Pequeñas plantas verdes para el invierno

Cuando las caducifolias están desnudas, las plantas de hoja perenne se convierten en la única garantía de verde en el paisaje melancólico del invierno. Los laureles pequeños, los bojes recortados y las coníferas para tiestos son en esta época del año el perfecto comodín para dar color a la terraza, el balcón o la entrada de la casa. El Flower Council of Holland incluso sugiere utilizarlos como plantas de Navidad.

Para dar color en invierno a la entrada de la casa, una mesa de la terraza o un rincón del jardín basta combinar unos pocos bojes tallados, laureles mini y pequeñas coníferas azules y doradas en tiestos sencillos. Fotos: Flower Council of Holland

En los meses de invierno, cuando imperan las siluetas desnudas de las caducifolias, el patio, los balcones y la entrada de la casa pueden vestirse de color gracias a las especies de hoja perenne. Basta el toque verde de un boj recortado en forma de bola o del follaje oscuro de un laurel, unas pequeñas coníferas azuladas o con las puntas doradas… Tres comodines verdes y suavemente aromáticos que en diciembre pueden incluso cobrar un aire festivo vestidos con las guirnaldas de luces y los adornos de Navidad, tal como sugiere el Flower Council of Holland.

Para dar color al invierno basta el toque verde de un boj recortado en forma de bola, el follaje oscuro de un laurel, o unas pequeñas coníferas azuladas o con las puntas doradas… El boj

es todo un clásico como planta topiaria en jardines y macetas, a los que proporciona estabilidad cromática y estructura, un aspecto que en invierno cobra la máxima importancia. El más recomendable en nuestras latitudes es el Buxus microphylla ‘Faulkner’ (o Buxus sempervirens ‘Faulkner’), de hojas redondeadas de color verde medio especialmente pequeñas, capaz de resistir varios años en el clima mediterráneo español. Es de lento crecimiento, porte compacto y follaje denso. Admite la talla topiaria en las formas más variadas, pero también se puede dejar crecer a su aire. Cuenta con el Award of Garden Merit de la Royal Horticultural Society por sus cualidades jardineras.

laurel

Y qué decir del aromático (Laurus nobilis), un tesoro de la botánica mediterránea que se presta a los más diversos usos en el suelo del jardín y los tiestos al aire libre. ¡Nada más elegante y sobrio para colocar en la entrada de una casa! Se puede recortar en forma de bola o de cono, incluso de gran altura, lo que lo convierte en una original alternativa al árbol de Navidad de toda la vida. En esta ficha del laurel te contamos cómo cuidarlo.

Coníferas para macetas

Este trío de plantas siempreverdes se completa con una serie de coníferas aptas para tiestos. Entre ellas destacan actualmente por su popularidad dos cultivares de brillante color verde limón: la Thuja orientalis ‘Aurea Nana’, de silueta ovalada muy densa y compacta, y el Cupressus macrocarpa ‘Goldcrest Wilma’, un tipo de ciprés de desarrollo columnar que necesita algo de poda, cuyo follaje plumoso huele a limón si se estruja. No obstante, entre las coníferas para maceta existen muchísimas opciones, tanto en tonalidades —verde, dorado, verde-azulado, azul— como formas. En general crecen lentamente y apenas exigen mantenimiento. Consulta Coníferas enanas para cultivar en tiestos.

UNAS PLANTAS DE ESCASO MANTENIMIENTO

Estas plantas requieren muy pocos cuidados. Te contamos cuáles son:

• Viven mejor al sol,

aunque el boj ‘Faulkner’ y el laurel toleran la semisombra e incluso la sombra.

• Admiten cualquier tipo de suelo,

aunque lo ideal es que sea fértil y fresco. Es esencial que drene bien y se mantenga moderadamente húmedo.

• Se deben regar con regularidad

pero sin excederse. En el caso del laurel se debe esperar que el sustrato se perciba seco.

• Si viven en tiesto es importante aportarles abono de forma regular.

En primavera y después de la poda resulta clave para ayudarlas a emitir nuevos brotes con fuerza. Las coníferas necesitan muy poco abono.

• El boj y las coníferas son bastante rústicos en general.

El laurel, en cambio, tolera fácilmente hasta -11º (zonas 8-9), pero a partir de esa temperatura comienza a sufrir y conviene protegerlo o llevarlo a cubierto.

• La poda

solo es necesaria si los ejemplares se han vuelto demasiado grandes o han perdido la forma. En todo caso, se lleva a cabo dos veces al año: en junio y a finales de septiembre o comienzos de octubre.

• Plagas y enfermedades:

El cultivo en tiesto las preserva de los patógenos del suelo que suelen afectar a algunas. En el norte de España, el boj puede sufrir la acción de las larvas de la mariposa Cydalima perspectalis, que se combaten con insecticidas basados en el Bacillus thuringiensis ‘Kurstaki’.


Contenidos relacionados