10 y 30 centímetros de altura, o alzarse un metro, como algunos ejemplares de Goeppertia lancifolia. Son vivaces cuyas hojas perennes surgen de un rizoma subterráneo formando matas esbeltas que se abren en forma de ramo. El follaje es muy exuberante y denso, tropical, pero los largos pecíolos le confieren ligereza. Con el día, las hojas se mueven imperceptiblemente hasta exponer al máximo su haz a la luz y se elevan al llegar el atardecer. Nacen enrolladas como un cigarro de color púrpura.

Calateas de flores anaranjadas

Entre las calateas más habituales en los centros de jardinería hay una que luce llamativas flores —en realidad espigas cortas de brácteas— de color naranja o azafrán que despuntan entre el follaje verde oscuro y púrpura. Es la Goeppertia crocata*, conocida como llama perpetua. Las hojas son más alargadas y pequeñas que las de las otras calateas y resisten mejor la sequedad ambiental.

Cuidados: asegúrales luz tamizada y humedad

Las calateas tienen dos exigencias básicas: luz atenuada y una atmósfera húmeda, como en el ambiente de la jungla del que provienen. Garantizadas estas dos condiciones darán lo mejor de sí. Puedes colocarlas en los sitios menos luminosos de la casa, donde, además de adornar, ejercerán de filtro purificador de sustancias volátiles perjudiciales.

• Luz:

Búscales un sitio en semisombra o sombra. El exceso de luz no les gusta y mucho menos el sol directo, que les provoca quemaduras.

• Temperatura:

No soportan el frío, pero tampoco el exceso de calor, sobre todo si es seco. Su temperatura ideal es entre 15 y 23º; no debería superar los 28˚ ni bajar de 5º, su límite de tolerancia al frío (zonas 11-12). Sufren con los cambios térmicos bruscos y las corrientes de aire.

• Humedad ambiental:

Exigen un alto grado de humedad en el ambiente, caso contrario las hojas se enrollan y acartonan. Para ello será preciso humidificar el follaje con regularidad o instalar un humidificador. Colocar la maceta sobre un plato con agua y guijarros también ayuda. Es importante mantenerlas alejadas de la calefacción.

• Riego:

Durante la primavera y el verano requieren cantidades moderadas de agua libre de cal de forma regular para que el sustrato permanezca húmedo (no encharcado). Desde que empieza a hacer frío hasta la llegada de la primavera la frecuencia del riego y la cantidad deben reducirse.

• Sustrato:

Ha de ser rico en humus y sobre todo con un drenaje excelente. El exceso de agua puede causar pudrición en el rizoma.

• Abono:

De marzo a agosto necesitan recibir abono para plantas verdes diluido en el agua de riego, o humus de lombriz espolvoreado sobre el sustrato. El abono se debe aplicar siempre sobre la tierra húmeda.

• Limpieza:

Si se acumula polvo sobre las hojas se ha de limpiar con un paño suave humedecido con agua, nunca con abrillantadores. Las hojas secas o amarillentas se deben eliminar cuanto antes.

• Plagas y enfermedades:

Las calateas y Stromanthe no son muy propensas a sufrir plagas y hongos. No obstante, es importante vigilar la presencia de la araña roja y la cochinilla cerosa en el envés de las hojas.

Garden Merit Award

Royal Horticultural Society


* Cuenta con el de la por sus buenas cualidades jardineras.


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