¡Hola a todos/as! Quería enseñaros el cambio tan espectacular que puede dar una planta con tan sólo unos pequeños retoques . Hoy le ha tocado a una Chamaedorea elegans , una palmera de interior seca que lo ha pasado bastante mal este invierno. Nadie daría un duro por ella, ¿a que no?
Pero lo cierto es que con una buena sesión de mimos puede parecer otra cosa.
Primer paso: quitar hojas secas
Sin duda, el primer paso es llevar a la palmera a la peluquería. A la peluquería vegetal, por supuesto. Fuera bromas, tenemos que quitarle todas las hojas secas o que se vean muy mal para darle una nueva vida a la palmera , un nuevo color, utilizando unas tijeras. Si te va a ser más cómodo sacarla de la maceta, siempre que la puedas extraer llevándote contigo todo el cepellón, puedes hacerlo.
Segundo paso: trasplantarla a una nueva maceta
Continuamos dándole un tiesto un poco más grande del que tenía al que le añadiremos un sustrato nuevo, es decir, que no hayamos empleado antes para otras plantas.
Tercer paso: regar
Una vez que tengamos la palmera en su nueva maceta, es momento de regarla generosamente . Para ello llenaremos la regadera, y hasta que no veamos salir el agua rápidamente por los agujeros de drenaje, no terminaremos de regar. Si es necesario, dale pequeños golpecitos al tiesto para que quede todo el sustrato empapado.
Cuarto paso: limpiar las hojas y los tallos
Para terminar de darle un nuevo look a la palmera, sólo nos queda limpiarle las hojas y los tallos. A mí me gusta mucho utilizar las toallitas húmedas de Aloe vera que usan para los bebés, pero puedes utilizar un paño con agua blanda o leche .
Quinto paso (opcional): regar por encima
Por si no te fías de que algún químico que lleve la toallita sea perjudicial para la planta, riégala por encima . Así, además, se acabará de limpiar toda.
Sexto paso: ¡a disfrutarla!
Menudo cambio, ¿verdad? No está tan bonita que cuando la compraste, pero no te preocupes que de eso se encargará la primavera.
