Los inigualables ficus de hojas grandes
Frondosos y resistentes como todos los ficus, pero de grandes y brillantes hojas coriáceas. No se trata solo del gomero, ahora con llamativas variegaciones en tonos pastel, sino del cotizado Ficus lyrata y otras especies no tan conocidas pero inigualables a la hora de llenar de exuberancia verde los ambientes de interior.
Tres ficus de hojas grandes: lyrata, tan de moda, cyathistipula y elastica, el popular gomero (desde la izquierda). Foto: Flower Council of HollandComo plantas de interior, los ficus no necesitan presentación. Su fiabilidad, gran facilidad de cultivo y su frondosidad los han hecho muy populares. Los más, los Ficus benjamina verdes y variegados. Pero en los últimos tiempos, el más apreciado por sus enormes hojas coriáceas con llamativas nervaduras es el Ficus lyrata, perfecto para llenar de verde un espacio con solo colocarlo en un rincón: un único ejemplar basta, tal es su imponente presencia. En su África natal, sus brillantes hojas en forma de lira pueden alcanzar 40 centímetros. Para espacios pequeños una alternativa es el cultivar compacto ‘Bambino’, de hojas más pequeñas y más gruesas.
El gomero no pasa de moda
No obstante, entre los ficus de hojas grandes ninguno es tan popular como el gomero (Ficus elastica), el más resistente y sufrido de todos, un clásico de los salones en los años 60 y 70 y desde entonces un habitual en los ambientes de interior. A sus grandes y lustrosas hojas coriáceas ovales, surcadas por una marcada nervadura central, suma su tendencia a desarrollar una silueta columnar, con lo cual no ocupa demasiado espacio a pesar del tamaño de las hojas. Últimamente se han desarrollado cultivares variegados muy atractivos con matices crema, rosados y rojos, como el ‘Ruby’.
Muchos de estos ficus están disponibles en forma de arbusto, es decir, con las ramas cubiertas de hojas desde la base, o como arbolito, con un único tronco despejado y una pequeña copa.
Muchos de estos ficus están disponibles en forma de arbusto, es decir, con las ramas cubiertas de hojas desde la base, o como arbolito, con un único tronco despejado y una pequeña copa.
Muchos de estos ficus están disponibles en forma de arbusto, es decir, con las ramas cubiertas de hojas desde la base, o como arbolito, con un único tronco despejado y una pequeña copa.
Muchos de estos ficus están disponibles en forma de arbusto, es decir, con las ramas cubiertas de hojas desde la base, o como arbolito, con un único tronco despejado y una pequeña copa.
Muchos de estos ficus están disponibles en forma de arbusto, es decir, con las ramas cubiertas de hojas desde la base, o como arbolito, con un único tronco despejado y una pequeña copa.
Menos conocido, de momento, es el Ficus cyathistipula , la frondosa higuera africana de brillante follaje verde que se caracteriza por sus abundantes ramas delgadas y esbeltas y unas hojas que se parecen a las del gomero por la forma, pero más pequeñas y muy abundantes. Otro comodín verde.
Cómo sacarles el máximo partido (y cuidarlos)
Muchos de estos ficus están disponibles en forma de arbusto, es decir, con las ramas cubiertas de hojas desde la base, o como arbolito, con un único tronco despejado y una pequeña copa. Por su frondosidad, aportan numerosos beneficios ambientales: gran capacidad para absorber dióxido de carbono, producir oxígeno y generar humedad ambiental. Además, purifican el aire de sustancias volátiles potencialmente tóxicas, sobre todo formaldehído.
• Dónde situarlos:
Los ficus de hojas grandes dan lo mejor de sí cuando se colocan contra un fondo iluminado, de forma que destaquen el brillo, la forma y las nervaduras de las hojas. De paso gozan de la luz que necesitan. Los gomeros son los que precisan un ambiente más luminoso, sobre todo si son variegados; incluso disfrutan del sol directo de la mañana. Los otros ficus mencionados viven mejor en un espacio de luminosa semisombra. Si el ejemplar tiende a inclinarse hacia la luz conviene girar el tiesto cada cierto tiempo, pero sin cambiarlo de lugar. No llevan bien los cambios de emplazamiento, ya que adaptarse les supone una gran inversión de energía.
• Riego:
El sustrato debería permanecer ligeramente húmedo siempre. El riego ha de efectuarse cuando se perciba seca la superficie de la tierra y siempre con moderación. No llevan bien el exceso de agua en el suelo. En invierno necesitan muy poco riego.
• Abono:
Un aporte quincenal de fertilizante para plantas verdes diluido en el agua de riego les proporcionará los nutrientes necesarios.
• Sustrato y tiesto:
Deben plantarse en un tiesto un poco mayor que el original. Se puede usar sustrato para plantas de interior o universal. Para asegurarles buenas condiciones de cultivo conviene trasplantarlos cada uno o dos años a un tiesto un poco mayor y renovarles la tierra.
• Limpieza:
Para eliminar el polvo acumulado en las hojas basta pasarles un paño suave humedecido con agua y una pizca de jabón o lavavajillas. El uso de abrillantadores puede dañar las hojas. En los meses más cálidos conviene sacarlos un momento al exterior para que se refresquen bajo la lluvia o darles una ducha con la manguera.
• Plagas:
La cochinilla cerosa, sobre todo, puede aparecer en el envés de las hojas. Aunque laborioso, el método menos agresivo para la planta es desprenderla a mano con un paño humedecido.
• Mascotas:
Como sucede con todos los ficus, las hojas y la savia que desprenden resultan tóxicos para las mascotas.