Las
orquídeas
son unas plantas maravillosas y no tan delicadas como pudiera parecer, siempre que sepamos
como cuidar una orquídea,
en función del tipo de orquídea de que se trate.
Las orquídeas más comunes son las phalaenopsis,
orquídeas blancas y moradas en su mayor parte, con unos cuidados concretos que se adaptan a la mayoría de las especies de orquídeas, pero no a todas.
Lo más importante que debemos tener en cuenta es que,
el género de plantas orchidaceae que solemos cultivar en casa, son plantas de origen tropical.
Esa es la razón de cuidarlas como orquídeas de interior, en maceta, porque es la forma más sencilla de tenerlas vigiladas, que podamos
saber cuándo regar, su floración y las plagas que las puedan aquejar.
Como ocurre con todas las plantas, es importante controlar los aspectos básicos:
iluminación, temperatura, riego, sustrato y abonado,
que varían en función de si las orquídeas son epífitas, terrestres o litófitas, entre los tipos de orquídeas más populares y accesibles para nosotros, ya que existen otras variedades más raras, como las orquídeas trepadoras, saprófitas o las orquídeas parásitas, que comercialmente y por nuestra ubicación geográfica, son imposibles de encontrar.
Cuidar de tus orquídeas. ¿Qué planta orquídea es la mía?
Para el cuidado de las plantas orquídeas, las generalidades no suelen llevar al éxito, más bien al fracaso.
No podemos cuidar una orquídea epífita, de la misma forma que una terrestre.
Cada una de ellas precisa de unas condiciones concretas, es más, dentro de las epífitas algunas serán más resistentes a la sequía que otras, necesitar mayor o menor iluminación, grado de humedad o temperatura ambiente, entre otros aspectos que debemos controlar para tener éxito.
Y en este punto te preguntarás
¿Qué mantenimiento de orquídeas requieren las plantas que yo tengo?
Lo primero es reconocer el tipo de orquídea, para atender bien sus necesidades básicas:
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Orquídeas epífitas
Las orquídeas epífitas, también llamadas orquídeas aéreas, crecen sobre sobre troncos y árboles, con sus raíces colgando sin llegar a penetrar en ningún tipo de sustrato.
Aunque viven sobre árboles no son plantas parásitas , sus raíces están diseñadas para obtener humedad y nutrientes del medio ambiente, no de la planta que las soporta.
Las raíces de las orquídeas epífitas poseen una estructura esponjosa, denominada , donde habita un hongo llamado micorriza responsable de la descomposición de la materia orgánica en el ambiente, de esta manera obtiene los nutrientes y el agua que la orquídea necesita para sobrevivir. -
Orquídeas de tierra
Las orquídeas de tierra o terrestres, obtienen los nutrientes que necesitan de la tierra. En este sentido, son bastante parecidas a cualquier otra planta.
Existen dos tipos de orquídeas de tierra, Bletilla hyancinthina o “chinas” y la Spathologlottis plicata, “malayas”.
Como te puedes imaginar, el sustrato de orquídeas terrestres, la frecuencia de riego y otras consideraciones, son completamente diferentes a las orquídeas aéreas. -
Orquídeas litófitas, orquídeas de roca o semiterrestres
Este tipo de plantas de orquídea, cuando las encontramos como orquídeas silvestres, crecen sobre hojas en descomposición o musgo, que encuentran en las hendiduras de las rocas.
Algunas de las orquídeas litófitas más populares son las del género Dendrobiun y las orquídeas Paphiopedilums, las famosas orquídeas zapatillas.
Por su tipo de crecimiento en estado silvestre, estas orquídeas no deben regarse demasiado a menudo.
Cómo cuidar orquídeas en casa
La venta de orquídeas, sobre todo la orquídea phalaenopsis se ha popularizado hasta tal punto, que
es fácil encontrárselas a la venta en cualquier centro comercial,
no es necesario acudir a un vivero o una floristería para comprar una orquídea.
Como ventaja tenemos que
el precio de las orquídeas es mucho más asequible,
porque suelen ser ejemplares más jóvenes, y habitualmente con una sola vara floral. Esto no quiere decir que no tomemos precauciones antes de comprarla, llevarse un ejemplar de orquídea enferma a casa no es demasiado agradable.
Basta con
prestar atención al aspecto general de la planta de orquídea,
para decidir que ejemplar es el que debemos comprar:
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Las raíces de las orquídeas phalaenopsis tienen que observarse sanas. Deben de tener un color entre verde y blanquecino,
sin manchas marrones o negras
, que sería un síntoma de enfermedad.
En el caso de orquídeas terrestres o semi terrestres, observaremos que las raíces no sobresalgan de la maceta. - En cuanto a las hojas de las orquídeas , conviene observar que tengan un color verde uniforme. Si observamos zonas decoloradas, hojas en un tono verde más claro o manchas, es un síntoma evidente de que pueden poseer alguna enfermedad o estar débiles por falta de iluminación.
- Las flores de las orquídeas en la mayoría de las ocasiones duran semanas o meses, por lo que es buena idea comprar orquídeas que tengan capullos por abrir, así nos aseguraremos una floración mucho más larga.
Una vez que hemos elegido un ejemplar aparentemente sano, será el momento de empezar con los cuidados para una orquídea, en función de su tipo.
Orquídeas de interior
La mayoría de las orquídeas
se cultivan como plantas de interior,
aunque en su lugar de origen sean orquídeas de exterior. Las variedades de orquídeas más bonitas, que son las que habitualmente encontramos a la venta,
son originarias de zonas tropicales, con unas condiciones de humedad y temperatura que son relativamente sencillas de reproducir dentro de casa,
pero imposible en el jardín.
En todo caso, siempre, siempre, siempre, cuando compremos una orquídea, conviene comprobar cuáles son sus necesidades de temperatura y humedad, dos factores clave para
tener éxito con las orquídeas de interior.
Necesidades de iluminación
En líneas generales,
las orquídeas necesitan de muy buena iluminación,
pero son muy pocas las que resisten el sol directo. Recuerda que la mayoría de las orquídeas silvestres viven bajo las copas de los árboles,
recibiendo mucha luz, pero sin sol directo.
Hay algunas excepciones a la regla.
Las orquídeas Vanda o Cumbidium toleran sol directo,
pero es preferible evitar las horas de más intensidad, si las colocas en un lugar de la casa en las que el sol incida directamente sobre sus hojas, mejor que sea por la mañana, evitando las horas de mayor calor e intensidad, como son las horas centrales del día.
Una buena ubicación para una orquídea es
cerca de una ventana, siempre que la luz solar le llegue tamizada.
Si le va a llegar sol directo, mejor tamizarlo por un visillo o una persiana.
Un problema habitual cuando las plantas orquídeas no tienen la suficiente iluminación es, observar cómo sus hojas se vuelven de un verde más claro, incluso pueden llegar a ser
orquídeas con hojas amarillas, más estrechas, largas y finas.
Si no podemos proporcionarle iluminación natural, siempre podemos recurrir a lámparas de iluminación artificial, que le den suficiente luz.
Riego de orquídeas ¿Cómo se riegan las orquídeas?
En el riego es donde se comenten más errores al cuidar una orquídea,
ya que en la mayor parte de las ocasiones se riega mucho y mal.
Volvamos a recapitular, las plantas orquídeas son en su mayor parte de origen tropical, y
en los trópicos las precipitaciones son abundantes y espaciadas.
También suele haber un alto grado de humedad que, si es posible, debemos reproducir en casa, aunque por mi experiencia no es imprescindible y puede dar origen a problemas de hongos.
En cuanto a con qué frecuencia se riegan las orquídeas, dependerá, como he venido contándote hasta ahora, del tipo de orquídea,
todas no precisan de la misma cantidad de riegos.
Te voy a dar unos consejos básicos, que podemos aplicar a la mayoría de los tipos de orquídeas.
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Tipo de agua para regar orquídeas
El agua “idealmente” debe ser baja en mineralización , bien agua de lluvia o agua embotellada con pocos minerales, ¡¡Ojo!! Hay muchas aguas embotelladas con muchas sales y minerales disueltas, lee atentamente las etiquetas antes de utilizar una marca u otra de agua, también puedes utilizar agua filtrada por osmosis.
Teóricamente, el agua del grifo no beneficia a las orquídeas, porque contiene sales minerales que se concentran en el sustrato, perjudicando su crecimiento y floración.
Si no me haces caso y utilizas agua del grifo para regar tus orquídeas ¿Les pasará algo?, lo cierto es que no, ni siquiera apreciarás si florecen más o menos.
En las orquídeas aéreas es importante vigilar de cerca sus raíces, para evitar problemas mayores . En todo caso, siempre conviene cambiar el sustrato cada dos años aproximadamente, si observamos cualquier problema en sus raíces, bastará con cambiarlo anticipadamente. -
¿Con qué frecuencia se riegan las orquídeas?
En las orquídeas epífitas es muy sencillo saber cuándo regar, basta con observar sus raíces. Si están verdes, no necesitan regar, si están blanquecinas, hay que regar. Por norma, es preferible regar de menos, que regar en exceso.
Esta es la forma de regar las phalaenopsis y las orquídeas Vanda, que se colocan en cestas sin ningún tipo de sustrato.
Para las orquídeas de tierra o semi terrestres, también hay que dejarse guiar por la observación. Sólo hay que regar cuando veamos que el sustrato esté seco , en este sentido puede haber algunos tipos de orquídeas que requieran un mayor nivel de riego o que posean épocas de latencia, en las que los riegos hay que suspenderlos casi por completo. -
Orquídeas sumergidas en agua y otras consideraciones del riego
Por norma, a las orquídeas no les viene bien que mojemos sus hojas, ni sus flores. Si regamos las hojas, podemos sufrir ataques de hongos y si mojamos sus flores, pueden surgir manchas que las afeen.
En las orquídeas aéreas, una forma práctica de regar es por inmersión, sumergiendo la maceta en un barreño o un cubo con agua, ¿Cuánto tiempo sumergir la orquídea?, pues bastan unos segundos, los suficientes para que el sustrato absorba el agua.
Siempre, siempre, siempre que reguemos una orquídea, después debemos dejar que el agua drene por completo. No conviene poner el típico platito debajo de la orquídea que retenga agua, ya que el contacto permanente de las raíces con el agua podría provocar la pudrición de sus raíces y esto sucede de forma inmediata, a veces sin posibilidad de reversión, con lo que lo más probable es que la planta se pierda por completo.
Temperatura para las orquídeas
Para un correcto crecimiento,
las orquídeas necesitan una temperatura bastante constante,
con ligeros cambios entre la temperatura del día y de la noche. Es importante que exista esa diferencia de temperatura entre el día y la noche, para estimular la floración de las orquídeas.
Hasta tal punto es importante la temperatura a la que tenemos nuestras orquídeas que,
si no hay cambios de temperatura, las orquídeas podrían estar perfectamente de salud, crecer bien, pero no llegar a florecer.
Se pueden distinguir tres tipos de orquídeas, con diferentes necesidades de temperatura, en función de cuál es su origen:
- Orquídeas de zonas cálidas. La temperatura no debería bajar de los 16ºC, con una diferencia térmica entre el día y cuando cae la noche de 4ºC.
- Orquídeas de zonas templadas. Es el grupo más numeroso, y necesita que las temperaturas mínimas no bajen de los 12ºC, con una diferencia entre el día y la noche de unos 6ºC.
- Orquídeas de zonas frías. Son las que resisten las temperaturas más bajas, aun así, la mínima no debería ser inferior a los 8ºC, con diferencias térmicas entre la temperatura diurna y nocturna de unos 6ºC.
Humedad ambiental
Las orquídeas
se encuentran perfectas con una humedad ambiente entre el 50% y el 60%,
que más o menos es la temperatura en la que las personas estamos cómodos, de modo que no es imprescindible hacer nada al respecto, durante la mayor parte del año.
Durante el verano y el otoño, no es probable que la humedad ambiente de tu casa baje en exceso, pero si
puede ser que durante el invierno y con la calefacción, la humedad ambiente dentro de casa descienda y sea necesario realizar un aporte extra.
Personalmente donde vivo no es necesario, pero si ese fuera tu problema, basta con poner en marcha un humidificador o si no lo tienes, poner un plato con unos guijarros y un poco de agua bajo la maceta, con la precaución de que las raíces en ningún momento estén en contacto con el agua.
- Made in Italy
- El kit está compuesto por una maceta con 4 agujeros de drenaje, un platillo y un suelo específico para orquídeas.
- La maceta tiene un diámetro de 14 cm, está fabricada en plástico, con una subida en la parte inferior para orquídeas y 4 agujeros de drenaje
- El platillo tiene un diámetro de 12 cm, fabricado en material plástico ecológico, no tóxico y reciclable, muy ligero y resistente a los impactos.
Maceta y tierra para orquídeas
Cada uno de los diferentes tipos de orquídeas necesita un sustrato y un tipo de maceta diferente. Comprender que la mayoría de las orquídeas no son una planta común de jardín, es el primer paso para el mantenimiento de orquídeas por años. En este sentido:
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Sustrato y tiestos para orquídeas epífitas
Cuando compramos orquídeas en maceta y son epífitas, la maceta sólo tiene como misión albergar las raíces , pero en realidad no necesitan el sustrato que las acompaña, y ese es un error habitual en el mantenimiento de las orquídeas, mucha gente no entiende que las orquídeas no se pueden sembrar en tierra de jardín normal.
A través de las raíces, las orquídeas epífitas realizan parte de la fotosíntesis, y si las cubrimos con tierra normal de jardín o las ponemos en un tiesto normal, les estamos negando el proceso. Las raíces aéreas de las orquídeas, también nos sirven para comprender mejor sus necesidades de riego o su estado de salud, su observación es vital para entender cómo se cuidan las orquídeas.
De modo que, en las epífitas, debemos utilizar macetas transparentes para orquídeas, bien de plástico o cristal.
Lo ideal es utilizar un sustrato universal para orquídeas epífitas, que estará formado básicamente por corteza de pino. -
Tierra para orquídeas terrestres
Mientras que, en las orquídeas epífitas, el sustrato puede estar formado únicamente por corteza de pino, corcho o vermiculita, con “algo” de turba blanca, en el sustrato de las orquídeas terrestres, también se utilizaran materiales muy porosos, pero la cantidad de turba blanca será proporcionalmente mayor, porque van a obtener gran parte de los nutrientes del sustrato.
Otra gran diferencia son las macetas para orquídeas que necesitan unas y otras orquídeas. En las orquídeas epífitas la maceta será transparente, para poder observar las raíces y regar en consecuencia, mientras que las orquídeas de tierra se pueden cultivar en contenedores para orquídeas oscuros, sin que las raíces reciban iluminación.
El sustrato para las orquídeas litófitas es bastante similar al utilizado con las orquídeas epífitas. Se utilizan partículas grandes y medianas, que facilitan el drenaje y la ventilación de sus raíces, en su composición se debe utilizar corteza de pino, carbón vegetal, cáscara de coco…
- Sustrato
- Orquídeas
- corteza vegetal seleccionada
¿Qué abono se les pone a las orquídeas?
Las orquídeas son plantas acostumbradas a tener pocos nutrientes en su estado de libertad, por lo que tenemos que seguir la misma regla que con el riego,
mejor abonar de menos que pasarnos por exceso.
Por regla general debemos utilizar un
abono específico para orquídeas,
no vale cualquier tipo de abono, porque la mezcla de nitrógeno, fósforo y potasio no es igual que para otros tipos de plantas de flores.
El
fertilizante para orquídeas
lo necesitan las plantas en su época de crecimiento y floración. En esta época la planta orquídea crecerá y obtendrá los nutrientes necesarios, para cuando llegue la época en la que su sistema vegetativo entra en letargo.
- Estimula la floración y aumenta las defensas
- Bajo contenido en sales
- Con Vitamina K3
- Abono completo y equilibrado
Plagas en orquídeas
Como cualquier otra planta,
las orquídeas pueden ser atacadas por diferentes plagas de insectos
, aunque al ser cuidadas como orquídeas de interior, son más frecuentes las enfermedades de las orquídeas, que las plagas de insectos.
Con el tiempo podemos tener que hacer frente a diferentes situaciones como:
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Hongos
Cuando la humedad ambiental es excesiva, con una temperatura igualmente alta, las plantas orquídeas pueden sufrir el ataque de algún hongo.
Sospecharemos de hongos cuando veamos flores y hojas de las orquídeas con manchas, o pseudobulbos con partes marrones necróticas. Contra los hongos la única solución es eliminar las partes afectadas y aplicar fungicidas . -
Parásitos
El más frecuente es la cochinilla, aunque también puedes ver como tus orquídeas son atacadas por araña roja. Los pulgones son menos frecuentes, pero también es posible.
La mayoría de estas plagas se pueden solucionar limpiando las partes afectadas de la orquídea con agua jabonosa, y repitiendo la operación hasta eliminarla por completo.
Otras enfermedades menos frecuentes pueden ser los virus o las bacterias, que no las podemos descartar por completo, pero son afecciones bastante raras.