Decorativas carnívoras

Venus atrapamoscas, sarracenias, darlingtonias, droseras… son plantas tan fascinantes —¡sus trampas para cazar insectos son puro ingenio!— como de una rara belleza. Su pequeño tamaño no les resta un ápice de potencial decorativo. Fíjate en lo que dan de sí en tiestos de diseño.

Tan extrañas como bellas. En los tiestos pequeños, Dionaea muscipula, Drosera capensis y Darlingtonia californica. En los grandes, dos Sarracenia. Fotos: Flower Council of Holland

¿Pensabas que las carnívoras podían dar tanto juego en la decoración verde de interior? Son pequeñas, sí, pero lo compensan con su rareza: esas hojas convertidas en sofisticadas trampas que no dejan de fascinar a niños y no tan niños. ¿Quién no ha probado arrojar una hormiga en el cepo de una venus atrapamoscas para comprobar la velocidad a la que es capaz de enjaularla? Este año, el Flower Council of Holland ha convertido a las carnívoras en Planta de interior de agosto en una propuesta decorativa donde se complementan con tiestos ultramodernos.

Las plantas carnívoras escogidas son sobradamente conocidas. Por ejemplo la célebre venus atrapamoscas, Dionaea muscipula, cuya roseta basal queda oculta por una multitud de pequeñas trampas en forma de cepo. Cuando un insecto (o un dedo) roza los micropelos sensitivos de su interior, la trampa se cierra entrecruzando los barrotes (cilios) de los bordes. A las 24 horas se abre y vuelve a estar activa. Eso sí, la estimulación repetida acaba enlenteciendo la reacción de los cepos.

Es muy diferente la estrategia de la Drosera capensis. De su roseta, provista de una larga raíz (necesita un tiesto bastante profundo), surgen hojas a modo de largos tentáculos con pequeños pelos glandulosos rojos o blancos (variedad ‘Alba’) que segregan unas gotitas pegajosas. La víctima queda atrapada en este rocío letal y al intentar liberarse la hoja se enrolla envolviéndola. Esta nativa de la región sudafricana del Cabo es ideal para principiantes por su fácil cultivo. Entre la primavera y el otoño da racimos de flores violetas o blancas.

Trampas como embudos o jarras

Las distintas Sarraceni a o cuernos de caza, con sus grandes y llamativos embudos; su pariente la Darlingtonia californica, de coloridas trampas tubulares que recuerdan una serpiente cobra, incluida una verde lengua bífida, y los Nepenthes, o copas de mono, con sus jarritas colgantes, comparten una táctica cazadora parecida. Las paredes de las trampas suelen ser muy resbaladizas y difíciles de escalar, de forma que el insecto que se asoma al borde, atraído por un olor tentador, acaba cayendo en el líquido del fondo del receptáculo para alimento de la planta.

CUÍDALAS ASÍ

• Luz:

Búscales un lugar donde reciban mucha luz natural para que produzcan más trampas y conserven su colorido. Como complemento puedes utilizar una lámpara de leds para plantas (temperatura de color: 4.000 a 6.500 k). Pueden vivir a pleno sol, excepto la darlingtonia y los nepentes.

• Ambiente:

Necesitan un entorno cálido o templado (zona 10) en el que disfruten de mucha humedad ambiental incluso en invierno. No sobreviven a temperaturas que bajen de -2º, excepto las sarracenias que admiten hasta -5º. En invierno deben permanecer a unos 10º, alejadas de la calefacción, que deseca el aire. También se pueden cultivar en terrarios, excepto los nepentes, epífitas que se pueden cultivar en cestas y tiestos colgantes, troncos o soportes adosados a la pared.

• Sustrato:

Ha de ser muy pobre, pero siempre ácido y húmedo. Se suele usar para ello turba rubia o Sphagnum mezclada con un tercio de arena de sílice, o un 60% de turba rubia con un 40% de perlita.

• Riego:

Lo mejor es regarlas con agua de lluvia, o en todo caso destilada o de muy baja mineralización. No toleran la presencia de cal en el agua. En la darlingtonia debe estar fría (la temperatura del sustrato no debe superar los 20º). Las trampas de la venus y la drosera no se deben mojar, pero el suelo ha de estar siempre empapado. Conviene regarlas por inmersión, excepto los nepentes, que se riegan por arriba o mediante pulverizaciones (necesitan un sustrato mojado pero no encharcado). En invierno el sustrato debe permanecer apenas húmedo en todas.

• Alimentación:

Mosquitos, hormigas y otros pequeños insectos constituyen su dieta natural. En caso de que no pudieran cazarlos por su cuenta habría que procurárselos. Como alternativa se les puede dar alimento para peces de acuario, que contiene varios nutrientes que pueden absorber fácilmente. No se les debe suministrar ningún tipo de abono o fertilizante. Para mayor seguridad, pregunta cómo alimentarlas en tu centro de jardinería.

Tienes más información en el artículo Plantas carnívoras, tan raras como bellas.


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