Si quieres tener un rincón muy especial que te permita relajarte sin necesidad de tener que tomarte ninguna infusión, te propongo hacer un jardín zen. Su diseño simple, con arena y piedras, es todo lo que se necesita para estar, al menos durante un rato, con la mente completamente quieta , vacía.
Observar durante unos minutos el dibujo de la arena simulando los movimientos del agua del mar y las piedras que sobresalen de él, es una experiencia muy gratificante. Si te apetece, te explicaré cómo hacer un jardín zen para que puedas experimentarlo por ti mismo/a.
Para tener un jardín zen lo que tienes que hacer es:
Calcula de cuántos metros quieres que sea tu jardín
El jardín zen puede ser del tamaño que quieras. Sólo tienes que decidir si lo vas a tener dentro de casa o si por el contrario prefieres tenerlo en el exterior , en tu jardín.
Crea un molde
Si tienes pensado tener un jardín zen en miniatura te puede servir una caja de madera que tenga poca altura. En el caso de que lo vayas a tener fuera puedes usar tablones de madera cuya altura no sobrepase los 10cm, o bien colocar arbustos bajos por todos los lados .
Coloca malla antihierbas en el fondo
La limpieza es muy importante en los jardines zen, de modo que hay que impedir que las hierbas crezcan y los invadan poniendo malla antihierbas.
Llena con arena o gravilla tu jardín zen
La arena o gravilla la puedes conseguir en una tienda de animales o, si tienes pensado hacer un jardín al aire libre, puedes pedirla a una cantera de tu zona. Una vez la tengas, tienes que esparcirla de manera que quede lo más nivelada posible .
Pon algunos elementos para darle un tema
Puedes poner, no sólo piedras o rocas, sino también troncos viejos con musgo para que tu jardín zen sea realmente interesante. Tienen que estar lejos del centro y un poco sumergidos en la arena.
Pasa el rastrillo por la arena
Ahora, con el jardín zen casi terminado, es momento de pasar el rastrillo haciendo trazos curvos y largos .
Y listo. ¡Que disfrutes de tu jardín zen! 🙂