Las rosas de té o rosas chinas , son las progenitoras de las rosas modernas “ Híbridos de te ”, y por tanto no hay que confundirlas con estas, ya que son arbustos totalmente distintos…aunque entre sus rosas, haya cierta semejanza.
Las rosas de té, son rosas antiguas, mientras que los híbridos de té, son rosas modernas.
Su nombre “rosas de té”, se debe a su perfume , que tenía cierta semejanza con un cofre de te recién abierto. Para entender esta asociación de ideas, nos tendríamos que ir al siglo XVIII, que es la época en la que estos arbustos estaban de moda en Londres. El té era la bebida nacional, y era traído desde la India en pequeños cofres de madera.

Historia de las rosas de té

Las rosas de te aparecen sobre 1810 en Londres , y son fruto del cruce de dos variedades de rosas: la rosa gigantea y la rosa chinensis.
Con la aparición de la rosa de té, se abrió una paleta de colores que hasta entonces no existía en las flores europeas: rojos, rosados, blancos, amarillos, dorados, naranjas…Por estos motivos, y por la belleza de sus flores, las rosas de te fueron muy apreciadas por más de 100 años.

Las rosas de té se criaban en viveros en China, y luego eran trasladadas a Europa. Por el camino, solían hacer parada en la India, para que descansaran y tuvieran una oportunidad de llegar vivas a Inglaterra.
Tenemos que ponernos en situación, los viajes eran en barcos de vela, y los arbustos viajaban en cubierta sin ningún tipo de protección. Muchos de ellos morían sólo porque eran rociados con agua salada, entonces no existían las protecciones con vidrio.
Esta parada obligada en la India, hizo que al principio se les llamara de forma errónea, “Rosas de Bengala”.
En poco tiempo, las rosas de te tuvieron un gran éxito en el mundo, y ya no era necesario traerlas desde China.
Hay constancia de que hacia 1825, había muchas rosas en los catálogos de la época, con nombres italianos, ya que Italia empezó a producir rosas de té. En aquella época se llegaron a introducir más de 250 variedades distintas, pero desgraciadamente la mayoría ya no existen.
A finales de los 40 (1840) los inviernos en Inglaterra fueron muy duros, y muchas de las rosas de té no fueron capaces de sobrevivir, lo que dio paso a que se introdujeran muchos híbridos perpetuos.
Posteriormente aparecieron algunos ejemplares que eran más resistentes al frío, como Glorie de Dijon, en 1853 .
Las rosas de te siguieron gozando de cierta popularidad, hasta la Primera Guerra Mundial, y la aparición de las primeras rosas modernas.
Actualmente han vuelto a ganar popularidad, sobre todo en los jardines de rosas antiguas , donde se puede apreciar toda la belleza de estos arbustos.

Características de las rosas de té

Como todas las variedades de rosas, la rosa de té, tiene sus propias características que la hace única.
Estas características son:

  1. Son arbustos reflorecientes o remontantes.
  2. En su mayor parte, son rosas trepadoras.
  3. Producen flores en solitario o en grupos de tres. Las flores son semidobles o dobles, y es habitual que sean perfumadas. La floración es en verano-otoño.
  4. Sus capullos florales son altos y centrados.
  5. Los tallos son débiles y arqueados.
  6. Son arbustos fuertes, rústicos y muy resistentes a las plagas.
  7. Necesitan ser protegidos contra el frío.
  8. Su follaje es verde pálido y brillante.

Cuidados de las rosas de té

Si tienes un rosal de té, eres un afortunado. Actualmente se comercializan muy pocos ejemplares de rosas de te , y son viveros especializados los que los tienen a la venta. Es casi imposible encontrar rosas de té en un vivero, y hay que comprarlas por Internet.
Las rosas de te, no necesitan unos cuidados muy diferentes a los de cualquier otra variedad de rosas, como la mayoría necesitan:

  1. Un suelo fértil y que drene bien . Esto siempre es mejorable, en el mercado hay cientos de productos pensados para mejorar estas situaciones.
  2. Una exposición al sol directa , y sobre todo, necesitan estar muy bien protegidas contra las heladas , es su punto débil.
  3. Debemos podarlos de forma anual . La poda a edad adulta, se limitará a mantener la forma, y controlar el crecimiento del arbusto.
    Por supuesto, siempre hay que eliminar las ramas muertas, las débiles o las dañadas.
  4. Los riegos deben ser abundantes y espaciados en el tiempo. En verano pueden ser cada tres o cuatro días.
  5. Como no son muy propensas a las enfermedades, estaremos vigilantes, pero poco más.

Las rosas chinas o rosas de té, tienen un aire romántico al abrirse. Muchos viveristas actuales, tratan de imitar esta idea romántica de la rosa, podemos fijarnos en las rosas inglesas de David Austin , o las rosas románticas de Meilland.
Lo cierto es que las rosas de té, siguen teniendo mucho encanto.

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