Un jardín de hortensias de puertas adentro

No tienes por qué esperar a mayo para disfrutar de las hortensias. Antes de que acabe el invierno ya puedes encontrarlas en tu centro de jardinería incluso en formato mini luciendo sus magníficas corolas rosadas, azuladas, blancas... ¡Crearás dentro de casa un ambiente de primavera anticipada! Es la Planta protagonista del mes de marzo.

Un despliegue de grandes corolas de hortensias dentro de casa. Un verdadero jardín, en el que las flores compiten en tamaño y tonalidades sin perder armonía.

Estas hortensias tempranas de espectaculares corolas, fantásticas para crear un jardín de tiestos mini dentro de casa, son el mágico fruto de los cambios de temperatura con los que tan bien saben jugar en los invernaderos. Para conseguir esa explosiva floración en ejemplares tan pequeños, las plantas arraigan en el norte de Europa, donde soportan las necesarias horas de frío que propiciarán una abundante formación de botones florales, pero enseguida se trasladan al sur de España, donde el calor acelerará la eclosión de las flores. El resultado: hortensias llenas de flores ¡antes de que acabe el invierno!

Concebidas en invernadero, estas hortensias se comportan los primeros meses como verdaderas plantas de interior. Deben situarse a cubierto, en un lugar muy luminoso, fresco y ventilado, alejado de la calefacción.
Estas jóvenes plantas que apenas levantan entre 30 y 80 centímetros, a veces se reducen a un único tallo capaz de sostener una enorme corola; otras veces se ramifican para abrirse en un ramo de flores perfectamente formado. ¿Colores? Los típicos de las hortensias: azulados, rosa fuerte, rosa pálido, alilado, blanco... en innumerables variedades monocolores, bitonos, de pétalos redondeados o de bordes aserrados...

El tamaño de los tiestos permite albergarlas en portamacetas pequeños e incluso en fuentes, jarras, cajas metálicas y otros recipientes, siempre que cuenten con buen drenaje (es muy importante vigilar que no se encharque el agua). Incluso se las puede suspender en el aire en un cesto colgante.

En el interior de casa

Concebidas en invernadero, estas hortensias se comportan los primeros meses como verdaderas plantas de interior. Deben situarse a cubierto, en un lugar muy luminoso, fresco y ventilado, alejado de la calefacción y las corrientes de aire frío. Necesitan buen riego, pero sin encharcarlas (el anegamiento de las raíces les resulta pernicioso). Lo más apropiado es utilizar agua de lluvia o descalcificada. Conviene humidificar de vez en cuando el follaje para que no se sequen las puntas de las hojas, pero sin mojar sus densas corolas para que las flores duren. ¡Son muy fáciles de cuidar!

En junio, al exterior

Antes de que llegue el verano será necesario llevarlas al exterior, a un sitio en una terraza o un jardín donde no sufran el sol más fuerte (lo ideal es que reciban el sol de la mañana y gocen de sombra por la tarde) y a partir de ahí tratarlas como a cualquier hortensia. Al aire libre contarán con las condiciones necesarias para vegetar y seguir produciendo flores, en menor cantidad eso sí, hasta el final del verano. Si se podan las flores marchitas se incentivará la refloración.

Un abono especial para hortensias (o acidófilas) les proporcionará el alimento necesario para que gocen de una buena vitalidad. Si se trasplantan a un tiesto mayor debe utilizarse tierra de castaño o un sustrato rico y permeable que les asegure la acidez (pH 5,5) que esta especie precisa para vivir saludablemente. Para bajar el pH también se puede usar turba rubia.

Antonia Salmerón,

Un jardín de acidófilas,


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