Bignonias: coros de trompetas (2ª parte)

Las bignonias rosadas, como la Tecoma ricasoliana y la Bignonia lindleyana, las blancas, como la Tecoma jasminoides, y las amarillas, como la Bignonia ungis-cati y la Tecoma stans, se suman a una larga lista donde abundan las que florecen en tonos anaranjados.

La variedad ‘Rosea Superba’ de la Pandorea jasminoides da abundantes flores rosadas y es ideal para contenedor. Abajo, las trompetas rosadas de la Bignonia lindleyana.

Entre las trompetas de flores rosadas destacan la Podranea ricasoliana o Tecoma ricasoliana, y la Bignonia lindleyana, Clytostoma lindleyana o Clytostoma callistegioides, de una belleza menos explosiva pero más sutil. La primera da panículas florales de tonos suaves con nervios más vivos; la segunda, rosadas tirando a malva, generalmente en pares de flores. Pero lo que realmente distingue a ambas especies es que la primera emite zarcillos y la segunda no.

Excepto la Bignonia capreolata, que soporta fríos de hasta -23º, las otras solo toleran hasta -7º, lo que solo las hace aptas para el sur de España. Viven bien en los jardines, pero también en grandes tiestos.
Son menos rústicas que las Campsis —la Bignonia lindleyana es nativa de Argentina y el sur de Brasil y la podranea de Suráfrica— pero se adaptan bien a la vida en España. Pueden empezar a florecer al final de la primavera y continuar hasta el otoño. Son perennifolias que pierden las hojas en invierno si hace mucho frío.

La Bignonia lindleyana es de follaje no muy denso, en cambio la vigorosa podranea despliega una gran densidad de hojas en numerosas ramas colgantes, lo que la hace ideal para ocultar vistas o como cubresuelos. Ambas viven muy a gusto en grandes contenedores (de barro, por ejemplo).

• Resistencia:

La Bignonia lindleyana (-12º, USDA 8-11) tolera las heladas fuertes cuando ya está establecida. La podranea (-7º, USDA 9-10) prefiere la suavidad de los climas mediterráneo y andaluz (costas incluidas).

• Mantenimiento:

Aman el pleno sol y prefieren un suelo bien drenado y rico, aunque la podranea puede vivir en sustratos pobres y con poca agua. El exceso de riego les resulta perjudicial.

BIGNONIA BLANCA O PANDORA

La Pandorea jasminoides, Tecoma jasminoides o Bignonia jasminoides se distingue por sus grandes flores blancas o rosadas con una mancha púrpura en la garganta; las trompetas se abren seis centímetros de diámetro. Algunas emiten un suave aroma a vainilla. El follaje es perenne y de color verde brillante.

La pandora necesita pleno sol para florecer y vive bien en un tiesto si se la abona adecuadamente. Crece rápidamente hasta alcanzar los dos metros de altura; se vale de guías para trepar y precisa disponer para ello del soporte adecuado.

• Resistencia:

-7º (USDA 9-10). Proviene del este de Australia y Malasia.

• Mantenimiento:

Riegos profundos en el período de desarrollo vegetativo (una vez por semana durante el verano). Soporta períodos de sequía. Requiere poda para mantener una forma más compacta.

• Cultivares:

‘Variegata’, de follaje con manchas crema (en la foto); ‘Rosea Superba’, muy florífica, de flores rosadas, ideal para contenedor; ‘Lady Di’ y ‘Alba’, de flores blancas con garganta crema.

BIGNONIA CAPREOLATA

Esta bignonia es una de las más bellas por sus flores que combinan el rojo y el amarillo (algunas huelen ¡a café!). Florece desde finales del invierno hasta comienzos del otoño. El follaje es perenne, pero lo suele perder parcialmente por el frío. Se vale de zarcillos para trepar y puede extenderse hasta 12 metros. La savia es irritante. Aunque el sistema radicular es mucho menos expansivo que el de las Campsis, hay cultivares, como el ‘Tangerine Beauty’, que no son invasores en absoluto.

• Resistencia:

-23º (USDA 6-9), es decir muy rústica. Proviene de las tierras calientes y secas del centro y sur de Estados Unidos, de modo que tolera la falta de agua y el sol fuerte. Se adapta a muchos tipos de condiciones, incluso el ambiente costero, y puede florecer en la sombra.

• Mantenimiento:

Prefiere los suelos ricos en materia orgánica y bien drenados. Agradece el mulching de abono orgánico y los aportes de fertilizante, y necesita riegos profundos cuando hace mucho calor. Las podas ligeras ayudarán a mantenerla en forma. Resiste las plagas.

BIGNONIA DEL CABO O TECOMARIA

La Tecoma capensis, Tecomaria capensis o Bignonia capensis tiene su cuna en la región del Cabo, en Suráfrica. Esta bignonia de restallantes flores escarlata es un arbusto no trepador provisto de un brillante follaje verde persistente, que pierde si la temperatura baja de -5º. Las inflorescencias son en racimo y las flores son más alargadas y menos acampanadas que las de las otras bignonias. Florece desde agosto hasta finales del invierno, o todo el año en algunas zonas. Es capaz de crecer entre dos y ocho metros. Puede vivir en grandes contenedores.

• Resistencia:

-7º, USDA 9. Es apta para la xerojardinería: soporta bien el calor y la sequía una vez establecida.

• Mantenimiento:

Riego escaso. Poda ligera al final del invierno para mantener la forma. Puede resultar invasiva por su sistema radicular y su expansión vegetativa. Necesita sujeción si se desea usarla como trepadora.

• Cultivares:

‘Alba’, de flores blancas, ‘Peach’, rosadas; ‘Aurea’ y ‘Lutea’, amarillas.

BIGNONIA DE INVIERNO

Las flores de la Pyrostegia venusta o Bignonia venusta lucen a mediados del invierno como una verdadera lluvia de fuego. La corola es un tubo largo y estrecho de 6-9 centímetros, que se abre en cinco lóbulos muy cortos y estrechos; las flores se agrupan en densos ramilletes. Las hojas son perennes y están formadas por tres folíolos grandes y zarcillos. Crece rápidamente y no requiere cuidados.

• Resistencia:

-7º (USDA 9-11). Esta nativa de Suramérica es ideal para las zonas del sur de España libres de heladas.

• Mantenimiento:

Necesita un suelo profundo y poca agua una vez establecida. No es apta para tiestos. Es mucho menos invasiva que otras bignonias, pero puede requerir poda para limitar su expansión y aligerar su peso.

Ver Bignonias: coros de trompetas 1ª parte


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