Los gatos y las plantas: beneficiosas, excitantes, repelentes y tóxicas

Los gatos suelen comer las hojas de ciertas plantas del jardín o la terraza no con la intención de destruirlas sino para purgarse y expulsar las bolas de pelo que se forman en su sistema digestivo cuando se acicalan. Pero, ¿sabes cuáles no les hacen daño y cuáles son perniciosas? Te lo contamos aquí.

Un gato tumbado sobre una planta de menta gatuna, Nepeta cataria. En algunos, especialmente machos, el olor de las hojas produce un efecto euforizante. Foto: Rick Cameron

Plantas beneficiosas...

Es habitual que los gatos coman las hojas de ciertas plantas del jardín o la terraza: las cintas (Chlorophytum comosum) y las lacias hojas de la Dracaena marginata, el helecho culantrillo (Adiantum capillus-veneris) o los finos tallos de la Stipa tenuissima, por ejemplo. Su intención no es hacer daño sino purgarse para expulsar las bolas de pelo que se forman en su sistema digestivo a causa de sus hábitos de aseo.

Para que no coman cualquier planta, lo mejor es poner a su alcance hierba para gatos. Suele ser una mezcla de gramíneas de hojas finas y largas, tiernas y de sabor dulzón.

Para evitar que coman las plantas que no deben lo mejor es darles hierba para gatos. Suele ser una mezcla de gramíneas —Dactylis glomerata, trigo, avena, cebada— de hojas finas y largas, que les resultan apetecibles por su textura tierna y su sabor dulzón, y complementan su dieta con vitaminas y minerales. La encontrarás en tu centro de jardinería en semillas o ya brotada; puedes plantarla en un tiesto o en algún rincón del jardín o el huerto.

... excitantes…

Muchas plantas habituales en los jardines contienen aceites esenciales que los gatos aprecian sobremanera: es el caso del tomillo, el romero y sobre todo las mentas, pero también del olivo, el kiwi, la mimosa... Pero si hay una especie verdaderamente excitante para el gato es la Nepeta cataria (en la foto de arriba), llamada menta gatuna por su perfume. Sus hojas y tallos contienen nepetalactona, una molécula que produce en algunos gatos (machos especialmente y no en todos) un efecto euforizante. Apenas la olfatean empiezan a frotarse con ella o a rodar por encima para impregnarse del olor, se lanzan a cazar ratones o mariposas imaginarias… Actúa como una sustancia psicoactiva pero sin consecuencias negativas.

... repelentes…

Algunas plantas aromáticas ahuyentan a los gatos: por ejemplo la lavanda, la ruda y el poleo. No obstante, la especie de mayor poder repelente es el Plectranthus caninus o Coleus canina, de agradable olor para los humanos. También ejercen ese efecto las pieles de los cítricos en general.

... y tóxicas

Entre las plantas ornamentales habituales de exterior e interior hay muchas que pueden resultar tóxicas para los gatos si mordisquean las hojas, flores o bayas. El listado de The American Society for the Prevention of Cruelty to Animals abarca 418 plantas tóxicas (en diferentes grados) para los gatos: desde las azaleas, poinsettias, amarilis, begonias y algunos manzanos y albaricoqueros, hasta las bayas del acebo y el tejo, o las hojas del boj, la hiedra, la gardenia, las adelfas, alocasias, espatifilios…

La experiencia demuestra, sin embargo, que estos animales son capaces de convivir con esas plantas sin tentarse a probarlas. Son suficientemente listos para pasar de largo, pero es importante mantener una actitud vigilante.


Contenidos relacionados