¿Te gustan las palmeras que alcanzan alturas impresionantes y que además tienen el tronco delgado? Si aparte de todo esto vives en una zona con clima cálido o dispones de un patio interior, continúa leyendo para conocer a la Attalea speciosa .
Es una preciosa planta que, seguro, te dará grandes satisfacciones, ya que es muy fácil de cuidar. Descúbrela . 😉
Origen y características
Nuestra protagonista es una palmera cuyo nombre científico es Attalea speciosa , aunque popularmente se la conoce como babaçu. Es originaria de Brasil, Guyana y Bolivia. Crece hasta alcanzar una altura de 20 metros, con un único tronco delgado de 25 a 40 centímetros de diámetro . Las hojas son pinnadas, con los folíolos dispuestos en el mismo plano, y llegan a medir 3-4 metros de largo. Las flores se agrupan en inflorescencias que nacen entre las hojas. El fruto mide entre 6 y 12cm de longitud, y contiene 3-6 semillas elipsoide-oblongas.
Es muy decorativa. Ya sea que se cultive en jardines pequeños o grandes, es una planta de esas que te ves obligado a ver cada vez que pasas por su lado de lo bonita que es.
¿Cuáles son sus cuidados?
Si quieres tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
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Ubicación
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- Exterior: de joven en semisombra, una vez que es adulta puede tolerar el sol directo.
- Interior: la Attalea speciosa se puede cultivar en una habitación luminosa, lejos de las corrientes de aire.
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Tierra
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- Maceta: sustrato de cultivo universal mezclado con un 20% de perlita y otro 10% de humus de lombriz.
- Jardín: fértil, con buen drenaje.
- Riego : 3-4 veces por semana durante los meses de más calor, y algo menos el resto del año.
- Abonado : durante los meses cálidos se ha de abonar con abonos orgánicos, una vez al mes.
- Multiplicación : por semillas en primavera.
- Rusticidad : es sensible al frío y a las heladas. Solo se puede cultivar en el exterior todo el año si la temperatura no baja de los 4ºC.
¿Qué te ha parecido esta palmera?