Las orquídeas son plantas que viven en las selvas tropicales y subtropicales del mundo, lo cual significa que lamentablemente no soportan el frío ni mucho menos las heladas . Por ello, cuando compramos un ejemplar con la llegada del invierno se suele afear bastante, y a menudo tenemos que desecharla. O eso era lo que hacíamos hasta ahora.
La realidad es que, si bien es difícil, no es imposible mantenerlas con vida. Toma en cuenta estos consejos sobre cómo cuidar las orquídeas en invierno para poder lograr que tus plantas lleguen sanas a la primavera.
Protégelas del frío
Es lo más importante. Temperatura por debajo de los 10 grados centígrados podría matarlas. Para evitar que esto ocurra, tenlas dentro de casa, lejos de las corrientes de aire (tanto frías como cálidas), pues de lo contrario las hojas se estropearían y las orquídeas se quedarían sin energía.
Lo ideal es tenerla en una habitación muy luminosa, cerca de una fuente de calor (el router, un terrario con calefacción, etc.)
Cuidado con el riego
El riego es muy necesario para las orquídeas (y, ciertamente, para todas las plantas), pero es especialmente delicado para nuestras protagonistas, y mucho más en invierno. Tiene que ser muy escaso , pues las bajas temperaturas y la menor cantidad de horas de luz hace que el secado de las raíces sea más lento. Así pues, tienes que seguir guiándote por el color de las raíces de tus epífitas (vienen plantadas en macetas de plástico transparente) y regarlas sólo cuando estén blancas; y si son terrestres o semi-terrestres, riégalas una vez por semana. Usa agua de lluvia o sin cal que esté a unos 37ºC.
Trasplántalas a finales de invierno
Cuando las temperaturas comiencen poco a poco subir, podrás trasplantarlas usando un sustrato específico para orquídeas que encontrarás a la venta en los viveros. Asimismo, también podrás abonarlas con un abono específico siguiendo las indicaciones especificadas en el envase. De esta manera, le darás fuerzas para florecer.
Que disfrutes de tus orquídeas 🙂 .