Fucsias: mucho más que un color

Por sus bellas flores en forma de pendientes, las fucsias se merecen un lugar en los tiestos de los balcones y terrazas del verano. Este género de pequeños arbustos que ha dado nombre a un color, ha multiplicado de forma extraordinaria su paleta de colores y combinaciones.

En las flores de la Fuchsia Shadow Dancer ‘Ginger’ las tonalidades rosadas alternan los matices claros y oscuros.

Las Fuchsia, esos pendientes de la reina que un día dieron nombre a un color, abarcan hoy un extenso abanico de formas, tamaños y tonalidades en el juego de los pétalos y sépalos de las flores. Pero, además, estos pequeños arbustos de follaje perenne oriundos de las Américas, pueden ser de porte colgante, ideal para plantarlos en suspensión, o erecto, perfecto para macetas y arriates.

Las fucsias Shadow Dancer viven mejor en sombra y semisombra, en sitios muy luminosos. Sus flores son de tamaño intermedio, muy numerosas, y en una extensa gama cromática.

Las fucsias Shadow Dancer viven mejor en sombra y semisombra, en sitios muy luminosos. Sus flores son de tamaño intermedio, muy numerosas, y en una extensa gama cromática.

Las fucsias pueden vivir al aire libre en gran parte de España, pero sus regiones favoritas son las del Norte, donde disfrutan de la humedad ambiental. Habitualmente se consideran plantas de sombra, pero hoy existen variedades que se adaptan muy bien al pleno sol. En el momento de comprarlas es importante preguntar en el centro de jardinería de qué tipo de fucsias se trata para situarlas en el lugar adecuado.

Bailar en la sombra

Las fucsias de la novedosa serie Shadow Dancer, en cambio, tienen predilección por la sombra y la semisombra, eso sí, en un sitio muy luminoso. Sus pendientes son de tamaño intermedio, muy numerosos, y en una extensa gama cromática (fíjate en las fotos). La floración es especialmente precoz y se produce sobre un fondo de hojas verdes muy pequeñas y abundantes.

Estos pequeños arbustos de porte uniforme y compacto (20-30 centímetros de altura y 25- 35 de extensión) son fáciles de cuidar.

• Como a todas las fucsias, les gusta la humedad, pero los riegos han de ser moderados.

• El sustrato se debe matener húmedo, pero no empapado, y se ha de evitar tanto la falta de agua como el encharcamiento.

• Colocar las macetas sobre un plato con guijarros y agua generará un beneficioso ambiente húmedo alrededor.

• Las pulverizaciones frecuentes con agua ayudan a mantenerlas a salvo de la araña roja, que aparece con el calor y la sequedad ambiental (revisa periódicamente el envés de las hojas).

• Cada seis a ocho semanas deben recibir fertilizante; la mitad de la dosis es suficiente para que se mantengan saludables.

• Tras la floración es conveniente podarlas a media altura para rejuvenecer las plantas y conseguir que la floración sea abundante al año siguiente.

• No hace falta pinzar las flores marchitas.


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