Las múltiples propiedades que reúne el aceite de coco orgánico en su composición, le convierten en un producto natural capaz de cumplir diversos propósitos no sólo a nivel cosmético, sino también en términos nutricionales; sin embargo, acceder a todos estos beneficios demanda que el mismo sea orgánico y 100% virgen, ¿Cómo identificarlo? Esta y otras preguntas encontrarán respuesta a continuación.

¿Qué es el aceite de coco orgánico?

Igualmente denominado aceite de coco ecológico , es el producto obtenido de la deliciosa fruta del cocotero, cuya infinidad de beneficios y aplicaciones, le ha conferido un lugar privilegiado en la lista de superalimento. ¿Qué tiene de especial? Entre otras cosas, una alta dosis de nutrientes y antioxidantes, de los que sobresalen el betacaroteno y las vitaminas A y E.

¿Por qué es importante que sea orgánico y cómo identificarlo?

Para acceder a todos los beneficios que el superalimento es capaz de ofrecer, será necesario que sea orgánico, pues discrepando del producido en masa, garantiza todas sus propiedades naturales al no combinarse con ningún aditivo que las merme.

Respecto a sus características se hace distinguible como 100% orgánico virgen, cuando proviene de un proceso de prensado en frío, prescindiendo de químico alguno para su extracción, del mismo modo se define como:

  • Resistente a altas temperaturas
  • Cargado de ácidos grasos de cadena media (AGCM)
  • Certificado por los organismos competentes.

Beneficios del aceite orgánico de coco:

A grandes rasgos, el aceite de coco extra virgen brinda potentes propiedades antiinflamatorias, potencia el sistema inmune, contribuye a la regulación de los índices de colesterol y promueve la sensación de saciedad, coadyuvando en regímenes de pérdida y mantenimiento del peso.

Pero ese es apenas el abreboca, ya que las infinitas propiedades del producto le convierten en aliado de la salud en general, de manera que resulta igual de factible utilizarle en la alimentación, que a nivel tópico en el cuidado del cuerpo.

Propiedades medicinales:

La principal particularidad del superalimento es la de reunir en su composición una combinación única de ácidos grasos saturados – para ser exactos, cerca del 90% – convirtiéndose es uno de los pocos aceites de origen vegetal aliado de la salud, pues si bien se consideran nocivas, al tratarse de un producto natural pasa  ser beneficioso para el organismo.

Por otra parte, los elevados niveles de triglicéridos  contribuyen al correcto almacenamiento de la energía grasa, de ahí su arraigado uso en el tratamiento de enfermedades degenerativas.

Adelgazante natural:

La pérdida de grasa se promueve gracias a la forma en la que el superalimento acelera el metabolismo, entendiéndose lo recomendable de hacerlo parte de diferentes dietas; la explicación de ello radica en que el aceite contribuye al incremento del gasto calórico.

Pero eso no es todo, en dietas para perder peso, el alimento ofrece su efecto saciante y propiedades digestivas; de ahí que su consumo se traduce a la disminución del apetito y el mejor control de lo que se ingiere. Finalmente, metaboliza los ácidos grasos del organismo, aprovechando la función de los cuerpos cetónicos en pro del objetivo; mientras que su acción digestiva, se encarga de prevenir problemas estomacales , cuidar la salud intestinal y reducir digestiones pesadas.

¿Para qué sirve el aceite de coco orgánico?

Adicional a lo antes mencionado, el aceite de coco orgánico contribuye a la prevención de enfermedades al eliminar infecciones bacterianas y virales ¿Cómo lo consigue? Debido al efecto desinfectante y antimicrobiano que le confiere la presencia de ácido laúrico en su composición; a ello se le suma:

1. Equilibrio  de los niveles de colesterol y aliado de la salud cardiaca:

Las grasas saturadas presentes en el aceite de coco orgánico incrementan los niveles de HDL – o colesterol bueno – a la par que el LDL o malo, es reemplazado por un subtipo benigno. Convirtiendo así al alimento en aliado del corazón pues se minimizan las probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

2. Hidratación de la piel y el cabello:

Si bien consumido como alimento el aceite de coco ofrece numerosos beneficios, su efectividad se ve igualmente presente a nivel tópico, motivo por el cual suele verse entre los ingredientes activos en diferentes tratamientos de belleza.

Masajeado a diario, directamente sobre la piel, contribuye a la recuperación oportuna de los niveles de agua en las células; devolviéndole la salud y belleza a través de una completa hidratación natural. Cualquier parte del cuerpo se ve beneficiada, incluso los labios, pues se habla de un excelente restaurador cutáneo.

Las bondades sobre el cabello tampoco se quedan atrás, aplicándolo a lo largo de su estructura, optimiza la hidratación ayudando a desencresparlo y desenredarle en simultáneo que le devuelve el brillo y la salud. Todo ello únicamente con aplicarle antes de lavarlo y permitir que actúe 15 minutos; previo a aclarar utilizando el champú de costumbre y abundante agua tibia.

3. Efecto relajante y disminución del estrés:

De la misma forma que en la hidratación del cabello y piel, la aplicación del aceite a través de masajes, tiene acción relajante haciéndolo efectivo al momento de combatir el estrés; un poco del producto en las sienes, será suficiente para promover la calma.

4. Fortalecimiento del sistema inmunológico:

La fusión de lípidos antimicrobianos y ácido láurico, cáprico y caprílico en la composición del aceite ecológico de coco le otorgan propiedades antibacterianas, antivirales y anti fúngicas; logrando que su asiduo consumo, se traduzca a la reducción de las probabilidades de enfermarse.

5. Promotor de la curación de heridas:

Aplicado a diario, el aceite de coco orgánico favorece la cicatrización ya que cuenta con acción desinfectante y regeneradora del tejido; atendiendo a ello, representa aliado en la eliminación de moratones, pues acelera la cura de los tejidos dañados.

¿Cómo incluir el aceite de coco en la dieta?

Entre tantas alternativas, el superalimento es el perfecto sustituto del aceite refinado o la mantequilla; de ahí que puede ser empleado en la preparación de diferentes comidas, e incluso, al momento de aliñar ensaladas.

Del mismo modo, es posible hacerlo parte de recetas de postre, como complemento del café o chocolate e ingrediente en diferentes batidos; a nivel externo, aplicarlo directamente sobre la piel o cabello y así acceder a sus propiedades nutritivas.


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