Canarios: un cantor en casa
La jaula con un canario llenando de trinos un patio no es una imagen del pasado, aunque vivir en apartamento sea hoy la norma. Tener en casa este pequeño pájaro superdotado para el canto sigue siendo una alegría para los oídos. Además, ni todos son amarillos, ni todos cantan igual.
Los canarios pueden vivir muchos años. Se adaptan perfectamente a la vida en cautividad, siempre que cuenten con una jaula amplia con vistas al exterior en un lugar confortable. Abajo, un canario Timbrado.Son aves emblemáticas de la cría doméstica por varias razones: no son exigentes en sus cuidados, se acostumbran al trato humano y crían con facilidad; son muy variadas en colores y formas, y desde luego cantan como los ángeles del coro.
No se trata de aves pasivas: los canarios tienen la capacidad de alegrar el ambiente, de acompañar, y por eso sus dueños suelen establecer con ellos fuertes lazos de empatía.
Un lugar adecuado
Antes de decidirse a criar un canario, habría que considerar qué clase de alegría se espera de él y qué variedad resulta más carismática (ver columna de la derecha). Un canario puede vivir muchos años y por eso hay que tener muy clara la elección.
La jaula o pajarera debe situarse en un lugar con vistas al exterior, soleado (sin sol directo en los meses de verano), con temperatura media y fuera de las corrientes de aire. Una de las causas frecuentes de enfermedad de los canarios es el exceso de calor o de frío, aunque son capaces de ajustar su temperatura al ahuecar el plumaje o tender las alas.
Les conviene un ambiente alegre pero tranquilo, sin ruidos estridentes o presencia de animales amenazantes como los gatos. Si se adquiere un ejemplar adulto, en los primeros días de estancia es importante evitar cualquier causa de estrés y hablarle con suavidad y moverse despacio para facilitar su adaptación. Una vez cumplida, ya se podrá interactuar con él: agradecerá el contacto.
Una jaula amplia y limpia
Los canarios necesitan jaulas amplias que les permitan volar, con perchas, ramas decorativas o balancines para saltar y acunarse. Sobre todo los machos precisan hacer ejercicio al menos una hora diaria porque tienen un metabolismo activo; las hembras, que no cantan, son más tranquilas.
Conviene que la jaula esté bien anclada para que no se mueva cuando el animal está en plena actividad. Algunos expertos recomiendan jaulas cuadradas en vez de redondas porque, si el canario se siente amenazado, encontrará mayor sensación de refugio en el lado pegado a la pared. Hoy existen pajareras de diseños de lo más atractivos.
Son aves limpias, por lo tanto es útil que la jaula incorpore bandeja para extraer restos de suciedad, y bañera donde puedan asearse (el agua debe cambiarse a diario). Cuanto más limpia estén la jaula y los accesorios de heces y de restos de comida, más a gusto se sentirán.
El canario es curioso, le gusta explorar, así que se lo puede estimular con objetos o juguetes nuevos de vez en cuando. De noche es importante cubrir la jaula para que se sienta protegido y evitarle picaduras de mosquitos o frío.
Alpiste y algo más
La alimentación es clave para su salud y buen ánimo. Es conveniente combinar el alpiste específico con un menú fresco de trocitos de frutas, verduras y sobre todo lechuga, toda una debilidad para el canario. La dieta se puede completar con barritas especiales, bizcocho de cría, pasta de huevo, etcétera, además de un bloque de calcio o hueso de sepia que le aporte minerales para fortalecer el pico y los huesos. Las bandejas siempre deben estar llenas de agua fresca, renovada a diario. Con todo esto, si se siente a gusto lo demostrará cantando. ¡Todo un divo!