Seis geraniums buscan su jardín
Llamamos geranios a los Pelargonium zonale llegados de África del Sur, aunque el género Geranium comprende plantas distintas, muchas de ellas de excelente comportamiento en los jardines y macetas. Son herbáceas perennes de hojas lobuladas o muy recortadas y pequeñas flores simples de cinco pétalos en una amplia gama de colores azules, rosados y blanco. De pequeño porte, muchas de ellas son cubresuelos.
Geranium x Rozanne, un híbrido vigoroso, rústico y fiable que produce flores de color azul lavanda con el centro blanco. Foto: Locus AmoenusLa inmensa mayoría de los geraniums que se usan como plantas ornamentales son vivaces, es decir herbáceas perennes, que provienen del Hesmisferio norte, incluida España (en Flora iberica, los investigadores del CSIC incluyen 25 especies), lo que da una idea de su adaptabilidad a todo tipo de condiciones de suelo y clima. Hay geraniums para cada situación: sombra, semisombra, sol (en zonas templadas), climas fríos o cálidos, sustratos secos o húmedos, macetas y rocallas.
Las numerosas especies disponibles e hibridaciones han multiplicado notablemente las opciones. “Hay tantas especies fiables que sería imposible nombrarlas todas”, se lee en el libro Dream Plants for a Natural Garden, de Piet Oudolf y Henk Herritsen, en cuyo capítulo de plantas duras (tough) se mencionan 16 Geranium, entre especies y cultivares.
Flores de cinco pétalos y hojas lobuladas
Son plantas en general de baja altura y porte redondeado, muchas de ellas ideales como cubresuelos por su hábito rastrero. Las hojas son lobuladas, en algunos casos incluso muy recortadas. El follaje puede ser caduco o semiperenne y constituye el marco ideal para sus pequeñas flores simples de cinco pétalos. La gama cromática es muy rica en tonalidades azules —desde los más pálidos al pastel más saturado—, rosadas, magenta, púrpuras, muchas veces con finas venaciones y el centro blanco. Los geraniums suelen florecer a partir de la primavera, pero algunos remontan y producen flores hasta bien entrado el otoño para alegría de abejas y mariposas.
Prefieren los suelos medianamente ricos, con cierto grado de humedad y bien drenados, aunque pueden adaptarse a otros sustratos. Son plantas de bajo mantenimiento que no suelen padecer problemas reseñables de plagas y hongos. Los que pierden la parte aérea con la llegada del frío se han de recortar al final del invierno. Algunos pueden requerir otra poda a mediados del año, pero el momento dependerá de cada especie o cultivar.
Geranium macrorrhizum
Posición: Semisombra y sombra Rusticidad: -23º (zonas 6-8) Flor: Primavera
↕ 10-45 cm ↔ 30-60 cm
Este geranium tapizante de gruesos rizomas suele conservar el follaje y no necesita poda. Es ideal para sombra y semisombra. Sus flores magenta de tres centímetros de diámetro sobresalen de las matas reunidas en ramilletes. Las hojas son aromáticas, levemente afelpadas y pueden adquirir tonalidades rojizas en otoño. Esta especie nativa de los Balcanes ha dado origen a numerosos cultivares con flores de distintas tonalidades. Acepta los suelos calizos y necesita más riego que el ‘Rozanne’, pero ha permitido la obtención de híbridos como el Geranium x cantabrigiense, ideal para jardines secos.
Geranium
x ‘Rozanne’*
Posición: Sol y semisombra Rusticidad: -17º (zonas 7-8) Flor: Mayo-Nov
↕ 50-60 cm ↔ 50-60 cm
Es uno de los geraniums más populares por su notable vigor, su rusticidad —soporta tanto los rigores del clima del centro de la Península, siempre que goce de sombra parcial, como el frío de San Petersburgo— y su larga floración, que arranca en la primavera y se prolonga hasta la llegada del frío del otoño. Sus flores de color azul lavanda con venas púrpuras y el centro blanco miden cinco centímetros de diámetro. Una vez establecido tiene cierta tolerancia a la sequía. Vive bien en jardines de bajo riego y es capaz de recuperarse con facilidad del estrés hídrico.
Geranium
‘Nimbus’*
Posición: Sol y semisombra Rusticidad: -29º (zonas 5-8) Flor: Abril-Julio y Sep-Nov
↕ 20-100 cm ↔ 30-180 cm
El prestigioso paisajista Tom Stuart-Smith incluye este cultivar vigoroso y muy florífero entre las cien mejores plantas de jardín (100 Great garden plants, revista Gardens Illustrated 2/2016): “Un excelente geranium de floración libre con hojas disectas y flores de color púrpura medio con un poco de azul”. Lo combina con la gramínea Hakonechloa macra, cuyo follaje verde, lacio y espeso realza el púrpura de las flores. Es caducifolio y al brotar en primavera las hojas pueden lucir un luminoso tono verde claro. Una vez establecidas, las plantas toleran cierto grado de sequía.
Geranium x cantabrigiense ‘Biokovo’
Posición: Semisombra y sombra Rusticidad: -17º (zonas 7-8) Flor: Abril-Junio
↕ 20-40 cm ↔ 30-40 cm
Matas bajas en forma de cojín, un follaje perenne formado por hojas aromáticas de lóbulos redondeados, y flores blancas de 2,5 centímetros de diámetro con largos estambres de color rosa fuerte: son las señas de identidad de este híbrido vigoroso, producto del cruzamiento de Geranium macrorrhizum y Geranium dalmaticum. El plantsman Olivier Filippi lo incluye entre las plantas para jardines secos por su tolerancia a la falta de agua (código de sequía 3/6). Debe situarse en sombra o semisombra. Vive bien al pie de los árboles de hoja caduca y tolera los suelos calizos.
Geranium sanguineum
Posición: Sol y semisombra Rusticidad: -23º (zonas 6-8) Flor: Abril-Julio y Sept-Nov
↕ 15-50 cm ↔ 30-40 cm
Se trata de un vigoroso cubresuelos de hojas semiperennes finamente lobuladas y con marcadas nervaduras; son de color verde oscuro y se vuelven rojizas en invierno. Las flores miden 3-4 centímetros y lucen un saturado tono magenta. Es una especie de origen europeo que forma parte de la flora ibérica natural. Soporta la falta de agua, acepta los sustratos calizos y se puede plantar al pie de los árboles caducifolios. Existen numerosas variedades: en la striatum*, las flores son rosa pálido con finas venas rojas, y en la ‘Album’*, de un blanco inmaculado.
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Cuenta con el Garden Merit Award de la Royal Horticultural Society por sus buenas cualidades jardineras.