- Nombre científico: Freesia
- Nombre común: Fresia, fresias, fresilla
- Familia: Iridaceae
- Origen: África
- Floración: Primavera
- Ubicación: Soleado a semi sombra
- Riego: Moderado, cada 2 o 3 días
- Abono: Previo a la floración
Lo maravilloso de
plantar cormos de fresia en el jardín
, es que de forma temprana tendremos una maravillosa cantidad de
flores perfumadas, anunciando el comienzo de la primavera.
Son flores delicadas, elegantes y sutilmente perfumadas,
son muy apreciadas como flor cortada, aunque también se utiliza en la industria de las esencias, tanto para fabricar perfumes, como para cualquier otro producto de cosmética.
Las fresias son originarias de África,
donde se pueden encontrar unas 15 especies nativas. Su mayor concentración la tenemos en Sudáfrica, con 12 especies diferentes.
Comprar bulbos de fresias online
En plena temporada, es posible
comprar cormos de fresias
en muchos puntos de venta, sobre todo viveros y garden centers, pero es posible que llegues y las variedades de fresia que te ofrecen no sean de tu gusto.
Esa es la mejor razón para comprar bulbos de fresias online, y nada mejor que comprar fresias en Amazon, la tienda que ofrece la mayor variedad de
flores de bulbos
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Descripción de la planta de fresia
La fresia
es una planta herbácea que se desarrolla a partir de un cormo.
Del cormo emerge un solo tallo, del que aparecen unas hojas envainadas dispuestas en abanico. De entre las hojas aparecerán los
tallos florales llamados raquis
y las hojas principales del follaje.
Cada raqui tiene una vara floral principal y dos o más varas laterales en posición inferior.
Son plantas de un color verde oscuro, que consigue realzar sus hermosas flores.
Llegan a alcanzar una altura de unos 80 centímetros en condiciones de buena fertilidad.
Si queremos tener varas florales verticales, debemos entutorar la fresia, ya que
tiende a tumbarse cuando aparecen las flores.
El entutorado es necesario para facilitar la circulación de aire entre las plantas, y evitar la aparición de hongos.
La flor de fresia
Las flores de las fresias
destacan por ser una de las 10 flores más perfumadas,
compitiendo con la madreselva, la gardenia, el jacinto o el jazmín.
Su perfume fresco y dulce, se utiliza profusamente en perfumería y en cosmética, pero no como perfume principal, sino como modificador de otras fragancias más profundas.
Sus flores aparecen dispuestas en espigas unilaterales.
Poseen forma de campana irregular y tienen unos 3 o 4 centímetros de diámetro.
En
cada espiga puede tener entre 5 y 8 flores simples o dobles.
Puedes encontrar flores de Fresia dobles o simples en una gran cantidad de colores brillantes: blanco puro, amarillo, rosa, naranja, rojo, azul… siendo las fresias blancas y amarillas las más perfumadas. Tenlo en cuenta a la hora de elegir que cormos de Fresia comprar.
La floración comienza entre 10 y 12 semanas después de su plantación
. Podemos prolongar la floración durante varias semanas, si escalonamos la siembra…como verás a continuación, se pueden sembrar desde otoño hasta el comienzo de la primavera.
Flor cortada de fresia
A los jardineros no les suele gustar mucho cortar las flores de su jardín, a mi tampoco. Pero tengo mi propio truco para
tener flores frescas cortadas,
cultivar unas pocas aparte con la única intención de cortarlas.
El éxito de la fresia como flor cortada se debe a que duran mucho tiempo y que perfuman cualquier estancia en las que las pongas. Para que tus flores cortadas duren más, te cuento algunos truquillos:
- Las flores se deben cortar por la mañana temprano, antes de que comience a hacer calor. De esta manera se conservan mucho más tiempo, y no pierden frescura.
- Corta la espiga desde su nacimiento, cuando la flor inferior de la espiga esta semi abierta, el resto de las flores se irán abriendo paulatinamente.
- Cada día corta un poco el tallo de la espiga floral, con una ligera inclinación para que la superficie de absorción del agua se mayor. Cortar a diario tiene una explicación, los cortes tienden a cicatrizarse, impidiendo que la vara floral absorba todo el agua que la flor necesita.
- Añade un conservante de flores al agua. Contienen desinfectantes y alimentos que ayudarán a eliminar cualquier parásito, y tus flores se verán perfectas durante mucho más tiempo.
- Una opción (aunque no es tan eficaz) es añadir un par de aspirinas disueltas al agua.
- Si no utilizas conservantes, cambia el agua a diario.
Cultivar fresia
En Sudáfrica la fresia se planta en otoño,
produciendo flores invernales a temperaturas que rondan los 10ºC.
Si tu clima es más bien templado,
puedes sembrar perfectamente durante el otoño,
tendrás tus primeras fresias a finales del invierno o comienzo de la primavera.
Los cormos de fresia no soportan las heladas.
Si vives en un lugar donde las heladas son habituales, tienes la opción de
sembrar los cormos en macetas y pasarlos al interior
, o plantar en el jardín directamente al finalizar el invierno.
La más cultivada en los jardines es la
freesia hybrida,
obtenida a base de cruces entre la freesia refracta, freesia leictlinii, freesia corymbosa y otra serie de fresias más, a partir de las que se han obtenido los cultivares comerciales que utilizamos en el jardín.
Como plantar fresias
El éxito con el cultivo de la fresia tiene mucho que ver con su plantación. Si sigues esta guía de cultivo, no tendrás ningún problema:
- La profundidad de cultivo de la fresia son unos 5 centímetros, ya que el cormo de la fresia es realmente pequeño.
- Entre bulbo y bulbo tendrías que dejar unos 7 centímetros, aunque pueden estar algo más juntas, si los bulbos no son muy grandes.
- Antes de colocar los bulbos en su lugar definitivo, hazte un pequeño planteamiento de la plantación. Busca plantar pequeños grupos de cormos, para que el resultado final tenga un ambiente silvestre.
- Los tallos de las fresias son propensos a tumbarse por el peso de las flores. Coloca tutores para sujetar las varas florales.
- Cuidado cuando coloques los bulbos en sus agujeros, la yema tiene que estar apuntando hacia la superficie.
Cuidados de la fresia
Aunque es muy importante el proceso de sembrado para la fresia, no es menos importante la preparación del terreno, elegir la ubicación, el riego… pero sobre todo debes recordar que no soportan el frío, de modo que hay que elegir muy bien el momento de la plantación.
Suelo
Las fresias prefieren suelos sueltos, ligeramente ácidos y con una gran cantidad de materia orgánica.
Para conseguir esa soltura, debes mover el suelo hasta unos 25 centímetros de profundidad, añadiendo una buena cantidad de compost.
Exposición al sol
Si nuestro clima es templado, las fresias pueden estar perfectamente a pleno sol, pero
si las temperaturas son altas la mejor ubicación de la fresia es a semi sombra
, donde las flores aguantaran mucho más tiempo.
En cualquier caso, se debe evitar que reciba el sol de medio día, que puede ser el más perjudicial.
Riego
A lo largo del artículo habrás podido comprobar que
podemos tener fresias durante gran parte de la primavera, hasta bien entrado el verano.
Este cultivo escalonado nos ofrece diferentes necesidades de riego. Como norma,
la fresia no gusta de suelos encharcados,
donde sus cormos pueden sufrir, sin embargo, si necesitan que el suelo conserve la humedad durante su crecimiento y floración.
Una vez que ha florecido y las plantas pierden sus hojas, debemos suspender el riego.
Abonado
Si hemos realizado una buena preparación del terreno o si hemos plantado la fresia en maceta, aportando un compost de calidad, no van a necesitar grandes aportes de nutrientes extra.
En todo caso,
conviene aplicar un abono complementario justo antes de la floración.
Plagas
Las fresias no son plantas que suelan sufrir muchos ataques , aunque siempre pueden estar expuestas a las plagas del jardín:
- Araña roja. Aparecen por un ambiente excesivamente seco, y es más frecuente en la fresia cultivada en invernadero. Para prevenir su aparición conviene mantener la humedad ambiental.
- Pulgones. Pulgones jardín y primavera se conjugan solos, es muy difícil no tener algún ataque de áfidos. Si los pillamos en un primer estadio, con un manguerazo nos deshacemos de ellos, pero si ya hablamos de plaga hay que utilizar fungicidas adecuados.
- Caracoles y babosas . Son amantes de los brotes tiernos, y también es difícil evitar que aparezcan en el jardín…pero podemos evitar que se coman las plantas, colocando trampas de cerveza o añadiendo ceniza de madera alrededor de las plantas.
Las plagas, siendo muy molestas, son el menor de los problemas que podríamos tener en el cultivo de la fresia. Lo peor son la aparición de hongos, que detectaremos si observamos hojas manchadas o rayadas.
- Fusarium. Detectaremos su aparición si observamos que se secan las hojas, las raíces y el cormo también se seca (no después de la floración, que sería lo lógico). No hay solución, lo mejor es deshacerse de los cormos afectados.
- Brotitis, moho gris. Si la fresia ha sido atacada por Brotitis, aparecerán manchas grises en las hojas y en las flores. La solución es eliminar las partes dañadas y eliminarlas.
Cómo multiplicar la fresia
Las fresias
se pueden reproducir por multiplicación de sus cormos o por semillas.
La multiplicación a partir de cormos es la más habitual en el jardín, sólo los cultivadores que buscan producciones a gran escala o producir nuevas variedades suelen multiplicar la fresia por semillas, pero conviene que conozcas todas las opciones.
Multiplicar la Fresia por separación de cormos
La multiplicación de los cormos, como ocurre en todas las bulbosas es espontánea.
Aparecerán pequeños bulbillos bajo el bulbo principal,
que tendremos que extraer con cuidado para no dañar.
También es posible encontrar pequeños bulbos útiles, bajo las axilas de las hojas más bajas de la fresia.
Estos bulbos, los tendremos que sembrar al año siguiente, con la intención de que engorden y obtengan el tamaño suficiente para que florezcan.
Esta floración se suele dar pasados dos años.
Multiplicación de la Fresia por semillas
La multiplicación de fresia por semillas no es la habitual, por que
requiere ciertos conocimientos y mucha, mucha paciencia.
Si no cortamos las varas florales,
las flores de la fresia se encapsulan generando semillas en su interior.
Las semillas estarán maduras y dispuestas a ser recolectadas, cuando la capsula comienza a abrirse. Las recogeremos y guardaremos en un lugar seco y oscuro, hasta el año siguiente.
El proceso de la
siembra de fresia a partir de semilla
es como sigue:
- Mantener las semillas en remojo un día antes de la siembra. Este paso es importante.
- Las podemos sembrar en maceta durante el otoño o en el jardín al finalizar el invierno, comienzo de la primavera.
- En todo caso, el semillero debe contener una buena cantidad de materia orgánica procedente de estiércol maduro. Si lo compras envasado estará libre de cualquier otro tipo de semilla.
- Mezclaremos dos partes de mantillo vegetal, una parte de turba, una de arena y otra de estiércol maduro. Lo mezclaremos bien.
- Pondremos una primera capa de compost y añadimos las semillas, cubriremos levemente.
- Riega abundantemente.
- Cuando aparezcan las primeras plantulas y tengan un tamaño fácil de manejar, haremos un repicado, colocando las pequeñas plantulas en macetas o en el jardín.
- En este punto aclarar: necesitaremos al menos unos tres años para que las fresias obtenidas a partir de semillas tengan un bulbo suficientemente grande como para producir flores. Por eso esta tarea es más para jardineros con mucha afición y tiempo.
Conservación de los bulbos de fresia
Los cultivadores profesionales de fresia consiguen emular muy bien
el ciclo de vida de los cormos de fresia: calor-frío-calor.
A través de procesos de almacenamiento con temperaturas muy controladas, sus bulbos año a años florecen muy bien y generan más bulbitos.
Los jardineros aficionados sólo podemos aspirar a conservar nuestros bulbos y con suerte, que la floración al año siguiente sea similar. Es difícil, los bulbos de fresia no tienen problema en florecer al año siguiente, pero
la floración suele decaer.
En todo caso, la forma de conservar los bulbos de fresia es la siguiente:
- Cuando la parte aérea de la Fresia se ha secado, procederemos a desenterrar con cuidado los bulbos para no dañarlos y poder recoger todos los bulbitos que pueda haber generado.
- Tendremos mucho cuidado en no mezclar variedades y colores . Una vez preparados para su almacenamiento, los etiquetaremos convenientemente.
- Después de recolectar los bulbos, les retiramos toda la suciedad. Los dejaremos secar en un lugar bien aireado, seco y a la sombra, durante unos días.
- Una vez limpios y etiquetados, los podemos guardar en bolsas de malla (unas medias valen), en un lugar seco y oscuro.