Phoenix canariensis

Nuestra protagonista es una de las plantas que más veces se incluye en el diseño urbano. Es muy frecuente encontrarse con algún ejemplar en rotondas, parques, y por supuesto en Jardines Botánicos.

Vamos a hablar sobre los cuidados que necesita la Palmera canaria , así como de evitar que su peor enemigo, el picudo rojo, la dañe.

Phoenix canariensis en hábitat

La Palmera canaria, cuyo nombre científico es Phoenix canariensis , es originaria de las Islas Canarias. Es una especie que puede crecer hasta los 10 metros de altura, con un grosor de tronco de hasta 1m. Sus hojas, pinnadas y con una longitud de unos 80-100cm, son de color verde oscuro. A diferencia de la palmera datilera ( Phoenix dactylifera ), es unicaule, lo cual quiere decir que sólo tiene un único tronco. Es muy resistente al frío, pudiendo soportar temperaturas de 5 incluso de 6 grados bajo cero ; además, también le gusta la calor, ya que aunque el termómetro suba por encima de los 30ºC continúa creciendo.

Esta excepcional planta tiene un crecimiento más bien rápido, pero sin llegar a ser excesivo. Durante la temporada vegetativa -que es cuando la palmera está creciendo-, dependiendo de las condiciones de cultivo crecerá entre 20 y 40cm.

Palmera canaria

A la Phoenix canariensis hay que plantarla en una ubicación expuesta al sol directamente, ya que de lo contrario sacaría hojas cada vez más decaídas y largas, con foliolos más anchos de lo normal. Es importante, especialmente durante el verano, regar con asiduidad , por ejemplo unas 3 o 4 veces por semana; el resto del año serán suficiente entre 2 y 3 riegos semanales.

Es una planta que, si bien puede estar en maceta durante sus primeros años, llegará un momento en el que necesitará estar plantada en tierra. Pero mientras llega ese día, plántala en una maceta algo más ancha que profunda, utilizando un sustrato que lleve perlita y un poco de abono . Por cierto, hablando de abono, si quieres acelerar un poco su crecimiento, puedes utilizar un abono específico para palmeras, o bien uno natural como puede ser el guano.

La población de palmeras canarias se ha reducido mucho durante los últimos años debido a una de las peores plagas que han entrado en nuestro país: el picudo rojo. Por lo que, ya desde jovencita, es muy importante hacer tratamientos con Cloripifos e Imidacloprid (una vez uno, otra vez otro) a fin de evitar que estos insectos acaben con tu ejemplar.

¿Tienes alguna en tu jardín?


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