Hace algunas semanas, compré mi primera planta de lavanda . Es curioso pero a pesar de que es una planta muy popular nunca había tenido una, quizá porque recién ahora estoy armando mi pequeño huerto . He plantado un romero, una planta de tomillo y también un pequeño cilantro pues buscaba un sabor fresco y algo alimonado para incorporar en los platos que cocino de tanto en tanto. Sin embargo, no había intentado con la lavanda.
En un primer momento, pensé en agregarla al huerto pero luego me decidí por una maceta de tamaño generoso pues la planta ya está algo grande y creo que es el espacio idóneo para que crezca cómoda y pueda desarrollarse como merece.
Necesidades de la planta
Investigando sobre los cuidados de la lavanda , he descubierto que se trata de una planta sin mayores dificultades aunque, como cualquier otra especie, necesita de nuestro ojo clínico para ofrecerle todo lo que necesita. Si quieres tener una planta de lavanda desde los inicios, debes saber que la época para sembrar las semillas es la primavera pues el clima templado pero no caluroso ayuda a la germinación. Esto no significa que no puedas hacerlo durante el resto del año aunque en esta época obtendrás un desarrollo más rápido del cultivo.
La germinación se produce aproximadamente a las dos semanas de la siembra y siempre y cuando esté en un suelo aceptable, con buen drenaje y rico en nutrientes. El clima ideal de la lavanda es el templado pues aunque soportará los veranos calurosos no le hacen bien las altas temperaturas o bien las heladas.
El riego es clave en la planta de lavanda pues es una planta que puede secarse con frecuencia. Lo mejor para llevar un registro de sus necesidades es observar las hojas pues cuando están caídas es síntoma de que necesitan agua. El riego regular es clave en el verano para que la planta sobreviva aunque en invierno también será importante regar con regularidad aunque no a diario.
Esta planta aromática necesita de algunas horas de sol y de una poda luego de la floración para así redistribuir la energía y deshacerse de las partes marchitas.
Los poderes de la lavanda
La casa cambia cuando hay una planta de lavanda no sólo por su aroma suave pero penetrante sino porque es una planta muy hermosa, de hojas delgadas y de un verde pálido que combinan a la perfección con las flores color lila.
Este arbusto tiene grandes beneficios para la salud y es un gran relajante. Puedes elaborar aceite de lavanda o bien extraer su esencia, secar las flores o simplemente disfrutar de una planta noble y muy atractiva.