La presencia de orgánulos como los cloroplastos y mitocondrias les permite a los organismos obtener energía química a partir de procesos que se realizan a través de estructuras especializadas, y que a su vez, favorecen el desarrollo de estos dentro de un entorno que cuenta con las características necesarias para su subsistencia.

Los cloroplastos en las células vegetales

La presencia de los cloroplastos en las células vegetales, es indicativo de que estas son capaces de realizar la fotosíntesis . Aunque parezca un proceso que solo favorece a la planta para lograr desarrollar, la realidad es que beneficia a muchos otros organismos al producir oxígeno que será expulsado al ambiente. Este orgánulo se encarga de almacenar la clorofila, sustancia que interviene en la absorción de la luz solar. Pero que además, le brinda ese color verde a muchas plantas.

Al tomar la energía luminosa a través de los rayos solares, dentro del cloroplasto se llevarán a cabo una serie de procesos y reacciones que permitirán que esta se transforme en energía química, dando como resultado la síntesis de compuestos orgánicos que serán aprovechados por la planta. Con esto, será posible su desarrollo y crecimiento, asegurando su subsistencia en el entorno.

Pero, además de estos seres vivos, existen otros, pertenecientes a ecosistemas acuáticos, que igualmente son capaces de cumplir la fotosíntesis. Algunos tipos de algas de color verde, poseen en su estructura cloroplastos, considerándose de la clase clorofíceas, algas que contienen clorofila.

Las mitocondrias dentro de las células

Las mitocondrias son uno de los orgánulos más comunes que se pueden encontrar, ya que suelen formar parte de la estructura de muchas células eucariotas , aunque existen excepciones donde se destaca su ausencia. A través de ella, es que se obtiene gran parte de la energía química que necesita una célula para su funcionamiento.

Una de las características más prominentes de la mitocondria, es que posee su propio ADN , a través de un único cromosoma que la integra. Este se conoce como ADN mitocondrial, y se ha comprobado científicamente que este se obtiene por herencia de la madre. Además, se destaca el hecho de que posee dos membranas, una externa que permite el traspaso de sustancias necesarias para la producción de nutrientes, y una interna, de la cual se despliega unas crestas que favorecen la producción de reacciones químicas.

Para lograr que se produzca la energía química, estos orgánulos cumplen un proceso conocido como respiración celular , a través del cual se descomponen sustancias en compuestos más sencillos, transformándolos para liberar ATP al organismo. Esto es posible mediante la combinación de carbohidratos con el oxígeno.

Diferencias entre cloroplastos y mitocondrias

A pesar de que ambos son orgánulos capaces de producir energía que permite favorecer la nutrición de ciertos organismos, la mayor diferencia que se puede encontrar es que las mitocondrias están presentes en las células de un gran número de organismos, mientras que los cloroplastos solo forman parte de la estructura de las células vegetales.

Pero a través de la endosimbiosis, es que se ha logrado distinguir el origen de cada uno. Este estudio permite determinar de dónde proviene cada orgánulo, destacando que en el caso de la primera, la influencia de bacterias aerobias dieron lugar a su existencia, mientras en el segundo, fue a través de bacterias fotosintéticas. Fue a partir de este hecho, que se destacaron el cumplimiento de dos procesos totalmente distintos, relacionados con la producción de energía. En las mitocondrias, se producía la respiración celular, pero en los cloroplastos sucede la fotosíntesis , siendo necesaria la luz del sol para completar el desarrollo de un organismo vegetal.

Por último, se detalla su estructura, destacándose en el primer caso la presencia de dos membranas, que dan a lugar a dos compartimientos, mientras que en el segundo caso, se pueden observar tres membranas que forman un total de tres compartimientos.


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