Cómo podar un rosal paso a paso Podar un rosal es uno de los cuidados más importantes que requieren estos arbustos florales , y no es demasiado complicado si se sabe como podar de forma correcta.
La poda está encaminada a que los rosales crezcan sanos y fuertes , ofreciendo al llegar la primavera una buena cantidad de rosas.
En demasiadas ocasiones observo podas de rosales inadecuadas, incluso en jardines públicos que supuestamente están realizadas por jardineros profesionales. Afortunadamente los rosales son unos arbustos muy fuertes, y resisten casi cualquier tipo de poda.
La desventaja de una poda excesiva, es que el rosal ramificará menos y ofrecerá menos varas florales, debido a que primero tiene que desarrollar las ramas y luego florecer.
Las podas tienen que ser acordes a la variedad del rosal , no todos los rosales se podan igual.
Mientras que un rosal arbustivo, como son los híbridos de te o los paisajistas, necesitan una poda más severa en la que sólo se dejan algunas ramas, en los rosales trepadores la poda tiene como misión mantener el orden.
Podemos establecer cinco pasos para podar un rosal de forma adecuada:

Época de poda de los rosales

Los rosales se podan al finalizar el invierno y comienzo de la primavera. NO hay una fecha concreta y dependerá de la climatología local.
En zonas con heladas, hay que esperar hasta que ya no se vayan a producir, mientras que en la zona sur del país con un clima más benigno, la poda se podrá adelantar…finales de enero o febrero, cuando en otros lugares habrá que esperar a mazo.
Aunque en algunas páginas se afirma que se pueden realizar podas de invierno, no es conveniente.
La razón es obvia, cuando realizamos una poda, estamos favoreciendo que el rosal produzca nuevas ramas, si estamos en invierno y hiela, esas ramas se congelan y se pierden. ¿Que sentido tiene podar en pleno invierno? Ningún jardinero que conozca su oficio, realizará una poda fuera de las fechas adecuadas, salvo que sea para eliminar madera muerta o algún escaramujo, más por sentido estético que por necesidad.

Herramientas necesarias para podar un rosal

Antes de ponerse a realizar cualquier tarea de jardín, hay que pertrecharse con las herramientas adecuadas.
Hay que disponer de unas buenas tijeras de podar , incluso si vamos a podar ramas muy gruesas debemos tener una tijera de yunque.
Unos guantes de cuero y unas gafas, deben completar el conjunto.
Los guantes de jardín no sirven, suelen ser de goma o muy livianos, fáciles de atravesar por las espinas de los rosales…créeme, unos guantes adecuados son imprescindibles.
Las gafas son para evitar que te puedas dañar los ojos con una rama , también debes creerme si te digo que es posible que ocurra…a mi me ha pasado, por eso te las recomiendo, ya no hago una poda sin llevar guantes y gafas adecuadas.

¿Que ramas hay que podar y cuáles eliminar?

Aunque al principio te pueda dar miedo porque no tienes muy claro que ramas son las que debes podar, no te preocupes, ya te he dicho que los rosales son unos arbustos muy resistentes y saldrán adelante aunque no hagas la mejor poda posible.

podar un rosal eliminamos escaramujos y recortamos ramas
Lo primero es detectar aquellas ramas que se han muerto. De vez en cuando, sobre todo si estamos hablando de rosales con unos años, alguna rama se muere.

podar un rosal eliminar madera muerta
La vas a detectar enseguida, porque tienen un color diferente, marrón oscuro o gris casi negro.
Hay que cortar hasta que encontremos tejido sano, y si no lo hay, cortamos la rama hasta el tronco.
También eliminamos las ramas más débiles, las que tengan escaramujos, y las que crezcan hacia el interior del rosal.
La idea es que dejemos que circule el aire por el interior del arbusto, evitando que puedan aparecer hongos en la primavera, cuando haga mucho calor y la humedad ambiental sea alta.
El resto de ramas las cortamos entre 2 y 3 tercios. Siempre cortaremos por encima de una yema que empiece a crecer, o por encima de una yema latente.
Los cortes se hacen en bisel, la idea es que el agua no se quede en la rama cuando llueva.

Los chupones

Los rosales se pueden reproducir de varias maneras: por semillas, esquejes o injertos.
Con un injerto, se utiliza un rosal silvestre que sirve de porta-injerto y un esqueje de la variedad que nos interesa.
La razón para hacerlo de esta forma, es que el rosal silvestre aporta el vigor que no suelen tener las variedades modernas.
Todo esto te lo cuento para que entiendas que son los chupones.
Hay unas ramas que crecen desde las raíces, por debajo del punto de injerto, son los llamados chupones. Estas ramas pertenecen al rosal silvestre que sirve de porta-injertos a nuestro rosal.
Tenemos que arrancarlas, no cortar , ya que vamos a favorecer que aparezcan nuevas ramas, dando más fuerza al porta-injertos que al rosal injertado, el nuestro.
Son ramas que no florecen, sólo crecen y restan fuerza al arbusto «chupan» su energía.

Después de podar

Después de podar un rosal, hay que seguir con los cuidados del rosal propios de la fecha: abonar .
Si queremos tener unas buenas rosas en primavera y verano, la poda sólo es la primera tarea necesaria , la segunda es aportar una buena cantidad de estiércol maduro o compost para rosales.
El compost va a mejorar el suelo alrededor del rosal. Este tipo de abono es de liberalización lenta, el rosal irá absorbiendo los nutrientes de forma lenta y progresiva durante la primavera y comienzos del verano. Luego debemos reforzar el abonado, con abonos químicos, que son más rápidos y están encaminados a que el rosal produzca más rosas.

Evitar las plagas

Una vez que hemos podado y abonado, hay que empezar a preocuparse por las plagas.
Si nuestros rosales ya han sido atacados en varias ocasiones por los pulgones y la araña roja, podemos aplicar un aceite de invierno, con la idea de ahogar los huevos de los insectos y que no aparezcan nuevas plagas durante el año.
Para aplicar aceites de invierno, hay que eliminar todas las hojas.
No hay que tener miedo de podar un rosal. La única precaución que hay que tener al podar un rosal, es que dejemos suficientes yemas para que aparezcan nuevas ramas.
Si no hacemos bien la poda, pero dejamos muchas yemas, siempre dejaremos al arbusto la posibilidad de que ramifique bien.
Puede ocurrir que algunas de las ramas crezcan hacia el interior…no pasa nada, al año siguiente las eliminamos.
Por último, disfruta realizando las tareas del jardín, es relajante.

Cuidado y mantenimiento de las rosas


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