Los bulbos de otoño son los primeros en florecer al llegar la primavera.
Entonces, es posible que te estés preguntando ¿Por qué se les llama bulbos de otoño?
La respuesta es sencilla,
se les llama bulbos de otoño, por que el otoño es la época en la que se siembran.
Algunos jardineros y gardens donde comprar bulbos, también los llaman
bulbos de invierno, por que necesitan pasar el invierno enterrados para cumplir su ciclo vital
de crecimiento y florecer en primavera.
Los bulbos de otoño (
no confundir con los bulbos de primavera
) son muy populares, diría que mucho más populares que los bulbos de primavera o verano.
Hay muchas razones que explican esta popularidad, entre ellas destacaría la
gran variedad de tamaños, flores y colores que ofrecen
…por no hablar de que son un anticipo de la primavera, después de una época en la que el jardín queda muy sombrío por el invierno.
No todos los bulbos de otoño florecen al mismo tiempo.
Su época de floración va desde finales del invierno, hasta el final de la primavera.
Esta floración escalonada depende de la variedad, el tamaño del bulbo y su flor. En jardinería nos permite hacer verdaderos juegos de contrastes, utilizando varios colores de flores y
creando diferentes zonas de atención, durante un periodo de tiempo prolongado.
Tipos de bulbos de otoño
Hay una gran variedad de bulbos que se pueden plantar en otoño , aunque hay algunos de ellos que podríamos considerarlos como los “bulbos estrella”:
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Tulipanes
De los tulipanes hay como unas 150 especies diferentes, con una innumerable cantidad de híbridos y cultivares (unos 5.000 diferentes) conseguidos a través de la mejora genética.
Los más comunes son los tulipanes de jardín (Tulipa gesneriana) en sus diferentes colores: blancos, rojos, amarillos…
Con el tiempo han surgido algunas verdaderas preciosidades, que merece la pena “probar” en el jardín, como los Rembrandt o los tulipanes papagayo. -
Narcisos
Al igual que sucede con los tulipanes, los cultivares actuales son innumerables, aunque se clasifican en 11 grupos diferentes.
Sus colores más habituales son el blanco y el amarillo, con diferentes tamaños de altura y flor.
Algunos se pueden llegar a naturalizar en el jardín, saliendo año tras año sin necesidad de levantarlos, aunque su floración tiende a disminuir. -
Jacintos
El principal productos de jacintos (y de muchos bulbos) son los Países Bajos, donde podemos encontrar miles de tipos, aunque con sólo tres especies comunes.
Producen flores de color rojo, azul, blanca o amarilla , presentadas alrededor de una espiga floral muy perfumada. -
Iris o lirio
Los iris reciben su nombre del “arco iris”, en relación a la gran variedad de colores de flores en los que podemos encontrar bulbos de iris.
El mas común y que vas a encontrar a la venta es el iris germánica, muy fáciles de cultivar y propagar en el jardín. Existen otras cuatro especies muy comunes: xiphiun, flroentina, pallida y variegata, aunque el género comprende unas 200 especies diferentes. -
Crocus
Los crocus son de los bulbos de otoño más pequeños del jardín …personalmente me encantan, pero tienes que tener mucho cuidado con la ubicación que eliges para plantarlos: tienen que estar en un lugar muy visible, para no perderse su floración.
Hay más de 80 especies diferentes de crocus, de las que se cultivan unas 30. El más conocido de todos es que produce el famoso azafrán, el crocus sativus. -
Campanilla de invierno, Galanto
Originaria de los bosques fríos y húmedos, hoy podemos disfrutar de una buena cantidad de variedades de jardín.
Florecen muy temprano, al final del invierno (campanilla de invierno) o comienzo de la primavera. Suelen ofrecer unas florecillas blancas colgantes, con un jaspeado verde en el interior de sus pétalos.
Son unos bulbos muy fáciles de naturalizar en el jardín, aunque requieren de ciertos cuidados específicos.
Consejos para plantar bulbos de otoño
Las bulbosas
son plantas perennes
, podemos disfrutar de ellas durante años…pero exigen ciertos cuidados que otras plantas no necesitan, a cambio nos ofrecen una espectacular floración al comienzo de la primavera, que suele durar bastantes días en el jardín.
La mayoría de las plantas de jardín perennes se pueden multiplicar, algunas por esquejes (rosales, hortensias…), otras sembrando sus semillas, pero con los bulbos casi no tenemos que hacer nada, ya que
su multiplicación es espontánea.
Siguiendo estos consejos, obtendrás un precioso jardín de bulbos que florecerá año tras año:
Planifica y elige las variedades de bulbos que vas a plantar
Para obtener un resultado espectacular,
es muy importante planificar bien antes de sembrar los bulbos.
Hay especies de bulbos que se complementan muy bien, incluso que pueden florecer a la vez o de forma escalonada, como más nos guste.
Por ejemplo, la
combinación de narcisos, tulipanes y jacintos
puede quedar espectacular.
Siempre hay que tener cuidado de plantar correctamente, como te comento un poco más abajo.
Prepara el lugar de la plantación
Los bulbos de otoño, incluso los de primavera,
no son demasiado exigentes en cuanto a nutrientes
, aunque si en el suelo donde los vamos a plantar añadimos un buen compost, lo agradecerán.
Lo más importante sobre el lugar de la plantación es que sea un terreno suelto, y con un buen drenaje.
Si el lugar elegido acumula agua, necesitaremos mejorarlo
añadiendo una mezcla de arena y compost, para que sea mucho más ligero y los bulbos puedan desarrollarse bien.
Un exceso de agua podría provocar la pudrición de los bulbos.
Hay que evitar esta situación a toda costa.
Otro aspecto a considerar es que el lugar elegido sea soleado, además de protegido contra el viento.
Algunos de los bulbos de otoño ofrecen tallos muy largos y flexibles, que podrían ser derribados por un golpe de viento. Sería triste perderse la floración por una mala planificación.
Comprueba la calidad de los bulbos
Tanto si los bulbos de otoño los hemos comprado, como si son de nuestro jardín,
antes de plantarlos debemos comprobar que estén en perfecto estado de conservación.
Hay dos formas de comprobar que los bulbos están bien: de forma visual y al tacto.
Visualmente comprobaremos que no encontramos nada sospechoso
, como golpes, zonas oscuras o cualquier otro defecto, que nos hiciera sospechar que no están en buenas condiciones.
Al tacto tienen que estar prietos.
Si están blandos es que han comenzado a pudrirse, si los sembramos no obtendremos nada, el bulbo acabará por deteriorarse en el suelo.
Planta los bulbos de forma correcta
Antes te he comentado de la importancia de un buen diseño de la plantación, de forma que tengamos una combinación de colores o floraciones adecuada…todos a la vez, escalonada..etc.
Pero igualmente
es importante atender a la profundidad de plantación, y la distancia entre bulbos.
Hay dos reglas a seguir para conocer la profundidad y distancia de plantación entre bulbos, y tienen que ver con su tamaño.
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Para conocer la profundidad a la que plantar un bulbo,
debes tener en cuenta su diámetro.
La profundidad tiene que ser entre dos y tres veces su tamaño.
Un bulbo que mida 4 centímetros de diámetro, tiene que estar enterrado a una profundidad de entre 8 y 12 centímetros. - Para la distancia de plantación entre bulbos, sigue la misma regla: entre dos y tres veces su diámetro.
Otros consejos que te pueden venir bien, para que tu plantación de bulbos sea perfecta:
- Las plantaciones deben realizarse en grupos, para que una vez que florezcan el resultado quede más natural. Utiliza grupos impares: 1, 3, 5, 7, 9 bulbos …evita plantar en grupos pares, en la naturaleza es más habitual encontrar números impares.
- Observa el bulbo, coloca siempre el bulbo con las raíces hacia abajo y la yema hacia arriba, procura que queden siempre en posición vertical.
Protege los bulbos de las heladas
Todos los bulbos de otoño necesitan sentir el frío para crecer, pero si es intenso
, algunas variedades más delicadas y con origen en países más al sur, pueden congelarse.
Hay muchos trucos para evitar la congelación de la superficie del terreno, pero lo más habitual es utilizar algún tipo de recubrimiento tipo corteza, paja o compost.
Si los hemos sembrado en maceta la solución es muy sencilla, pon tu maceta en un lugar protegido de las heladas.
Riego
El último consejo tiene que ver con el riego de los bulbos de otoño.
No son plantas que necesiten un riego excesivo,
en muchas ocasiones saldrán adelante sin necesidad de regar nada en absoluto, salvo cuando iniciamos su plantación.
Como plantamos en otoño, aún pueden quedar días secos y soleados, en ese momento
conviene regar con prudencia, evitando los encharcamientos.
Durante el invierno vigilaremos igualmente que no se encharque el terreno, pero sin regar nada en absoluto.
Al llegar la primavera nos sorprenderemos con los primeros brotes, sin haber utilizado casi ni una gota de agua.
Durante la época de crecimiento regaremos si el tiempo es seco y caluroso.
Recuerda que
al final de su época de crecimiento hay que suspender el riego,
cuando la parte aérea del bulbo se muere.