Monsteras: de lo maxi a lo mini
De hojas gigantescas, como la Monstera deliciosa. O pequeñas, como la Monstera adansonii. Pero siempre con sus llamativos troqueles, su brillante verde y su carácter de exuberante liana tropical. De Adán o de Adanson, pocas plantas de interior —o de exterior en la umbría de los patios en las zonas más cálidas de España— tienen tanta capacidad decorativa. Hoy, como siempre, están de moda.
Una colección de monsteras: una Monstera deliciosa de enormes hojas (izquierda), ejemplares jóvenes con el follaje menos recortado, y una adansonii, de hojas pequeñas y efecto colgante. Foto: Flower Council of HollandLa decoración con plantas de interior tiene en las monsteras unas potentes aliadas, no solo por sus espectaculares hojas troqueladas sino también por su facilidad de mantenimiento. Además, forman parte de la lista de plantas capaces de filtrar sustancias volátiles nocivas (lee Plantas purificadoras: aire limpio dentro de casa ). Este año son la Planta de interior protagonista de julio del Flower Council of Holland.
La costilla de Adán puede trepar varios metros y crece con bastante rapidez. La adansonii luce hojas pequeñas con grandes agujeros y desarrolla un porte colgante.
La costilla de Adán puede trepar varios metros y crece con bastante rapidez. La adansonii luce hojas pequeñas con grandes agujeros y desarrolla un porte colgante.
La costilla de Adán puede trepar varios metros y crece con bastante rapidez. La adansonii luce hojas pequeñas con grandes agujeros y desarrolla un porte colgante.
De hojas gigantescas, como la Monstera deliciosa o Philodendron pertusum, la famosa costilla de Adán, o pequeñas, como la Monstera adansonii, estas plantas nativas de las selvas tropicales de América y las Antillas, son lianas trepadoras que a medida que crecen necesitan ser guiadas o contar con un soporte al cual adherirse con sus raíces aéreas.
La siempre deslumbrante costilla de Adán no necesita presentación como planta de interior. Puede trepar varios metros y crece con bastante rapidez. En los ejemplares jóvenes, las hojas son más pequeñas y enteras. A medida que la planta gana madurez, el follaje aumenta de tamaño y empiezan a aparecer los recortes que recuerdan una costilla y los troqueles ovalados junto a la nervadura central.
La monstera de Adanson
La Monstera adansonii no solo tiene hojas mucho más pequeñas que la deliciosa: también la forma es distinta, acorazonada pero más estrecha y alargada, y con numerosos agujeros. Pero, además, los márgenes no se desflecan en costillas y permanecen intactos. Sus apetencias de humedad la convierten en una planta ideal para el cuarto de baño, siempre que sea luminoso. A medida que crece, lentamente eso sí, tiende a colgar, a menos que encuentre un soporte donde apoyarse y trepar. También puede vivir en agua.
Flores y frutos, solo en exteriores
Las monsteras son aráceas, por lo tanto el aspecto de sus flores recuerda a las calas y anturios, es decir, cuentan con una espata, en su caso de una tonalidad blanco crema, que envuelve un espádice, la verdadera flor. Las que viven al aire libre suelen florecer a lo largo de todo el año; las que se cultivan en interiores, solo de forma excepcional.
Las grandes flores de la costilla de Adán producen dulces frutos comestibles (por eso es deliciosa) en forma de piña alargada.
CÓMO CUIDAR LAS MONSTERAS
Las monsteras en general no son plantas muy exigentes en cuidados y mantenimiento siempre que se respeten sus exigencias de cultivo. Con unas mínimas atenciones pueden cumplir muchos años.
• Luz:
Viven bien en diversas condiciones de luz, pero cuanta más reciban más brillante será el verde de las hojas. Eso sí, no deben exponerse al sol directo para evitar que el follaje amarillee o se queme. Recuerda que en su hábitat natural crecen a la sombra de los árboles, abrazadas a los troncos.
• Temperatura:
Por su origen tropical (zonas 10-11) no llevan bien el frío. Sufren si el termómetro baja de -1º, en especial la Monstera adansonii, que es especialmente feliz cuando disfruta de unos templados 20-22º.
• Sustrato:
Necesitan un suelo rico, con abundante materia orgánica, ligero y a la vez capaz de retener cierto grado de humedad. Es importante que drene bien para impedir que se produzcan encharcamientos.
• Riego:
Deben recibir agua de forma regular, aunque en dosis moderadas, y siempre dejando que el suelo se seque levemente entremedias. El exceso de riego les resulta perjudicial y provoca que las hojas se vean lacias y deslucidas, o fomenta que surjan microorganismos que pudren las raíces.
• Pulverizaciones:
Pulverizar el follaje y las raíces aéreas con agua, sobre todo en verano, es una práctica que las monsteras agradecen, en especial la de Adanson, mucho más demandante de humedad ambiental.
• Abono:
Para conservarse verdes y sanas deben recibir abono orgánico o para plantas verdes diluido en el agua de riego al menos una vez al mes.
• Plagas y polvo:
Pueden verse afectadas por la cochinilla cerosa y algodonosa, que deben retirarse a mano con un paño humedecido con agua jabonosa, al igual que el polvo sobre las hojas (nunca con abrillantadores).
• Poda:
Las raíces no se deben cortar, ya que les sirven para absorber la humedad. En caso de que sean demasiadas y resulten muy atiestéticas se pueden podar algunas. Hay que eliminar las hojas amarillas y rotas.
• Macetas:
Las monsteras se pueden cultivar en todo tipo de tiestos, incluso colgantes en el caso de las adansonii. Por comodidad y diseño, las modernas hidrojardineras (en las fotos) son una buena opción: ahorran el trabajo de regarlas y les proporcionan humedad a demanda por capilaridad, al tiempo que preservan el suelo de manchas.